Misión Comfort: una experiencia inolvidable.
“La mejor experiencia de nuestras vidas”
Los 10 voluntarios de la Facultad de Enfermería y Rehabilitación que participaron en la pasada Misión Comfort definieron esta experiencia como la mejor de sus vidas, un tiempo para crecer profesional y personalmente, un espacio para desarrollar y afinar diferentes competencias y, además, para practicar la segunda lengua.
El rol de los voluntarios, que en total fueron 80 (de los cuales 60 prestaron atención terrestre y 20 en el buque), consistía en ser puentes de comunicación entre el personal médico y los pacientes. Debían traducir todas las conversaciones y consultas y, además, explicar la situación de la mejor manera. “Teníamos una responsabilidad muy grande, pues entender el vocabulario técnico y después explicarlo, aplicando los conocimientos en la disciplina, era un reto. Si cometíamos un error, podíamos confundir al paciente y afectar su salud”, comenta Johanna Lara, estudiante de noveno semestre de Enfermería. Sin embargo, en muchas ocasiones, los dejaban ejercer como tal la profesión, orientar al paciente y hacer pequeños procedimientos.
De la Facultad, participaron la profesora Margareth Alfonso y los estudiantes Catalina Rey, Ana Calza, Alejandro Ruiz, Camila Acevedo, Johanna Torres, Natalia Quevedo, Paula Luna, Camila Gahona y Juan Diego Parra.
El traslado fue por parte de la Fuerza Aérea Colombiana y, al llegar al lugar, estaban llenos de incertidumbre, pues no sabían a ciencia cierta cuál sería su rol.
Al iniciar cada día, ellos escogían en qué especialidad querían rotar; por eso, todos volvieron con experiencias de servicio diferentes, pero en su totalidad muy gratificantes. Entre ellas, podemos resaltar las siguientes: tres cirugías exitosas a hermanos que tenían paladar hendido, una reconstrucción de cuello en la que el paciente duró toda la semana en la Unidad de Cuidados Intensivos del buque, la atención a un niño con parálisis cerebral, un servicio de pediatría a un niño que caminó durante tres días para recibir cuidado médico, entre otras. Todos los pacientes, al finalizar, salían con una sonrisa de agradecimiento. En el caso de pediatría, Camila resalta: “verlos ansiosos y con miedo, y al final ver sus pequeñas caritas de felicidad, hacía que todo valiera la pena”.
¿Qué es la Misión Comfort?
La Promesa Duradera, como también se le conoce a la Misión, fue desarrollada por la Embajada de los Estados Unidos y su nombre se deriva del buque donde se movilizan: Comfort. El objetivo es prestar ayuda humanitaria y atención médica en diferentes partes del mundo.
La Misión Comfort en Colombia
Entre el 18 y el 27 de agosto de 2019, el turno lo tuvo Colombia, especialmente, la ciudad de Santa Marta. Hasta allí llegaron 7.469 pacientes de la capital del Magdalena, de regiones aledañas y de Venezuela. La atención se prestó en el buque, en el Coliseo Mayor y en el colegio INEM Simón Bolívar. En estos espacios, de acuerdo con las cifras de la Embajada de los Estados Unidos, atendieron a 2.741 pacientes de optometría, 866 de odontología, 138 procesos quirúrgicos, 3.724 pacientes pediátricos y a sus familias; también se realizaron intervenciones en fisioterapia.
Vídeo de 'Comfort' realizado por la Embajada de Los Estados Unidos
Conoce los voluntarios de la Facultad de Enfermería y Rehabilitación
Mi nombre es Margareth Alfonso, profesora de Fisioterapia hace 8 años pero llevo ejerciendo la profesión hace 10. Soy magíster en Intervención Integral en el Deportista de la Universidad Autónoma de Manizales, estudiante del Doctorado en Ciencias de Educación y Deporte de la Universidad Ramón Llull, Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación y del Deporte, Blanquerna, Barcelona, España. Certificada Internacional en Fisioterapia Global con el método de Mézieres, diplomada en Pensamiento del sur en educación: Edgar Morin y Paulo Freire.
Mi nombre es Alejandro Ruíz. El área de mi carrera que más me apasiona es la deportiva. Mis expectativas en cuanto a la Misión era poder servir con mis conocimientos de Fisioterapia y en lo que se necesitaran los pacientes y personal médico. Además quería practicar mis habilidades en la segunda lengua y cumplir expectativas personales como conocer por primera vez el mar y montar en avión.
Mi nombre es Johanna Lara. Mi área de interés en la carrera es la clínica de heridas. Mis expectativas en la Misión era poder servir, porque de eso se trata mi vocación y mi disciplina. Recibir las "gracias" de las personas es muy satisfactorio.
Mi nombre es Natalia Quevedo. Una de mis más grandes expectativas era poder participar de una actividad humanitaria donde sabia que se iba a ayudar a muchísima gente. También poder practicar mi segundo idioma; quería que fuera la experiencia de mi vida, me apasiona ayudar a la comunidad. Creo que ser voluntaria es algo que siempre querré hacer. Además, quería saber también cómo trabajan los profesionales de salud de otro país y que es una potencia, quería saber cómo se desempeñaban.
Mi nombre es Camila Gahona. Frente a las expectativas que tenía, se centraban en poder superar las barreras interculturales con personas extranjeras y las nativas de Santa Marta y sus alrededores. También, en poder prestar la atención de la mejor forma y la ayuda logística que se requiriera.
Mi nombre es Paula Luna Castillo.Tenía muchas expectativas en este voluntariado, las principales eran: poder adquirir mucho aprendizaje y conocer diferencias en el rol de Enfermería en Estados Unidos.
Mi nombre es Camila Acevedo. En mi carrera siempre me ha gustado mucho el enfoque de pediatría y tenía muchas expectativas e incertidumbre antes de iniciar el viaje.
Mi nombre es Catalina Rey. Al tener la reunión con la Embajada supe que podría practicar mi inglés y de ese manera poder ayudar a muchas personas. "Quería que mi traducción fuera una herramienta óptima para que todo el equipo de las Fuerzas Armadas Estadounidenses pudiesen dar una atención de calidad".
Mi nombre es Juan Diego Parra. Mi área de interés es la salud mental. En cuanto a mis expectativas de la Misión eran simplemente poder ayudar en todo lo que pudiera; poder contribuir a las comunidades que no tienen un buen acceso a un sistema de salud y conocer sobre las actividades que puedo hacer como enfermero en diferentes aspectos.
Mi nombre es Ana Calza. Yo veo la fisioterapia como un arte, que cada uno es un artista y moldea sus conocimientos para lograr un objetivo común que es potencializar el movimiento corporal humano y llevarlo a otros niveles. Lo que más me gusta trabajar es el deporte paralimpico, estar con personas con capacidades diversas. Mi expectativa con la misión es como todo, mi vocación por ayudar, por hacer así sea lo mínimo para alguien que tiene tanto dolor, que no sabe que tiene, de empoderar a las personas de su salud.