Reconocimiento por servicios prestados

Liliana María Gutiérrez Coba

20 años de servicios prestados

“El tiempo pasa rápido cuando hacemos lo que nos gusta. Tal vez por ello, solo ahora, cuando me piden que escriba estas líneas, me detengo a pensar que han pasado 20 años desde que dicté mi primera clase en la Universidad de La Sabana. Recuerdo que mis salones estaban en el edificio A, donde antiguamente funcionaba la Facultad de Comunicación y que el primer encargo que tuve fue dirigir el periódico En Directo, por el cual pasaron varias generaciones de futuros periodistas haciendo sus primeros “pinitos”.

A veces, cuando veo en los noticieros a algunos de mis ex-estudiantes, ya maduros, ejerciendo el periodismo, me doy cuenta del paso del tiempo y también de las gratas experiencias que la docencia me ha dejado: las más de 2.000 personas que he podido formar en las aulas, los aprendizajes y los retos nuevos de cada día, porque ningún grupo de estudiantes es igual a otro y las asignaturas se van renovando, van cambiando aceleradamente, al igual que el periodismo en estos tiempos de adelantos tecnológicos frecuentes.

Sin embargo, aun cuando cambien los tiempos, las asignaturas o los edificios, la Universidad de La Sabana mantiene siempre ese sello que la caracteriza: el sentido humano. Y es precisamente ese factor el que hace que el trabajo aquí se lleve como una carga leve y se asuma con una sonrisa, incluso en los momentos de estrés, propios de toda actividad profesional. El buen ambiente laboral, el apoyo incondicional de los jefes, la cercanía de los compañeros y la buena actitud de los estudiantes se agradecen profundamente. Todo ello convierte la obligación de levantarse cada día a trabajar en un momento de disfrute y me hace pensar en cuánta razón tiene el tango de Gardel: “veinte años no es nada”.