Quién fue José Gregorio Hernández, el primer santo venezolano

Desde el hospital Gemelli de Roma, y con una pulmonía que ha deteriorado su estado salud, el sumo pontífice declaró al médico José Gregorio Hernández como santo, convirtiéndose en el primer venezolano en ascender a los altares de la Iglesia Católica.
El médico venezolano José Gregorio Hernández, más conocido como el médico de los pobres fue canonizado por el papa Francisco desde el hospital Gemelli, en Roma, lugar en donde ha estado interno dos semanas tras ser diagnosticado con una pulmonía bilateral.
La decisión fue tomada después de que en el año 2021 Hernández fuera beatificado y seguido por los venezolanos, que, durante mucho tiempo, le han atribuido milagros.
Una de las causas que ha llevado a su beatificación y reciente canonización es la salvación de Yaxury Solórzano Ortega, una niña de 10 años que recibió un impacto de bala en la cabeza. Aunque los diagnósticos médicos eran desalentadores la madre de la niña pidió intercesión del entonces beato José Gregorio Hernández. Tras enfrentar una compleja cirugía con pronósticos poco favorables para su calidad de vida en caso de quedar con vida, la salud de la niña se sanó milagrosamente.
Bernardo Estrada, capellán de la Universidad de La Sabana y jefe del Departamento de Teología en la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas de la misma institución, explica que esta decisión le tomó tiempo a la Iglesia Católica porque para que la iglesia beatifique primero y canonice después, se requieren dos milagros, uno para cada paso. “Esos milagros son estudiados por médicos expertos que llegan a la conclusión de que hubo una intervención extraordinaria de la gracia divina, pues no tiene causas justificantes humanamente hablando. En el caso de José Gregorio, se estudió y aprobó un milagro por su intercesión (es decir, que el santo fue invocado como ayuda para obtener el milagro) el 18 de enero del 2021, y el papa aprobó la beatificación. La ceremonia tuvo lugar el 30 de abril del 2021. El segundo milagro no ha ocurrido todavía. Sin embargo, el Santo padre, oídos los expertos del Dicasterio, ha decidido proceder a la canonización sin milagro, pues él posee la potestad suprema de la Iglesia”.
Un santo entre creencias populares
José Gregorio Hernández se dedicó a la medicina y a curar a los más pobres de su pueblo natal Isnotú (Venezuela). Si bien adelantó sus estudios de medicina entre la Universidad Central de Venezuela (UCV) Paris (Francia) y Berlin (Alemania), nunca dejó de lado su objetivo de sanar a los más desfavorecidos. Se destacó también por su rol de investigador y docente. Desde siempre fue creyente e inclusive entró al monasterio de la orden de San Bruno al que llegó el 16 de julio de 1908 y del que regresó el 21 de abril de 1909.
Hernández murió en un accidente tras ser arrollado en una esquina de Caracas, Venezuela. Falleció por un golpe en la cabeza y a causa de la falta de personal médico que lo atendiera. Desde entonces, la veneración popular con la que ha contado, también ha sido utilizada con fines económicos. Lo anterior, no solo ha llevado a que se distorsione su imagen, vinculándola al servicio de algunas personas que practican rituales de magia popular e invocación de espíritus. Sin embargo, para Estrada “en estos casos la Santa Sede asume una actitud de prudencia y espera un tiempo, a que se decanten esos ritos populares y se filtre lo que es auténticamente cristiano –José Gregorio fue un cristiano ferviente y católico practicante, que se asoció a la orden franciscana, sin pertenecer propiamente a ella–. Por eso transcurrió un siglo entre su muerte y su beatificación”.
Artículos relacionados
Lörem ipsum lalig kros, mikrost diligen, Odellplatta inte dens sedan teler. Förarstödjare hamöligt emedan pejåsat och tilins: jag biosirade som manga pussa till limäras som desur.
Ágil, la palabra de moda
Ágil es una de las palabras de moda, a pesar de ser tan antigua como la lengua misma. Es un adjetivo para indicar que algo «se mueve con soltura y rapidez», según el Diccionario de la Lengua Española. Y esas nociones —las de rapidez y movimiento— aparecen en todas sus definiciones, incluso las históricas. Basta mencionar la de Sebastián de Covarrubias de 1611, que la definió como «el ligero que con destreza, desenvoltura y facilidad se mueve a hacer cualquier cosa».
>

CONTACTO
Tus comentarios y preguntas son importantes para nosotros. Diligencia este formulario y nos pondremos en contacto. También puedes venir a visitarnos y resolveremos tus dudas.