Qué se debe tener en cuenta para enfrentar la nueva normalidad si sufre de un trastorno mental
Por: Enfermera Paola Sarmiento, profesora de la Facultad de Enfermería y Rehabilitación
Este año ha representado para toda la humanidad el año de los cambios, sin importar la edad, la condición social o la actividad laborar o académica que se realizaba regularmente, todas las personas sin excepción hemos experimentado modificaciones en las rutinas a causa de la pandemia por Covid-19.
De acuerdo con los reportes epidemiológicos en la mayoría de los países ya se cruzó por una primera etapa con las cifras altas y preocupantes de contagios y muertes, este proceso estuvo acompañado por el aislamiento en los hogares, interrupción de las actividades al aire libre y algunas actividades se modificaron de presenciales a virtuales desde el hogar.
Sin duda alguna, no todas las personas estaban preparadas para este proceso cambios y de forma especial los pacientes con diagnósticos asociados a trastornos mentales tuvieron que afrontar el control de síntomas y tratamientos. En Colombia, luego del primer “pico” de la pandemia, estamos conociendo y experimentando la nueva normalidad, en la que aún está presente el virus del Covid-19, pero se intenta retomar gran parte de las actividades regulares con algunos cambios y restricciones.
Para las personas con trastornos mentales, el fin del confinamiento, asociado a la nueva normalidad puede significar nuevamente un riesgo de una recaída o de un agravamiento de los síntomas. No se puede asegurar que una nueva crisis reaparezca, pero se pueden tomar medidas para el autocuidado, buscar señales precoces de recaída, y establecer un plan específico para atravesar situaciones difíciles, como las creadas por la nueva normalidad. Es por eso por lo que, a continuación, se presentan algunas pautas para evitar recaídas en los trastornos mentales asociados a la nueva normalidad.
Pautas para evitar recaídas
Organizar el regreso a la normalidad de forma progresiva, como el introducir poco a poco nuevos elementos a la rutina diaria y en la medida en que se sienta cómodo ampliar la duración, incluir en la programación los horarios para toma de medicamentos, consultas y tiempo para el descanso.
Realice una lista de los aspectos positivos que descubrió y practico durante el periodo del confinamiento e intente conservar los que aportaron para su salud mental y física.
Es importante seguir o retomar el plan de tratamiento con medicamentos o psicoterapia.
Estar atento a las primeras señales que precipitaron crisis previas, como los cambios en el estado de ánimo, modificaciones en el patrón de sueño; ya sea por exceso o por ausencia, aislamiento, ansiedad, sentimientos de incapacidad para retomar actividades cotidianas, entre otros, deben ser reportados al sistema de salud en la consulta programada o buscar la forma de anticipar un encuentro con el especialista.
Prevea que cuando se sienta abrumado o con síntomas que le precipitan una crisis, usted busque un familiar o una persona de confianza para comentar lo que le ocurre y de ser necesario acudir acompañado a la consulta prioritaria o de urgencias según su sistema de salud.
Seleccione las noticias que recibe asociadas a la pandemia, y asegúrese de la veracidad del medio de información que seleccione.
Finalmente, no olvide que siempre puede buscar ayuda profesional, en caso de que sientas que la situación es incontrolable.