La participación en competencias académicas, como el Concurso Estudiantil de Juicios Empresariales, organizado por la Cámara de Comercio de Bogotá, es una experiencia académica y una lección de vida que ha dejado una profunda huella en un grupo de estudiantes de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana, destacados por visibilizar qué es el Aprendizaje Unisabana y cómo la Facultad les ha brindado las herramientas necesarias para experimentar el sistema de aprendizaje experiencial con impacto tangible, con el fin de fortalecer la actitud humanista dentro de su formación profesional.

El valor del proceso de aprendizaje

Los estudiantes participantes del Concurso, Valentina Sierra, Luciano Charry, Vanessa Hurtado, León Martín y Abril González, se centraron más en el proceso de aprendizaje que en los resultados. Para ellos, adquirir nuevos conocimientos, trabajar en equipo y perfeccionar las habilidades de escritura y oralidad es más valioso que ganar o perder. Esta lección ha dejado una huella duradera en la perspectiva sobre su carrera en Derecho. Como futuros abogados, reconocen que es más relevante enfocarse en el crecimiento constante y en la mejora de sus habilidades, que tener o no la razón.

Crecimiento personal y profesional en un mundo competitivo

En un mundo cada vez más competitivo, las participaciones académicas cumplen un papel fundamental en el crecimiento personal y profesional, pues diferencian a los futuros abogados en el mercado laboral y ofrecen una amplia gama de beneficios.

Desde una perspectiva de crecimiento personal, esta participación fomenta el desarrollo de habilidades blandas esenciales, como la comunicación asertiva, la escucha activa, la atención al detalle y el trabajo en equipo. Los estudiantes destacan que el trabajo colaborativo es un camino relevante para el aprendizaje mutuo, así como contar con un equipo que ayude a alcanzar las metas previstas y brinde confianza; factores esenciales para llegar al éxito.

Desde una perspectiva de crecimiento profesional, estos espacios permiten adquirir un conocimiento especializado en temas de interés y relevancia social. Además, se establecen contactos valiosos y se crean relaciones beneficiosas para el futuro profesional.

Andrés López, uno de los profesores y entrenadores que acompañó a los estudiantes durante el Concurso, resaltó las competencias que proporcionan estos escenarios simulados, los cuales reflejan la realidad profesional a la que se enfrentarán. Igualmente, destacó que este tipo de experiencias impulsa a los estudiantes a investigar, trabajar en equipo, enfrentar presiones similares a las que experimentarán en sus carreras y a argumentar bajo presión ante auditores diversos.

Andrés López reconoció que la motivación voluntaria de los estudiantes, sin la influencia de calificaciones, es un desafío, pero considera que los frutos de esta experiencia en el desarrollo de las competencias profesionales y la construcción de una hoja de vida competitiva hacen que valga la pena.

El valor de la práctica jurídica

Los estudiantes compartieron una experiencia significativa durante el concurso, relacionada con la elaboración de un memorial. Esto les permitió entender cuánto valor entraña una estrategia de defensa y la elaboración de argumentos jurídicos. Con esta tarea, se dieron cuenta de la necesidad de tener un plan de trabajo efectivo que permita la participación de todos, de manera coherente y coordinada.

Valentina Sierra y Abril González, dos de los estudiantes participantes, destacaron la práctica jurídica en su carrera. Valentina señaló que su jefe enfatizó en el conocimiento y las competencias adquiridas, recreadas en un ambiente controlado y simulado. Abril González agregó que la práctica jurídica desafía los conocimientos teóricos y ayuda a desarrollar una visión interdisciplinaria, esencial en esta disciplina, así como las habilidades para manejar variados factores, como las emociones, la gestión del tiempo y la adaptación a situaciones imprevisibles.

Esta experiencia es un recordatorio de que las competencias académicas y la práctica jurídica ofrecen a los estudiantes la oportunidad de crecer, tanto en el campo personal como en el profesional. A menudo, los desafíos académicos pueden parecer abrumadores, pero la recompensa en términos de aprendizaje y crecimiento es inmensa. “Muchas veces no nos atrevemos a participar en los concursos por la carga académica; sin embargo, es importante tener en cuenta el valor de estas experiencias para nuestro crecimiento. ¡Atrévete a dar la milla extra!”, dicen los estudiantes.

El profesor López extiende una cordial invitación a sus colegas académicos para que se animen y se arriesguen a participar en actividades similares, sabiendo que en términos de tiempo son sumamente fructíferas para los profesores y los estudiantes. Así mismo, destaca la oportunidad de incentivar a los estudiantes y formarlos integralmente, lo cual también implica trabajar en la promoción de empresas más responsables socialmente, respetando los derechos humanos. A pesar de los desafíos inherentes a la creación de normas en un régimen en evolución, López resalta la compensación que da estar a la vanguardia.