El aspirante debe ser un profesional de la Psicología, de las Ciencias de la Educación, las Ciencias Sociales, o las Ciencias de la Salud, que demuestre interés y/o experiencia en el trabajo en contextos educativos formales, no formales e informales. Su actuación debe estar enmarcada por el respeto a la dignidad de las personas y la promoción de su desarrollo a través de la educación.

El perfil del especialista tiene que ver con las características que se esperan de quien ha cursado la especialización para poder desempeñarse idóneamente en los campos laboral y personal. Por ende, este perfil incluye:

• Capacidades para diseñar, fundamentar y desarrollar propuestas de promoción, prevención e intervención en el campo educativo, en pro de aumentar las posibilidades de desarrollo y aprendizaje de las personas.
• Apertura a distintos saberes y disciplinas profesionales, sabiendo argumentar su posición, pero en la convicción de que la sana discusión de argumentos permite construcción de conocimientos y alternativas de acción social y educativa.
• Creatividad y capacidad crítica para abordar la problemática educativa y plantear alternativas de solución y enriquecimiento desde la psicología.
• Una posición ética que exprese en todas sus acciones valores de respeto por la diferencia, promoción de la autonomía, de la equidad social y de actitudes de solidaridad, empatía y colaboración. Además de mantener los principios de la confidencialidad profesional.

El perfil profesional hace alusión al tipo de roles que puede ejercer el egresado, y los campos en los cuales puede desempeñarse. En este sentido, el especialista en psicología educativa de la Universidad de La Sabana podrá:

• Desempeñarse profesionalmente en diferentes contextos educativos, como instituciones escolares, prestadoras de servicios sociales del sector público y privado, centros de asesoría educativa (individual, familiar y comunitaria).
• Participar interdisciplinariamente en el diseño, formulación y evaluación de programas y políticas educativas orientadas a mejorar la calidad de la educación y, en sí, a promover el desarrollo humano.
• Desarrollar acciones profesionales dirigidas a diferentes poblaciones: niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos, y personas que pertenecen a grupos poblacionales específicos (como personas con discapacidad, personas con capacidades/talentos excepcionales, víctimas del conflicto armado o la violencia, miembros de grupos étnicos, etc.).

Competencias a desarrollar

• Competencia 1: Analiza enfoques y teorías clásicas, contemporáneas y emergentes para favorecer los procesos de desarrollo, aprendizaje y socialización en contextos educativos y sociales.
• Competencia 2: Diseña propuestas de prevención e intervención basadas en la evidencia, con miras a promover el desarrollo humano en entornos educativos.