30 años de servicios prestados

Ingresé a la Universidad de La Sabana en 1992 como coordinadora de Investigación de la Maestría en Educación (de Planta tiempo parcial). Posteriormente, me desempeñé como directora de Departamento y de los programas de posgrado — Especialización en Gerencia Educativa y Maestría en Dirección y Gestión de Instituciones Educativas—. Actualmente, me desempeño como directora de la Línea de Investigación Institución Educativa, Currículo y Gestión en el Doctorado en Educación. También trabajé durante 10 años como profesora cátedra y tutora de la Licenciatura en Administración y Supervisión Educativa.

Al cumplir 30 años de servicio, siento un profundo agradecimiento con Dios, por haber puesto en mi camino a una Institución inspirada por un santo, San Josemaría Escrivá de Balaguer, y por ideales cristianos con los que me he sentido identificada siempre porque han sido también el motor de mi proyecto de vida. Me invade, además, una inmensa gratitud con esta Universidad que me ayudó a crecer como universitaria —estudiante de Licenciatura, docente investigadora de la Facultad de Educación y contribuyó en mi formación doctoral—. Aprendí del ejemplo de maestros y directivos, especialmente de los que dejan huella por su coherencia de vida y su accionar centrado en la persona, así como de las situaciones complejas de las dinámicas institucionales y el crecimiento de estas.

"La mayor enseñanza que me deja la Universidad de La Sabana es vivir siempre alegre y trabajar de acuerdo con la voluntad de Dios, obedeciendo sus designios y siendo feliz en cada reto que nos trae la vida: en lo personal, familiar y profesional."

De La Sabana me gusta el campus porque, en lo material, se refleja el espíritu que la anima, la obra bien hecha, el cuidado de los detalles pequeños y la grandeza y magnanimidad de sus fundadores y de quienes han secundado sus sueños y proyectos. Admiro a los rectores que han pasado por este claustro y han forjado y sostenido esta gran Universidad, así como a la cultura de la comunidad universitaria que se manifiesta en el trato a la persona, el cuidado de los recursos y la excelencia académica.

Recuerdo siempre a María Adela Tamés, vicerrectora y decana de la Facultad de Educación; de ella me llamaba la atención su personalidad, audacia, optimismo, actitud formadora y su fortaleza para trabajar duro, sin importar su edad y salud. Yo pensaba: “cuando sea mayor, quiero ser como ella”, mantenerse joven en las aulas y transmitir la sabiduría que se alcanza con el paso de los años.

La mayor enseñanza que me deja la Universidad de La Sabana es vivir siempre alegre y trabajar de acuerdo con la voluntad de Dios, obedeciendo sus designios y siendo feliz en cada reto que nos trae la vida: en lo personal, familiar y profesional.