Una misión con sello sabana a bordo de un buque hospital

11 de noviembre de 2022, primer día de misión
Los 110 participantes de la misión fuimos citados en la puerta 5 del Aeropuerto Internacional El Dorado, a las 3:30 a. m. Allí, nos recogerían unos buses de la Armada Nacional de Colombia para llevarnos a una de las instalaciones de la Fuerza Aérea Colombiana y del Comando Aéreo de Transporte Militar (Catam).
Una vez dentro de las instalaciones, pasamos por todos los controles y filtros de seguridad para abordar el avión Boeing 737 – FAC 1220, en el cual seríamos transportados a la ciudad de Cartagena.
Cuando arribamos al aeropuerto Rafael Núñez, un grupo de militares nos dio la bienvenida para llevarnos luego a la Escuela Naval de Cadetes Almirante Padilla. Allí, el edificio de Oficiales de la Armada sería el lugar de alojamiento de cerca de 70 voluntarios. Sobre la 1:00 p. m., los integrantes del grupo restante, de 40 voluntarios (20 hombres y 20 mujeres), nos dirigimos a la Sociedad Portuaria de Cartagena, donde el buque USNS COMFORT (T-AH 20) del Gobierno de los Estados Unidos estaría atracado por los siguientes diez días.
El primer protocolo para ingresar al buque consistía en someternos a exámenes de tuberculosis para garantizar la sanidad de todos los actores involucrados en la misión. En seguida, nos dirigimos a los alojamientos asignados para pernoctar durante nuestra estancia. Después, recorrimos todas las áreas autorizadas del buque, desde la cubierta, el helipuerto, el comedor principal hasta la tienda de golosinas y refrigerios, entre otras. También nos adentramos en los espacios en que llevaríamos a cabo nuestra tarea de intérpretes durante los siguientes días: la unidad de cuidados intensivos, la sala pre y posoperatoria, y las salas de cirugía general y cirugías especializadas.
Desde el primer día que ingresamos al buque, el recibimiento del personal de las Fuerzas Militares de los Estados Unidos fue muy gratificante. Nos recalcaban la importancia de nuestro papel para ejecutar la misión; por ello, se mostraban muy agradecidos.
Del 12 al 18 de noviembre de 2022, días de misión
Durante esos días, nuestro rol de intérpretes fue crucial para desarrollar la misión. Nosotros éramos el puente de comunicación entre las personas que recibían la atención y el talento humano en salud de los Estados Unidos. Si los pacientes formulaban alguna pregunta sobre su tratamiento o cualquier asunto relacionado con su condición de salud, debíamos comunicarnos con los enfermeros, médicos y fisioterapeutas norteamericanos para resolver estas dudas. Para el correcto funcionamiento de nuestra labor, todos los 40 hombres y mujeres voluntarios debíamos estar prestos y disponibles para cubrir las necesidades de cada servicio en los diferentes horarios.
Así, cumplíamos dos turnos: el primero, desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde; el segundo, desde las seis de la tarde hasta las seis de la mañana del día siguiente. Cada día, se trazaba un cronograma de rotación para distribuir nuestro trabajo, con una asignación de un servicio y un horario.
Esa semana, vivimos una inmersión total en otra cultura, desde los horarios de alimentación, de descanso, el tipo de comida, la convivencia total con el manejo del inglés, entre muchas otras actividades. Yo cubrí cinco turnos en la noche. Cuando no tenía que ejecutar el papel de intérprete, aprovechaba para intercambiar impresiones culturales con las personas del entorno. En esos espacios, se conversaba acerca de los sistemas de salud de ambos países, la atención centrada en la persona, las diferencias en algunos procedimientos o protocolos, entre otros.
Por la ubicación del buque y de nuestros alojamientos, no había cobertura telefónica. Por día, solo subíamos tres veces a la cubierta por diez minutos, más o menos, a fin de establecer algún tipo de comunicación con nuestras familias.
Aprovechando el tiempo disponible, todos los días asistíamos a un club de revisión con los médicos del buque. Hablábamos de fisiopatología, diagnósticos y tratamientos de diferentes enfermedades. Este espacio era muy enriquecedor dada la interdisciplinariedad, pues los voluntarios teníamos formación en diferentes áreas y éramos de distintas universidades. Había médicos veterinarios, odontólogos, enfermeros, fisioterapeutas y médicos de universidades prestigiosas, como La Sabana, la Nacional de Colombia, la del Norte, El Bosque, la Javeriana, La Corpas, entre otras. De los 110 voluntarios, yo era el único fisioterapeuta hombre.
19 de noviembre de 2023, último día de misión
Después de una semana de trabajo intenso, de días agotadores y noches largas, pero con el corazón lleno de satisfacción por el deber cumplido, este día daba por concluida la misión Countinuing promise 2022 en Colombia, una experiencia inolvidable para nuestras vidas.
En la mañana, los voluntarios que nos encontrábamos a bordo del buque recibimos una despedida de agradecimiento por parte del personal de las Fuerzas Militares de los Estados Unidos. Nos entregaron un certificado para reconocer todo nuestro esfuerzo y dedicación.
Sobre las 11:00 a. m. abandonamos el buque con nuestras pertenencias, rumbo a un auditorio de la Escuela Naval de Cadetes Almirante Padilla. Allí otra vez nos reunimos todos los 110 voluntarios que apoyamos esta misión junto con las directivas, coordinadores y otros colaboradores de los Gobiernos colombiano y estadounidense; todos ellos a cargo de velar por que la misión fuera un éxito total. Exaltaron nuestro compromiso y el entusiasmo por hacer parte de esta experiencia.
Finalmente, nos dirigimos al aeropuerto de la ciudad de Cartagena para retornar a la capital del país en un vuelo de apoyo de la Fuerza Aérea Colombiana, con el sentimiento de haber actuado con dedicación y agradecidos con esta oportunidad de crecimiento profesional, pero, sobre todo, personal. Siempre dejamos en alto el nombre de la Universidad de La Sabana y de la Facultad de Enfermería y Rehabilitación, por formar fisioterapeutas y enfermeros para el mundo.
Artículos relacionados
Lörem ipsum lalig kros, mikrost diligen, Odellplatta inte dens sedan teler. Förarstödjare hamöligt emedan pejåsat och tilins: jag biosirade som manga pussa till limäras som desur.
Leidy Karina Soche Monsalve, promoviendo la colaboración global
Leydy Karina Soche Monsalve, quien se desempeñaba como coordinadora de Internacionalización de la Facultad de Enfermería y Rehabilitación, ganó la convocatoria 2023 de la Dirección de Relaciones Internacionales, cuyo objetivo era “formar en entornos prácticos al equipo de internacionalización de la Universidad, a la vez que se fortalece la visibilidad y los lazos interinstitucionales para la identificación de oportunidades de colaboración”. La convocatoria estaba dirigida a los enlaces de internacionalización de las unidades académicas y ofreció la cofinanciación de los gastos de viaje del ganador, quien debía gestionar un apoyo complementario por parte de su unidad.
>

CONTACTO
Tus comentarios y preguntas son importantes para nosotros. Diligencia este formulario y nos pondremos en contacto. También puedes venir a visitarnos y resolveremos tus dudas.