El mejor estudiante de pregrado en derecho es de La Sabana


El estudiante Pedro Rivas Robledo, de doble programa en Ciencias Políticas y Derecho, fue reconocido como el mejor estudiante de pregrado de Derecho del país por la Corporación Excelencia en la Justica (CEJ), una reconocida organización de la sociedad civil que promueve la excelencia en la justicia mediante el liderazgo de planes, programas y acciones dirigidos a generar una transformación cultural e institucional de la justicia en Colombia.
Con 23 años, Pedro cursa octavo semestre de Derecho y séptimo de Ciencias Políticas; así mismo, ha participado en una variedad de actividades extracurriculares y académicas que promueve la Facultad, entre las cuales se destacan:
Miembro de la Sociedad de Debate de la Universidad.
Monitor de la materia Teoría de la Constitución y del Estado.
Miembro del Semillero de Justicia Económica y autor del proyecto de ley 174 de 2020.
Contribuyó a construir la política pública de Gobierno Digital de la Nación a través de la regulación de los Servicios Ciudadanos Digitales (Resolución 1951 de 2022 del Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones).
Beneficiario de una beca para cursar el Programa para el Fortalecimiento de la Función Pública en América Latina de la Fundación Botín, desarrollada en Madrid, Santander, Galicia y la Universidad de Salamanca.
Hoy, trabaja para Confecámaras como articulador de propuestas de competitividad y productividad para el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026.
Para conocer más a profundidad el proceso de Pedro, te invitamos a leer la siguiente entrevista:
Campus: ¿Cómo fue el proceso de postulación? ¿Fue iniciativa tuya o te postularon?
Pedro Rivas: Fue un proceso largo y de mucha paciencia. El primer paso era surtir la convocatoria interna de la Universidad, pues cada facultad de derecho del país presentaba a sus candidatos y, ahí, empezaba el proceso de selección de la CEJ. A mí me llamó Julián Rodríguez, en su momento el director de Estudiantes, para contarme que la facultad me había seleccionado como su candidato oficial junto con otra estudiante. Así empecé el proceso de postulación que consistió en tres instancias.
Primero, el comité de preselección verificó el cumplimiento de los requisitos y criterios del premio; luego, decidió sobre la admisión de las postulaciones y preseleccionó las 10 mejores. Después, un jurado interdisciplinario analizó las postulaciones preseleccionadas y eligió a las tres mejores. Finalmente, la Junta Directiva de la CEJ escogió al ganador. Todo este proceso, con el objetivo de escoger al candidato más adecuado desde los criterios del impacto social, el rendimiento académico y el liderazgo.
C: ¿Cómo te enteraste de que habías ganado? ¿Qué sentiste, qué dijo tu familia?
P.R.: Estaba en Carulla con una amiga y me llamó Julián. Se me hizo muy raro porque la llamada fue un día entre semana, a las 5 de la tarde. Le contesté y me dijo que se comunicaba conmigo para transmitirme una muy buena noticia y era que la CEJ lo había llamado hacía unos minutos para informarle que me habían seleccionado a mí como ganador del premio a Mejor Estudiante de Pregrado y que me invitaban a la ceremonia de premiación, junto con la Gran Cumbre de la Justicia, en presencia de los presidentes de las Altas Cortes, el fiscal general de la Nación, el contralor general de la República, el defensor del Pueblo, la procuradora general de la Nación y el ministro de Justicia. Todos ellos entregarían el balance de su gestión.
Sentí una alegría inmensa, un sentimiento de trabajo bien hecho. Pero no podía contarle a nadie hasta el día de la ceremonia, excepto a los familiares que me iban a acompañar ese día. Apenas llegué a casa, llamé a mis padres; les pedí que me pusieran en altavoz para que los dos me escucharan y les conté las noticias. La emoción de ellos fue una de las sensaciones más bonitas y satisfactorias que he sentido en mi vida. Cuando ellos y mis abuelos me dijeron lo orgullosos que estaban de mí, ahí sentí que todo el esfuerzo que había hecho durante estos años había valido la pena. Me sentí realizado.
C: ¿Cómo fue el día de la ceremonia?
P.R.: Toda la mañana tuve nauseas por los nervios. Pero la compañía de mis padres, además del apoyo y orgullo de tantas personas queridas, me permitieron sentirme muy tranquilo y reconfortado. A medida que avanzaba el día y se acercaba el momento de la ceremonia, empecé a pensar y reflexionar mucho. Me sentía profundamente agradecido, pero también con un peso enorme sobre mis hombros. Siempre me ha gustado pensar mi vida en torno a servir a los demás, lo cual no creo que sea una consideración ajena a las personas que hemos escogido esta profesión, pues al fin y al cabo es una vocación que gira en torno a eso, el servicio.
Y entonces, cuando uno interioriza esa idea, todos los logros profesionales deben pensarse en virtud de cómo me van a ser útiles para servir más y servir mejor a los demás. Y ese, creo yo, debía ser el sentido del reconocimiento; convertirlo en herramienta para potenciar mi capacidad de servicio. Esa fue la reflexión de ese día y el enorme reto que me llevé a casa: ¿cómo va a ayudarme el hecho de ser el mejor estudiante de derecho del país para servir mejor?, ¿cómo eso va a impulsar y mejorar el servicio que brindo a mis compañeros, amigos, familia, comunidad y país?
C: ¿Qué significa este reconocimiento para ti? ¿Consideras que influirá en tu futuro profesional?
P.R.: Creo que es un reconocimiento que puede abrir muchas puertas y que estoy seguro de que ampliará mi horizonte profesional. Pero, además de eso, este premio significa algo más: una oportunidad para inspirar a otros estudiantes de Derecho a que hagan parte del cambio desde que son estudiantes; quiero convencerlos de que no tenemos que esperar a tener muchas maestrías, doctorados y años de experiencia para empezar a impactar de manera muy favorable en nuestro entorno.
Quiero que mis acciones como estudiante —que me llevaron a ganar la distinción de la CEJ— se conviertan en prueba de que, incluso siendo “simples” estudiantes, tenemos la oportunidad de poner nuestros talentos y habilidades al servicio de los demás, generando impactos tangibles y reales en el mundo. En todas las etapas de nuestro proceso formativo, podemos contribuir a la construcción de país; solo hace falta identificar nuestras capacidades y ponerlas al servicio de los demás. Ese es el mensaje que quiero trasmitir con este galardón, que desde hoy somos genuinos factores de cambio.
C: ¿Cuál crees que es el papel que cumple la Universidad de La Sabana en tu formación?
P.R.: Sin lugar a duda, la Facultad ha desempeñado un papel indispensable, no solo en mi crecimiento personal y profesional, sino en las oportunidades que aproveché y que me llevaron a ganar el premio. Fue la Facultad la primera que confió en mí, permitiéndome ser monitor y disponiendo los medios para participar en proyectos y dirigir otros. Es la que se ha esforzado por construir semilleros sólidos, con proyección social e impacto tangible, así como por ofrecer a sus estudiantes oportunidades de crecer por fuera de las aulas. La Facultad se esfuerza mucho para que sus estudiantes se involucren y solucionen problemas de la vida real, y eso se nota en sus estudiantes.
C: ¿Qué consejos les darías a los estudiantes para alcanzar este tipo de reconocimiento?
P.R.: Que aprovechen todas las oportunidades que se les presenten para participar en proyectos, semilleros, grupos de investigación, monitorias, grupos extracurriculares, etc. Las mejores oportunidades en esta etapa de la vida van ligadas a haber hecho un buen trabajo en una oportunidad previa. Cuando uno aprovecha los espacios y además hace un buen trabajo, eso nunca pasa desapercibido por aquellas personas que van a necesitar a los buenos estudiantes para proyectos futuros, que cada vez serán más grandes y destacados.
Artículos relacionados
Lörem ipsum lalig kros, mikrost diligen, Odellplatta inte dens sedan teler. Förarstödjare hamöligt emedan pejåsat och tilins: jag biosirade som manga pussa till limäras som desur.
"Diplomas no expedidos": una exposición sobre la guerra en Ucrania llega a La Sabana
La Universidad de La Sabana será el escenario de la exposición "Diplomas no expedidos", una muestra conmemorativa que rinde homenaje a la memoria de 40 estudiantes ucranianos cuyas vidas fueron arrebatadas por la agresión rusa.
>

CONTACTO
Tus comentarios y preguntas son importantes para nosotros. Diligencia este formulario y nos pondremos en contacto. También puedes venir a visitarnos y resolveremos tus dudas.