VII Simposio de interdisciplinariedad en Bioética, VII en Salud mental y V en Epidemiología
“Salud mental en profesionales de la salud en tiempos de Covid”
"No se puede concluir este Simposio sin antes agradecer a todos los que asistieron a estas dos jornadas y, sobre todo, a los profesores que nos acompañaron: sin ustedes y ellos el Simposio no habría sido posible. Gracias también al apoyo logístico que recibimos de las personas que trabajan en UnisabanaHub; a la presentadora, la Dra. Sandra Toro y a los moderadores, los Dres. Luca Valera y Pedro Sarmiento. Quiero destacar que los docentes internacionales provienen de dos universidades recientemente catalogadas dentro de las primeras 10 instituciones de educación superior de América latina, según el último reporte de QS World University Rankings: la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Pontifica Universidad Católica de Argentina": Doctor Gilberto Alfonso Gamboa.
El 10 y 11 de junio de 2021 la Facultad de Medicina de la Universidad de La Sabana, en conjunto con la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Argentina- UCA, desarrollaron el VII Simposio de interdisciplinariedad en Bioética, VII en Salud mental y V en Epidemiología: “Salud mental en profesionales de la salud en tiempos de Covid”.
El evento tuvo como objetivo principal reflexionar sobre la salud mental de los profesionales de la salud en tiempos de pandemia, desde las áreas de la Bioética, Salud pública, Salud mental y Epidemiología. Adicionalmente, buscaba reslatar los factores que afectan la salud mental de los profesionales en los lugares de trabajo y proponer acciones que favorezcan el bienestar y la calidad de vida de los profesionales de la salud en los ámbitos personal y laboral.
Desarrollo del Simposio
Durante el acto de apertura, los doctores Álvaro Romero, Jaime Godoy y Hernán A. Seoane destacaron las siguientes ideas:
"Las facultades de Medicina están llamadas no solo a formar el talento humano en salud, en pregrado y posgrados, sino ayudar positivamente a que estos momentos de crisis se vivan de una mejor manera, y también a cuidar y preservar ese talento. El periodo poscovid tendrá complejas consecuencias en cuanto a las secuelas propias de la enfermedad y aquellas otras de las enfermedades crónicas que han estado desatendidas en este tiempo": Dr. Álvaro Romero, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Sabana.
"Es necesario encontrar las herramientas que permitan acompañar y sostener la acción diaria y la orientación a los colegas más jóvenes que se enfrentan a ella en la primera línea de atención, sin la experiencia y sin los medios": Dr. Jaime Godoy Fernández. Vicedecano académico de la Facultad de Medicina. Pontificia Universidad Católica de Chile.
"Ustedes son los héroes de esta pandemia. Hay que encontrar espacios de prevención y ayuda para todos. Los convoco a seguir apoyando a los profesionales en esta batalla", Dr. Hernán Augusto Seoane. Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Argentina- UCA.
John Bohórquez, asesor del Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia, mostró el panorama de la salud mental en el país, a partir de un estudio donde se relacionaron los riesgos que generan impacto psíquico con la resiliencia.
Desde Chile, el Dr. Jaime Sapag hizo un exposición sobre el tema del estigma que afecta a todo el personal de la salud y se suma al riesgo de contagio y a las situaciones de agresión; es un fenómeno global, la estigmatización tiene una larga historia y se percibe como una marca; es un problema social, cultural y sobre todo una experiencia personal. La estigmatización es un proceso que pone en riesgo la relación agente de salud – paciente. Se inicia por el contacto entre estas personas y la ignorancia de la ciudadanía, que por reacciones emocionales, estereotipos, prejuicios o comportamientos inadecuados pueden llegar a la violencia. Según un estudio que se presentó 4 de cada 10 agentes de salud experimentan estigma y 2 de cada 10 reciben trato violento. Se están desarrollando escalas para medir el estigma.
Desde Argentina, el Dr. Lenin Quevedo habló sobre el síndrome de burnout, con una perspectiva personal más amplia que no se limitó al ejercicio profesional. Ese estado de estrés, de cansancio emocional y físico, de despersonalización, de percepción del logro profesional disminuido, se asocia con modificaciones de las actividades domésticas, con la presión de tener que hacer cosas que superan la preparación profesional, y la necesidad de tomar decisiones al límite. Normalmente cuando se habla de burnout se dejan por fuera alteraciones de la esfera ética del individuo que también llevan al estrés y la injuria moral. El sentido del daño moral incluye la sensación de traicionar la profesión y a los pacientes y lleva al agotamiento sin búsqueda de ayuda, a la llamada fatiga por compasión. La disminución o falta de empatía con el paciente es una consecuencia del burnout como un mecanismo de defensa.
El aporte de Colombia al primer panel lo hizo la Dra. Yahira Guzmán. Mostró cómo los periodistas también son víctimas y se afectan por el trabajo de cubrir la pandemia: se han presentado choques entre ellos mismo, cosa que antes no pasaba. Sus reacciones al inicio fueron muy positivas (mayor sentido de compromiso, ver su actuación como un servicio para ayudar a mitigar los efectos de la pandemia). Sin embargo, el rigor de tiempo ha cambiado esta situación: la fatiga por las jornadas extendidas de trabajo y el mismo progreso de la pandemia han minado su optimismo y resistencia. Se habló también de la infodemia, de avalancha de las noticias falsas y de la gran responsabilidad que los periodistas tienen de informar con la verdad y sobre todo la manera de cómo lo hacen.
La segunda jornada inició con la conferencia “Pautas de la OMS/OPS para crear entornos saludables en el trabajo”, presentada por el Dr. Leonardo García, consultor en salud mental de la OMS/OPS. Allí se expuso que al transitar el tercer pico en la pandemia se incrementan los riesgos de contagio para todos. A partir de que no podemos desprendernos de nuestra condición como seres humanos, con potencialidades pero también con limitaciones, para no descuidar el bienestar y la calidad de vida para poder trabajar a cabalidad en función de las necesidades de los demás, se dieron pautas muy prácticas. Esto implica también asumir que sufrir estrés y tener emociones sea lo más natural. Pero hay estrategias que ayudan a favorecer el manejo de esas reacciones naturales.
El punto de partida es hacer a un lado la falacia del control: no podemos controlar todo. Luego hay que tener en cuenta elementos simples como la exposición a la luz solar; hacer pausas activas; limitar el contacto con los medios de comunicación; interactuar con los demás (escucha y validación emocional a los colegas); gestionar adecuadamente las emociones personales; realizar actividad física; diversificar las actividades diarias; cuidar el tiempo de sueño y el uso de las bebidas alcohólicas, etc. Tener en cuenta que existen líneas de ayuda; cursos especializados en línea sobre el manejo del estrés, etc.
Las intervenciones en el Panel fueron las siguientes:
La Dra. Adriana Bohórquez habló sobre “Salud mental global - ¿cuáles son los problemas de los profesionales de la salud?". En la literatura mundial se evidencia que hay problemas similares en la salud mental del personal de salud: aumento de la carga de trabajo, necesidad de protección personal, y el temor a infectarse ellos o sus familias. Las primeras revisiones sistemáticas tuvieron en cuenta personal no médico; se fueron incrementando los estudios observacionales; las prevalencias de trastornos (depresión, ansiedad, insomnio, burnout, estrés postraumático, etc.) estuvieron entre el 16 y el 23 %, cuando lo esperable es de 10%. Los estudios se han venido multiplicando y corroboran los hallazgos iniciales. Se presentó uno muy interesante enfocado en los profesionales recién egresados.
El Dr. Samuel Barbosa con el tema Resiliencia en la sociedad del cansancio y la pandemia, hace una revisión de corte filosófico para describir la situación actual que agudiza una situación de cansancio y agotamiento presente en las primeras décadas del siglo XXI; antes de la pandemia se daba un cansancio vital que se ha agudizado en el último año por la pandemia. Todos estos datos se encuentran en la Encuesta Nacional de Burnout de 2019. En ese contexto la resiliencia cobra particular relevancia para que las personas se adapten y funcionen adecuadamente en medio de la adversidad. Para desarrollar la resiliencia es importante partir por encontrar el sentido que tiene ese estado de adversidad.
Finalmente la Dra. Constanza Ovalle, presidente del Consejo Nacional de Bioética, trató sobre los Desafíos de educación en bioética para mejorar la vida colectiva. Hay que tener en cuenta que la Bioética es deliberativa, y se interesa por asuntos sociales, económicos y culturales, y no solo por el ámbito de la salud. El mundo actual está segmentado y hay crisis en todos los órdenes (una crisis ecosocial) que se ha desvelado por la pandemia. Hay que tomar conciencia de que en el cambio del comportamiento está buena parte de la solución a las crisis actuales, que incluye un compromiso público y de transparencia.
Desafíos en educación: vencer los prejuicios; manejar los conflictos, sobre la base del respeto de las partes; construir una conciencia del mundo que habitamos, conformado por otras formas de vida; respeto por la diversidad (metacultura del multiculturalismo); llegar a consensos sin principios; propiciar prácticas deliberativas; asumir un sentido de justicia sobre la base de la solidaridad (empatía); postura crítica y emancipadora; bien común; revolución punto cero en lo social: relaciones de apoyo mutuo.
"No se debe esperar solo a que el ser humano salga victorioso frente a la actual pandemia, sino que se debe apuntar a que la humanidad sea capaz de cambiar sus comportamientos; de mejorar sus sistemas de salud; de cambiar de manera innovadora su sistema económico y social; de proteger los ecosistemas procurando que sean saludables, sostenibles y con adecuados niveles de biodiversidad, corrigiendo la relación que se tiene con la naturaleza; de remediar la desigualdad social; de reorientar la globalización; de favorecer el teletrabajo; de reevaluar las convicciones ideologizadas y buscar un nuevo orden mundial, diverso al propuesto por la ONU: que la humanidad salga fortalecida porque aprendió las lecciones humanizadoras que el Covid-19 le ha dejado", concluyó el doctor Gilberto Gamboa, profesor de la Facultad de Medicina.