Juan Alonso Sierra es un estudiante de último semestre de la carrera de Derecho que hoy realiza sus prácticas en la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado. Motivado por su jefe, el doctor Andrés Felipe Esteban Tovar, aplicó para participar en el Executive Training and Online Course on Investment Treaties and Arbitration for Government Officials y, entre muchos candidatos, resultó elegido para formarse en el Columbia Center on Sustainable Investment (CCSI) durante el mes de julio.

Durante este curso, Juan Alonso fue retado a rediseñar la política de negociación de tratados internacionales, y a replantear la forma en la que un Estado defiende sus intereses ante un arbitraje de inversión internacional. “He aprendido muchas técnicas de litigio en inversión internacional; también en el curso se hizo un breve repaso sobre los estándares de protección a la inversión extranjera”, comenta el estudiante a Campus.

Una de las grandes lecciones que le entregó este curso a Juan Alonso es la importancia de practicar y formarse en un idioma como el inglés, el cual le abrió la puerta a esta iniciativa. Además, afirma que “Durante el curso, tuve varios colegas de diferentes partes del mundo dedicados al arbitraje de inversión, a la defensa de los intereses de los Estados en esta práctica y pude aprender de sus experiencias”, añade Juan Alonso. Esto le permitió ampliar sus relaciones profesionales, pues conoció a personas de diferentes partes del mundo, que hoy se dedican a estos temas en cada uno de sus territorios.

La pandemia no ha frenado para nada a Juan Alonso. Desde su casa, en compañía de su abuela materna, hoy se comunica con personas de Argentina, Canadá, Filipinas y Japón para coordinar la defensa internacional del caso que le ha sido asignado. Sin duda, una de sus mayores ventajas es la posibilidad de colaborar con sus contertulios y aprender del trabajo conjunto y de sus metodologías, uno de los recursos de aprendizaje más acertados para no darse por vencido. Juan Alonso ha sido retado a rediseñar la política de negociación de tratados internacionales y a replantear la forma en la que un Estado defiende sus intereses ante un arbitraje de inversión internacional.Por ejemplo, la práctica en la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado le ha permitido que apoye procesos de prevención de litigios, identificando los riesgos en la expedición de decretos, que especialmente en esta época han sido más difíciles, pues las decisiones deben tomarse en tiempos más breves, analizando los posibles riegos. Juan Alonso comenta al respecto que “La práctica en la Agencia ha sido muy personalizada y, para mí, son absolutamente valiosas las retroalimentaciones, porque me forman como profesional y como persona”.

Juan Alonso afirma que una de las recomendaciones para que los estudiantes apliquen a este tipo de iniciativas debe ser la pasión por la carrera, ”Deben estar decididos a ser abogados éticos, como lo enseña la Universidad; sean estudiantes proactivos y sueñen con estar detrás de los tribunales como representantes legales del Estado, como consultores, como abogados in house o representantes de empresa”.