El tiempo de confinamiento ha facilitado la interacción familiar más que nunca. Para los niños, sin duda, esta ha sido una oportunidad para compartir más tiempo con sus padres, hermanos y otros familiares. Sin embargo, hay quienes viven otra realidad.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el confinamiento en el mundo ha aumentado los hechos de violencia y abuso sexual contra los menores, así como la venta, tráfico y explotación sexual. “Sin unas garantías mínimas de protección y de armonía familiar, este confinamiento incrementará la incidencia de problemas de salud mental infantil”, explica Amanda Rodríguez, jefe del Departamento de Afectividad y Sexualidad del Instituto de La Familia de la Universidad de La Sabana.

Así mismo, según Medicina Legal, entre enero y marzo, en Colombia se realizaron 4.842 exámenes médicos legales por presunto delito sexual contra menores entre 0 y 17 años.

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) afirma que un acto de abuso sexual no se refiere a actos físicos, exclusivamente, sino también alentar que un menor toque de manera inapropiada a un adulto y/o se genere seducción verbal.

El exhibicionismo, la producción de pornografía infantil, el voyeurismo y la exposición del niño a la pornografía también son formas de abuso sexual. Además, la American Psychological Association (APA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), exponen que la mayoría de las víctimas y los autores se conocen entre sí. Los padres pueden tener presentes algunas estrategias que ayudarán a prevenir cualquier forma de abuso sexual infantil, dentro o fuera del confinamiento.