El Instituto Forum de la Universidad de La Sabana realizó el Fórum de la Felicidad: "La Diferencia Marca la Diferencia", donde el profesor Juan Pablo Marín habló de cómo las situaciones adversas se pueden canalizar en realidades positivas en el entorno humano, social, profesional y laboral.

A lo largo de la vida, cada persona se moldea a partir de su aprendizaje y sus percepciones del exterior. Por eso, a veces se cae en estereotipos y se desea encajar en estos. Juan Pablo Marín, publicista, escritor y profesor del Instituto Forum de la Universidad de La Sabana, brinda una perspectiva acerca de cómo los estereotipos atrapan a la gente. Según él, estamos influenciados por el entorno político y aprendemos a describir cada situación de cierta manera, lo cual se relaciona con nuestra forma de comunicarnos y movernos en dicho escenario.

Esta tendencia a crear estereotipos surge, en parte, debido a la costumbre de hacer suposiciones sobre los demás, alimentados por creencias generalizadas en casos específicos.

Marín es sin duda un ejemplo de actitud, determinación y perseverancia. Desde muy joven, afrontó la vida desde una perspectiva distinta; a los cuatro años comenzó a perder progresivamente el movimiento en sus pies y manos, debido a una enfermedad de las neuronas motoras. A pesar de ello, ha aprendido a valerse de una silla de ruedas para desplazarse y eso no lo desanima; más bien, se enfoca en los aspectos favorables de la vida.

"Me muevo entre las marcas y la gente en una silla de ruedas. Vivo en un mundo convencional con una actitud no convencional", afirma. Su historia es un testimonio inspirador de cómo enfrentar los desafíos con entereza y superar cualquier obstáculo con una mentalidad optimista.

Él, autor del libro A fuerza de discapacidad, brinda una perspectiva reveladora sobre cómo se desafían los estereotipos en diversos entornos, como el modelaje, la comida y los automóviles, los cuales han logrado triunfar en el mundo precisamente por no ser perfectos. "En la diferencia hay potencial. Hay mucho potencial. La diferencia es una respuesta estratégica al estereotipo", expresó resaltando el valor de lo distinto. Además, aclara: "Es mejor ser diferente que ser mejor", enfatizando en que se debe abrazar la singularidad y buscar la riqueza con las mejores cualidades que se tienen. Esta mirada invita a apreciar y aprovechar las peculiaridades para alcanzar logros significativos y desafiar las posibles percepciones limitantes.

Para Marín, la diferencia no debe residir en la percepción de tener capacidades limitadas, sino, por el contrario, en potenciar las habilidades que se poseen. "Yo soy distinto, no porque esté en una silla de ruedas; allá afuera hay miles, millones de personas en silla de ruedas. Eso no es diferencial. La diferencia está en la forma en que me veo, en saber de lo que soy capaz, en mis valores". Con estas palabras resalta lo importante que es enfocarse en las aptitudes y valores personales como la verdadera esencia que define a cada individuo, más allá de las circunstancias físicas o externas.

Sin embargo, en numerosas ocasiones, el mundo está configurado para adecuarse a ciertos tipos de personas y, lamentablemente, son aquellos que se destacan por su diferencia quienes deben adaptarse a las formas de vida establecidas. "En mi caso particular, es complejo un mundo diseñado para otro tipo de personas. En este caso, soy yo el que debo adaptarme al entorno", afirmó. Esta realidad revela los desafíos que a menudo deben afrontar aquellos que no encajan en los estándares convencionales; de ahí, la pertinencia de reflexionar sobre la importancia de la inclusión y la diversidad en todos los ámbitos de la sociedad.

En muchas ocasiones, erróneamente se asume que otras personas no pueden realizar ciertas acciones debido a las propias limitaciones; se juzga a los demás en función de cada estereotipo y prejuicio. "Lo evidente tiende a tener relación con el estereotipo, dado que se basa en la percepción y la manera de pensar sobre un caso específico. Sin embargo, más allá de la imagen, está lo actitudinal. Pensamos que el otro, como no tiene las mismas diferencias, no está en capacidad de hacer una actividad; precisamente ese es, muchas veces, el error. Uno no puede decir qué puede hacer el otro o no, solo porque está en una condición distinta", aclara Juan Pablo Marín. La diferencia es parte esencial del camino hacia el crecimiento personal. Sin embargo, se necesita reconocer que el entorno de una persona y las personas que la rodean pueden llegar a limitarla, creando así barreras mentales. Con el objetivo de evitar caer en esta discapacidad autoimpuesta, se proponen tres pasos fundamentales.

"Yo soy distinto, no porque esté en una silla de ruedas; allá afuera hay miles, millones de personas en silla de ruedas. Eso no es diferencial. La diferencia está en la forma en que me veo, en saber de lo que soy capaz, en mis valores".

En primer lugar, se deben reconocer y asumir las diferencias como un desafío inspirador. Marín sostiene que este principio de aceptación comienza con un autoanálisis para entender quién es cada persona y cuáles son sus capacidades. Se trata de inventariar las diferencias y trabajar desde la aceptación de estas. Cuando cada persona se reconoce, identificando sus debilidades y habilidades, aparece la estrategia para gestionar un cambio en cada mentalidad.

El segundo paso consiste en potenciar las situaciones particulares: evaluar las capacidades y determinar cuáles requieren mayor desarrollo para que no se conviertan en debilidades. Se trata de identificar las áreas de mejora y enfocar los esfuerzos para fortalecerlas.

En tercer lugar, se aboga por promover y magnificar las diferencias, otorgándoles un valor diferencial. En lugar de ocultar o minimizar las peculiaridades, se invita a resaltarlas y utilizarlas como una ventaja competitiva.

La invitación final consiste en aprender de las experiencias y afrontar las situaciones con competencia, aceptando las realidades de los demás, incluso cuando parezcan imposibles. La resiliencia y la persistencia deben ser pilares fundamentales cada día para superar las barreras autoimpuestas y abrazar plenamente la autenticidad.