Civiles, combatientes extranjeros y mercenarios
en el conflicto ruso-ucraniano
Civilians, foreign fighters and mercenaries in the Russian-Ukrainian conflict
Matteo Fornari
https://orcid.org/0000-0002-2028-9599
Universidad de Milano-Bicocca, Italia
matteo.fornari@unimib.it
Recibido: 14 de abril de 2023 | Envío a pares: 28 de abril de 2023 | Aprobado por pares: 15 de agosto de 2023.
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Matteo Fornari, “Civiles, combatientes extranjeros y mercenarios en el conflicto ruso-ucraniano”, en Anuario Iberoamericano sobre Derecho Internacional Humanitario, 4 (2023), pp. 65-104. doi: https://doi.org/10.5294/aidih.2023.4.3
Resumen
El conflicto ruso-ucraniano presenta algunos aspectos y situaciones particulares que merecen atención. La resistencia ucraniana ha conseguido frenar el avance de las fuerzas rusas gracias también al apoyo activo de la población civil, tanto bajo nuevas modalidades (como, por ejemplo, el uso de teléfonos móviles para localizar a las fuerzas enemigas) como mediante formas de resistencia antiguas y consideradas generalmente caídas en desuso, como el levantamiento en masa. Además, este conflicto armado se caracteriza también por una importante participación de combatientes extranjeros y grupos mercenarios. Estas categorías de sujetos involucrados en las hostilidades merecen una evaluación jurídica. Debe tenerse en cuenta que la “crisis ucraniana” parece reflejar lo teorizado en la Doctrina Gerasimov (la “versión rusa” de la noción de “guerra híbrida”). Sin embargo, esta doctrina parece haber fracasado ante (también) la instauración de una guerra asimétrica llevada a cabo por las fuerzas (militares y civiles) ucranianas.
Palabras clave: conflicto ruso-ucraniano; levantamiento en masa; participación directa en las hostilidades; función continua de combate; combatientes extranjeros; mercenarios; guerra híbrida.
Abstract
The Russian-Ukrainian conflict presents some particular aspects and situations that deserve attention. The Ukrainian resistance has managed to stop the advance of the Russian forces thanks also to the active support of the civilian population, both under new modalities (such as the use of mobile phones to locate enemy forces) as through forms of resistance of ancient origins and generally considered disused, such as the levée en masse. In addition, this armed conflict is also characterized by significant involvement of foreign fighters and mercenary groups. These categories of subjects involved in hostilities deserve a legal assessment. It should be noted that the “Ukrainian crisis” seems to reflect what has been theorized by the Gerasimov Doctrine (seems to reflect the theorized in the Gerasimov Doctrine (the “Russian version” of the notion of “hybrid war”). However, this doctrine seems to have failed, (also) before the conduct of an asymmetric war carried out by the (military and civilian) Ukrainian forces.
Keywords: Russian-Ukrainian conflict; levée en masse; direct participation in hostilities; continuous combat function; foreign fighters; mercenaries; hybrid war.
Introducción
Contrariamente a la opinión de que en la guerra entre Estados actúan únicamente fuerzas armadas regulares convencionales, los conflictos contemporáneos suelen entrañar el uso generalizado de fuerzas no convencionales o irregulares. Que una amplia variedad de fuerzas especiales y unidades de inteligencia puedan estar involucradas encuentra su génesis en el conjunto de unidades militares y paramilitares especializadas desarrolladas durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) para llevar a cabo una gama de operaciones desde la acción directa hasta el apoyo a los movimientos de resistencia en territorio ocupado[1]. Por ejemplo, el 19 de julio de 1940, el entonces primer ministro del Reino Unido, Winston Churchill, autorizaba la creación de la Dirección de Operaciones Especiales (Special Operations Executive, SOE) con la tarea de llevar a cabo actividades de espionaje, sabotaje y reconocimiento militar contra las potencias del eje en Europa[2]; poco después, el 13 de junio de 1942, en Estados Unidos, el general Dwight D. Eisenhower creaba la Oficina de Servicios Estratégicos (Office of Strategic Services, OSS) para realizar actividades de espionaje, propaganda y subversión tras las líneas enemigas[3]; y tampoco conviene soslayar al movimiento partisano en la Unión Soviética, que comenzó una intensa actividad guerrillera contra el avance alemán del frente oriental, después de un llamamiento por radio de Stalin el 3 de julio de 1941.[4]
La participación de fuerzas especiales en operaciones clandestinas o encubiertas, o de fuerzas armadas que difícilmente pueden considerarse como pertenecientes a las fuerzas armadas regulares de los Estados beligerantes caracteriza también el actual conflicto que se está desarrollando en Ucrania. Además, en este escenario bélico actúan, de diversas maneras, combatientes irregulares[5], civiles o grupos de civiles. En Donbass, la región oriental de Ucrania, el ataque armado lanzado a gran escala el 24 de febrero de 2022 por las fuerzas armadas rusas fue apoyado por grupos armados separatistas de las dos provincias de Donbass, el grupo armado de la autoproclamada “República Popular de Donetsk” (RPD) y el grupo armado de la autoproclamada “República Popular de Luhansk” (RPL).[6] Por otra parte, la resistencia ucraniana ha conseguido frenar el avance de las fuerzas rusas gracias también al apoyo activo de la población civil bajo nuevas modalidades, como el uso de teléfonos móviles para localizar a las fuerzas enemigas, y mediante formas de resistencia antiguas consideradas generalmente caídas en desuso, como el levantamiento en masa. Además, este conflicto armado se caracteriza también por una importante participación de combatientes extranjeros y grupos mercenarios. Todas estas categorías de sujetos merecen una evaluación jurídica, que debe llevarse a cabo teniendo en cuenta que tanto Rusia como Ucrania hacen parte de los Convenios de Ginebra de 1949 y de los dos Protocolos adicionales de 1977.
Las siguientes consideraciones deben evaluarse a la luz de las características del conflicto ruso-ucraniano. Teniendo en cuenta que esta crisis tiene su origen en la ocupación de Crimea por parte de Rusia en 2014 y su posterior anexión, el conflicto entre Rusia y Ucrania se ha definido como una “guerra híbrida”, es decir, un conflicto caracterizado por una amplia gama de medidas militares, paramilitares y civiles manifiestas y encubiertas. Esta guerra híbrida también se conoce como “zona gris”, para indicar la existencia de un espacio intermedio entre dos realidades opuestas, la del conflicto armado y la de la situación de paz, cuya delimitación resulta esencialmente incierta en cuanto a la utilización de una variedad de instrumentos alternativos a la fuerza armada (entre otros, de índole económica, legal, o propagandística), con vistas a la consecución de un fin determinado sin el coste que implicaría recurrir a la fuerza militar. Como ejemplo más destacado de estas prácticas, se han venido señalando las actividades desarrolladas por Rusia en Crimea y en los territorios de Donetsk y Lugansk.[7]
En los círculos político-militares rusos la teoría de la guerra híbrida fue formulada por el jefe del Estado Mayor de la Federación de Rusia, el general Valery Gerasimov, en 2013.[8] Según la “Doctrina Gerasimov”, también los medios no militares son parte integrante de las estrategias bélicas y, en algunos casos, sustituyen a las técnicas militares. La difusión de noticias falsas en el espacio informativo, en la estrategia doctrinaria rusa, apunta a desestabilizar el tejido social del país con el objetivo final de minar la confianza de la población hacia su gobierno y las instituciones del propio Estado. Es el elemento civil lo que distingue la guerra híbrida de la guerra regular en la medida en que los actores no militares y las partes interesadas están explícitamente involucrados en los componentes políticos, informativos y económicos de la guerra.[9] Por ende, se pasaría de un escenario de guerra “clásica” a uno nuevo de guerra “híbrida” (o de “zona gris”) caracterizado por instrumentos y tácticas hacia el Estado rival como presión política (declaraciones oficiales, creación de noticias falsas, desinformación, propaganda y, por último, manifestaciones callejeras y disturbios); influencia indirecta (ataques informáticos, entrenamiento de grupos rebeldes); intervención militar de baja intensidad (short-of-war: grandes ejercicios, despliegue de tropas en la frontera, intervención de “voluntarios”, unidades clandestinas de las fuerzas especiales mezcladas con los rebeldes locales) y disuasión (patrullas aéreas agresivas cerca de las fronteras, aumento del nivel de alerta, ataques informáticos para inutilizar las capacidades del adversario) hasta llegar a la intervención con fuerzas militares para reducir la tensión entre las partes desplazándolas bajo la falsa bandera de las operaciones de peacekeeping con el gobierno local que, de hecho, está bajo la influencia política del Kremlin.[10]
El objetivo inicial de la acción de Rusia era desorganizar a Ucrania política, social y militarmente. La etapa inicial del conflicto se centró en la consecución de este objetivo mediante operaciones de información empleadas para configurar las condiciones políticas y sociales, y las operaciones cibernéticas y electrónicas empleadas para neutralizar la capacidad del gobierno ucraniano para comunicarse con sus ciudadanos, o para movilizar sus fuerzas armadas.[11] Rusia, bajo el pretexto de apoyar los intereses de los rusos étnicos aislados en el Donbas, empleó a partisanos y fuerzas no convencionales, junto con operaciones de desinformación, para fabricar la crisis en el Donbas.[12]
1. El involucramiento de civiles en el conflicto:el levantamiento en masa
A la espera de la invasión de Rusia, Ucrania se preparó para defender su territorio, entre otras cosas, formando a sus ciudadanos para servir como una “fuerza de resistencia”.[13] El 24 de febrero de 2022 el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy firmó un decreto sobre la movilización general de la población a raíz de la invasión de Rusia[14], y el siguiente 26 de febrero invitó a “todos los amigos de Ucrania que quieren unirse a la defensa” para ayudar a contrarrestar la invasión, al tiempo que las autoridades ucranianas distribuyeron casi 18.000 fusiles a los voluntarios en Kiev.[15] De esta manera, se materializaría el fenómeno del llamado “levantamiento en masa” (levée en masse), en el cual los habitantes de un país (no un individuo o pequeños grupos), que aún no ha sido ocupado, toman espontáneamente las armas cuando se aproxima el enemigo para oponerse a las tropas invasoras, sin tener tiempo para organizarse en una fuerza armada.[16]
Históricamente, el levantamiento en masa se entendía como un levantamiento general de la población para repeler la invasión de una fuerza que se acercaba al territorio nacional[17]; uno de los primeros ejemplos se remonta al Decreto francés del 23 de agosto de 1793.[18] Es, pues, una antigua norma de derecho internacional humanitario consuetudinario ya prevista en el Código Lieber de 1863[19] y codificada en el Reglamento de La Haya de 1907[20] y en el III Convenio de Ginebra[21], que ha vuelto a ser vigente con la participación de la población civil en el conflicto de Ucrania.
Hay que subrayar que este escenario se produce en un periodo de tiempo muy corto, es decir, durante la fase inicial de la invasión. El objetivo de los que participan en el levantamiento en masa es bloquear a las fuerzas enemigas tan pronto como estas fuerzas pongan un pie en el territorio nacional que se va a defender para impedir la invasión y, por supuesto, la ocupación.[22] Las personas que participan en el levantamiento en masa son consideradas combatientes, aunque no tengan tiempo para constituirse en fuerzas armada regulares, siempre que lleven las armas a la vista y respeten las leyes y costumbres de guerra[23]; es esta “conducta inmediata” de quien participa en el levantamiento en masa la que determina su estatuto de combatiente. Las personas que participan en el levantamiento en masa son actores armados que, incluso si actúan de forma espontánea y carecen de una organización y mando suficientes, se califican como combatientes.
Por ende, las personas que participan bajo esta modalidad en las hostilidades ya no pueden considerarse civiles, pierden la protección derivada del principio de distinción entre militares y civiles (la “Norma fundamental” codificada en el art. 48 del Protocolo I de 1977) y se convierten en un objetivo militar legítimo. Esto implica que el beligerante enemigo en la ejecución de un ataque contra los participantes en el levantamiento en masa – que pierden el estatus de civiles[24] – no estará obligado a tener en cuenta el principio de proporcionalidad (no estando más presentes, en ese preciso momento, los civiles).[25] Además, aunque no hayan tenido tiempo para constituirse en fuerzas armadas regulares, si estas personas son capturadas tienen derecho al estatuto de prisionero de guerra si portan armas abiertamente y respetan el derecho internacional humanitario (art. 4, letra A, párr. 6, del III Convenio de Ginebra).
En este escenario no están incluidos los habitantes de un territorio que combaten como partisanos (o maquis) después de que la invasión del enemigo se haya realizado.[26] Además, no es necesario que los habitantes que toman las armas hayan sido sorprendidos por la invasión[27]. En este sentido, advertir a la población del peligro inminente de invasión, o el hecho de que el presidente ucraniano haya instado a los ciudadanos ucranianos a organizarse para participar en la defensa del territorio nacional contra la invasión rusa, y que las autoridades hayan distribuido armas para hacer frente a la invasión inminente, no parece negar la existencia de un levantamiento en masa.[28] En este escenario, las personas, que aceptan la invitación del Gobierno ucraniano a participar en la defensa del territorio nacional y reciben un arma, no se encuentran en una situación de participación directa en las hostilidades, ya que no participan en las hostilidades de forma esporádica.[29]
Dicho esto, puesto que de la definición de levantamiento en masa se deduce que solo la población del territorio atacado puede participar en este escenario, no queda claro si aquellas personas extranjeras que se fueron a Ucrania para ayudar a detener la invasión de las fuerzas rusas serían elegibles para formar parte de un levantamiento en masa.
Por último, cabe preguntarse si el fenómeno del levantamiento en masa puede ser jurídicamente relevante en un contexto informático, en particular en dos escenarios. Cuando, por ejemplo, miembros de la población comienzan espontáneamente a sumarse a más operaciones informáticas en respuesta a una invasión de su país. En este caso, si las operaciones involucran a un gran segmento de la población y si apuntan a la fuerza invasora, los involucrados podrían calificarse como miembros de una levée en masse. El otro escenario sería cuando la población civil actúa para contrarrestar un ataque cibernético masivo, cuyos efectos son comparables a los de una invasión física por fuerzas enemigas. En este caso parecería difícil considerar existente un levantamiento en masa, ya que esta noción debe entenderse en sentido estricto, como algo que requiere la invasión física del territorio nacional.[30]
2. El involucramiento de civiles en el conflicto: la transmisión de datos militares a través de teléfonos móviles
En lo que respecta al involucramiento de la población civil en el conflicto ruso-ucraniano, un aspecto nuevo y particularmente interesante es el uso de teléfonos móviles por parte de civiles ucranianos para localizar a las fuerzas rusas. Ucrania ha creado una aplicación para dispositivos móviles para ayudar a las unidades de defensa aérea a complementar la información de radar sobre un objetivo aéreo para mejorar las posibilidades de derribarlo. Los civiles ucranianos pueden descargar en sus teléfonos celulares esta aplicación (llamada “EPPO”) para reportar la ubicación de misiles o drones, especialmente los que vuelan a baja altura, difíciles de detectar por radar. Si un civil se entera de que un misil de crucero, un dron o un avión de combate está llegando, necesita abrir “EPPO” en su smartphone, seleccionar el tipo de objetivo de aire, apuntar su smartphone en la dirección del objetivo y presionar un botón rojo. Los militares de defensa aérea verán una marca en el mapa, se complementará la información del radar y la amenaza podrá ser derribada.[31] Cabe destacar que al 30 de marzo de 2023, la aplicación “EPPO” se descargó 330.000 veces.[32]
El uso de esta aplicación plantea la cuestión de si los civiles ucranianos que la descargan y la utilizan para avisar en tiempo real amenazas enemigas se encuentran en una situación de participación directa en las hostilidades (PDH). Si así fuera, también en este caso estas personas ya no tendrían protección frente a los ataques, y podrían ser consideradas objetivos militares legítimos por las fuerzas rusas “mientras dure tal participación” directa en las hostilidades (art. 51, párr. 3 del Protocolo I de 1977).[33] La protección general de los civiles es, por lo tanto, condicional, ya que puede suspenderse cuando los civiles participen en actos o conductas que equivalgan a una “participación directa” y se recupera una vez que cesen esos actos o comportamientos.[34]
Además, también en el escenario que nos ocupa, como las personas que utilizan “eppo” perderían el estatus de civiles, “mientras dure tal participación”, las fuerzas rusas no necesitarían considerar ningún daño incidental a ellos en el análisis de proporcionalidad requerido antes de un ataque.[35]
En la ausencia, en el Protocolo I, de una definición de los contenidos del concepto de “participación directa en las hostilidades”, un instrumento útil para identificar los elementos constitutivos de esta situación resulta la guía publicada por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en 2009.[36] Según este estudio autorizado, aunque no vinculante, la PDH debe tener tres elementos constitutivos, a saber: umbral de daño, causalidad directa y nexo beligerante. Por lo tanto, debe evaluarse la existencia de estos tres elementos para determinar si el uso de la aplicación “EPPO” por parte de un civil consiste en una PDH.
“Umbral de daño” significa que “debe haber probabilidades de que el acto tenga efectos adversos sobre las operaciones militares o sobre la capacidad militar de una parte en un conflicto armado”.[37] No parece haber dudas sobre la existencia de este primer elemento constitutivo de la PDH del civil que utiliza la aplicación. Debe considerarse que este primer elemento requiere la probabilidad de causar daño a las fuerzas enemigas: transmitir la posición de un dron o de un misil no determina la certeza de que este objeto sea afectado o neutralizado, pero sin duda determina la probabilidad de su destrucción. Además, entre los ejemplos citados en el estudio del CICR, “la transmisión de información o inteligencia táctica en relación con los objetivos de un ataque”[38] parece coincidir con el propósito de la aplicación “EPPO”; además del hecho de que recopilar información militar sobre el enemigo (que es básicamente el propósito de la aplicación “EPPO”) es una PDH. La prueba es si la acción está conectada a las hostilidades en curso.[39]
El segundo requisito de la “causalidad directa” implica que “debe haber un vínculo causal directo entre el acto y el daño que pueda resultar de ese acto o de la operación militar coordinada de la que el acto constituya parte integrante”[40], es decir, que, para calificar un acto especifico de participación “directa” en las hostilidades, debe haber una relación causal bastante próxima entre el acto y el consiguiente daño.[41] Adicionalmente, debe considerarse que la norma de causalidad directa incluye una conducta que causa el daño solo junto con otros actos. En otras palabras, “cuando un acto específico no causa directamente por sí mismo el umbral exigido de daño, seguiría cumpliendo el requisito de causalidad directa cuando el acto constituya parte integrante de una operación táctica concreta y coordinada que cause directamente ese daño”.[42] En este sentido, el elemento de causalidad directa también parece satisfecho en el caso del uso de la aplicación “EPPO”. Parece evidente que el uso de dicha aplicación, aunque no cause por sí misma el derribo del misil, constituye parte integrante (¡y fundamental!) de una operación militar que causa una desventaja militar al enemigo. El uso de la aplicación por parte del civil constituiría, por tanto, una fase de preparación del ataque, lo que implicaría una participación directa en las hostilidades del mismo civil.[43]
Además, la relación temporal entre el momento del envío, mediante la aplicación, de la posición del objeto a golpear y el ataque contra dicho objeto por parte de las fuerzas ucranianas es casi inmediata: en el caso del derribo de un misil Kalibr, solo han pasado unos segundos entre el uso de la aplicación y la reacción de las fuerzas ucranianas.[44] Por último, según el “nexo beligerante”, “el propósito específico del acto debe ser causar directamente el umbral de daño exigido en apoyo de una parte en conflicto y en menoscabo de otra”.[45] Dado que la aplicación fue programada como una contramedida a los ataques aéreos rusos, parece evidente que también se cumple con el tercer elemento constitutivo de la PDH en el uso de “EPPO”.
Por otra parte, con el uso de esta aplicación puede surgir cierta incertidumbre sea por lo que se refiere al momento inicial y final de la PDH, sea por lo que significa “mientras dure” la PDH, como está especificado en el art. 51, párr. 3 del Protocolo I. Desde el punto de vista temporal, debe considerarse que la expresión “hostilidades” incluye las medidas preparatorias; esto es, los preparativos para el combate y el regreso del combate[46], que son medidas “de índole específicamente militar y están tan estrechamente relacionadas con la subsiguiente ejecución de un acto hostil específico que ya por ello constituyen una parte integrante de ese acto”[47]; en otras palabras, es necesario que estas medidas preparatorias determinen una capacidad específica para llevar a cabo un acto hostil.
Por lo que respecta el uso de la aplicación, no parece claro el momento a partir del cual comienza la PDH: ¿se podría considerar que un civil pierde la inmunidad de los ataques simplemente por haber descargado “EPPO” en su teléfono móvil? Tal vez esta situación no conduzca todavía a una PDH que en cambio se materializaría con la búsqueda activa y directa del objeto enemigo y el consiguiente uso de la aplicación para señalar su posición a las fuerzas militares. Si fuera así, no todo está claro: ¿la PDH comenzaría desde el momento preciso en que la persona identifica el objeto enemigo, o incluso antes, desde el momento en que, por ejemplo, sale de casa con la voluntad específica de buscar y localizar ese objeto? Y si es así, ¿se puede considerar que la PDH termina no cuando la persona envía la ubicación del objeto enemigo a las fuerzas armadas y deja de buscar otros objetos, sino cuando regresa a casa? Además, no está claro si provocaría una PDH el hecho de dejar marchar la aplicación “EPPO” en background en el teléfono en la remota posibilidad de que un sistema ruso podría ser descubierto. Tal vez, asumiendo que solo un acto específico determina una PDH[48], se podría considerar que solo la acción concreta de transmitir la ubicación del objeto enemigo constituye una PDH, y no la simple preparación (es decir, descargar la aplicación) para la transmisión de estos datos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la PDH determina el fenómeno de la llamada “puerta giratoria”, resumida con el conocido brocardo “campesino de día, guerrillero de noche”[49]: si un campesino participa en las hostilidades disparando contra un militar enemigo y luego regresa a sus actividades, no podrá considerarse un objetivo militar, si se detecta mientras cultiva sus campos, ya que ha recuperado la inmunidad contra los ataques. En otras palabras, el fenómeno de la puerta giratoria implica que, durante las hostilidades, se produce una pérdida y una recuperación continuas de la protección contra los ataques. La consecuencia de esta “puerta giratoria” es que cada acción debe considerarse aisladamente, y la inmunidad civil contra el ataque se restablece al final de cada intervención militar.[50]
En este sentido, la noción de PDH se adapta mal a los fenómenos de los Grupos Armados Organizados (GAO) no estatales compuestos por miembros que dedican de manera continua e ininterrumpida su existencia dentro del grupo armado. Esos grupos desempeñan un papel preponderante en los conflictos armados no internacionales –en la lucha contra el gobierno central o entre ellos–, pero también actúan (independientemente de las fuerzas armadas gubernamentales) en bastantes conflictos armados internacionales.[51] En este caso, la expresión “mientras dure tal participación” tendría que coincidir con todo el periodo de afiliación, independientemente de los actos o funciones específicas. En otras palabras, con la pertenencia a un GAO se determina una pauta clara, temporalmente constante y sin interrupción de PDH; situación definida como “función continua de combate”. Mientras que las personas civiles que participan directamente en las hostilidades pierden la protección contra los ataques directos durante cada acto especifico (ya que la puerta giratoria de protección está destinada a aplicarse solo a aquellos actos espontáneos y no organizados de participación), los miembros de un GAO cesan de ser civiles y pierden la protección contra los ataques directos, durante todo el tiempo que asuman una función continua de combate (ya que sus actividades a menudo no son desorganizadas ni espontáneas).[52]
El requisito temporal de la participación constante de los miembros de un gao durante las hostilidades ha sido destacado por la Corte Suprema de Israel en el caso The Public Committee against Torture et al. v. The Government of Israel (HCJ 769/02). El 13 de diciembre de 2006, la Corte llegó a la conclusión de que un civil que se ha unido a una organización terrorista que se ha convertido en su ‘hogar’, y que en relación con el papel que desempeña en esa organización comete una serie de hostilidades, con breves pausa entre una y otra, pierde su inmunidad contra los ataques ‘durante el tiempo’ que esté cometiendo esa serie de actos. De hecho, respecto a este tipo de civil, el tiempo que transcurre entre las hostilidades no es más que una preparación para la siguiente hostilidad.[53]
Por ende, los miembros de un GAO, durante el tiempo que actúan en su interior, se convierten en un objetivo militar sin interrupción temporal, sin importar lo que se les asigne dentro del grupo, independientemente de los actos o funciones específicas..[54]
3. La participación de combatientes extranjeros y mercenarios
En la madrugada del 13 de marzo de 2022, el ejército ruso lanzó 30 misiles contra el Centro para el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad Internacionales, una instalación de entrenamiento militar de Ucrania situada en la región de Lviv. Inmediatamente después, Rusia informó que el ataque mató “hasta 180 mercenarios extranjeros” y “un gran lote de armas extranjeras”, asegurando que continuaría “con la destrucción de los mercenarios extranjeros que han llegado al territorio de Ucrania”.[55] El siguiente 9 de junio, El Tribunal Supremo de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD) (reconocida por la Federación de Rusia, pero no por la comunidad internacional) condenó a muerte a tres voluntarios extranjeros (dos británicos y un marroquí) acusados de haber participado en los combates como mercenarios con las fuerzas armadas ucranianas, de pertenecer a un grupo criminal (es decir, el Batallón Azov) e intentar derrocar el orden constitucional de la RPD.[56] Los tres fueron acusados de estos crímenes bajo el Código Penal de la rpd, adoptado por la región separatista respaldada por Rusia en 2014.[57]
Estos dos ejemplos ponen al desnudo la participación activa de combatientes extranjeros en el conflicto armado ruso-ucraniano, participación deseada e incentivada por ambas partes: el 27 de febrero de 2022, el presidente de Ucrania, Volódimir Zelensky, anunció la creación de la Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania (LIDTU) para la defensa del país contra la invasión rusa[58]; según fuentes ucranianas, a principios de marzo, de 16.000 a 20.000 extranjeros de 52 países se unieron como voluntarios para luchar del lado ucraniano.[59] El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, afirmó que unos 16.000 hombres de Oriente Medio habían solicitado luchar por Rusia.[60]
El asunto plantea motivos de reflexión en lo que se refiere a la figura del combatiente extranjero –es decir, aquel individuo que abandona su país de pertenencia para participar en un conflicto en otro teatro por una causa política, ideológica, religiosa[61] –y, en particular, del mercenario. Como es sabido, en virtud del III Convenio de Ginebra de 1949, si, durante un conflicto armado internacional, los miembros de las fuerzas armadas de un Estado beligerante[62] caen en manos enemigas, gozarán del estatuto de prisioneros de guerra (PdG), lo que implica, inter alia, el hecho de que no pueden ser procesados por el Estado de detención por actos de guerra.[63]
En cambio, la persona que participa en un conflicto armado internacional como mercenario no goza del estatuto de PdG en caso de captura (art. 47 del Protocolo I)[64]; lo que implica que puede ser juzgado y, en su caso, condenado por un tribunal del Estado que lo capturó por hechos bélicos cometidos durante las hostilidades, de conformidad con su legislación nacional. Pero la legislación internacional exige condiciones estrictas y acumulativas para poder considerar mercenario a un individuo: esta persona debe haber sido reclutada para participar por una parte en el conflicto armado, combatir para obtener una retribución material considerablemente superior a la percibida por los combatientes de grado y funciones similares a las fuerzas armadas de esa parte, no ser nacional de ninguna de las partes en conflicto, ni residente en un territorio controlado por las partes en conflicto, ni ser miembro de las fuerzas armadas de ninguna de las partes en conflicto.[65]
La posición oficial de la Federación de Rusia, según lo declarado por el portavoz del Ministerio de Defensa el 3 marzo de 2022, es que todos los combatientes extranjeros que participan en las hostilidades apoyando a Ucrania son mercenarios, procesables como criminales: ninguno de los mercenarios que Occidente está enviando a Ucrania para luchar por el régimen nacionalista en Kiev puede ser considerado como combatiente de acuerdo con el derecho internacional humanitario o disfrutar de la condición de prisionero de guerra... En el mejor de los casos, puede esperar ser procesado como criminal.[66]
Ahora bien –al margen de las serias dudas que puedan surgir sobre la legalidad de un tribunal de una “entidad territorial” reconocida como independiente solo por la Federación de Rusia, Corea del Norte y Siria[67] y sobre la existencia en este contexto de un Estado de derecho–, los tres combatientes que fueron procesados no parecen presentar todos los elementos necesarios para calificarlos como mercenarios, ya que no proceden de un tercer Estado y, sobre todo, forman parte de las fuerzas armadas ucranianas. Según fuentes periodísticas y diplomáticas, los dos combatientes británicos son residentes en Ucrania y uno es también nacional de Ucrania (mientras que es menos claro si el combatiente marroquí reside en Ucrania o es ciudadano ucraniano). En cualquier caso, los tres estaban oficialmente integrados en las fuerzas armadas de Ucrania, por lo que debían ser considerados combatientes legítimos y reconocérseles las garantías del Convenio III de Ginebra, incluido el derecho a no ser juzgados por acciones de guerra.
Independientemente de cómo las autoridades políticas y militares de Rusia consideren a los miembros del Regimiento Azov, al que pertenecían los tres militares procesados, debe tenerse en cuenta que dicho cuerpo armado está oficialmente incluido en las fuerzas armadas de Ucrania.[68] Fundado en febrero de 2014, durante las primeras fases de la guerra del Donbass, fue desplegado en una intensa actividad operativa contra las fuerzas secesionistas de la autoproclamada RPD, participando en numerosas operaciones militares como “batallón especial de policía” bajo el control del Ministerio del Interior de Ucrania, y el 11 de noviembre de 2014 fue incluido en la Guardia Nacional de Ucrania.[69] En enero de 2015, el batallón fue elevado al estatus de Regimiento de Operaciones Especiales de la Guardia Nacional de Ucrania y denominado Destacamento Autónomo de Operaciones Especiales “Azov”. Desde entonces, depende del Comando Operativo Territorial Oriental de la Guardia Nacional de Ucrania y está financiado por el Ministerio del Interior de Ucrania. Con la forma y las estructuras típicas de una unidad militar de infantería ligera, lleva a cabo una intensa actividad de entrenamiento y reorganización, centrándose en actividades de reconocimiento, contraguerrilla, operaciones especiales y limpieza de artefactos explosivos.[70] Por lo tanto, se trata de un departamento militar regular y permanente que sigue los procedimientos, reglamentos y normas del ejército; los componentes son militares regulares (ucranianos y extranjeros[71]) sujetos a la disciplina y las regulaciones militares y reciben suministros regulares de armas y materiales enviados por la Guardia Nacional.[72]
Las mismas consideraciones pueden hacerse con respecto a los miembros de la LIDTU, quienes, al ser miembros de un cuerpo militar integrado a las fuerzas armadas ucranianas, no pueden considerarse mercenarios, aunque sean extranjeros. Además, tampoco parece que se hayan enlistado para obtener un beneficio económico personal ya que, por ejemplo, el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la utilización de mercenarios –que realizó una visita oficial a Ucrania en marzo de 2016– no recibió ninguna información sobre combatientes extranjeros que se unieran a las fuerzas armadas ucranianas únicamente por motivos económicos; al parecer, el beneficio financiero no era el principal incentivo, ya que muchos voluntarios habían tenido que comprar sus propios alimentos, uniformes y equipo de protección debido a la falta de recursos del Estado y a la incapacidad de proporcionar esos recursos materiales o pertrechos durante el conflicto armado.[73] En este sentido, parece errónea la declaración del ministro de Defensa ruso de que cualquier extranjero capturado en la LIDTU será considerado un mercenario que no será elegible para la protección como prisionero de guerra bajo el Convenio III de Ginebra[74], así como parece difícil negar el estatus de PdG a los miembros del Regimiento Azov. Cabe recordar que otras fuentes consideran a los tres combatientes capturados pertenecientes no al Regimiento Azov, sino a la 36a Brigada Marina de las Fuerzas Armadas de Ucrania, la otra unidad ucraniana que defendía Mariupol durante su asedio por las fuerzas rusas y de la RPD[75]. Sin embargo, los términos de la cuestión no cambian, perteneciendo los tres militares, en cualquier caso, a las fuerzas armadas regulares de Ucrania. Por supuesto, otra cosa sería si se acusara a estos militares de haber cometido crímenes de guerra durante las hostilidades. En tal caso, sí podrían ser juzgados, pero surgen fuertes dudas sobre la competencia de un tribunal de una entidad territorial no reconocida internacionalmente, así como la ausencia de garantías procesales y de observadores internacionales independientes durante el proceso.
Por otra parte, según lo establecido por un decreto presidencial de 2015, cualquier extranjero puede alistarse también en el ejército ruso, siempre que tenga entre 18 y 35 años; el contrato de reclutamiento tiene una duración de 5 años. Los extranjeros en las filas rusas serían 16.000, la mayoría de los cuales son combatientes sirios expertos en actividades de guerrilla urbana.[76] Al pertenecer a las fuerzas armadas rusas, estos militares no pueden considerarse mercenarios, aunque no sean rusos.
Quizás, parezca más probable considerar como compañía mercenaria (y por lo tanto mercenarios a sus miembros) al Grupo Wagner, un grupo paramilitar que opera en varios escenarios bélicos (Donbass en 2104, guerras civiles en Libia y Siria, República Centroafricana y en Mali[77]) y últimamente en Ucrania donde, al comienzo del conflicto, estaba presente con aproximadamente 1.000 mercenarios como apoyo a las fuerzas armadas rusas y a las milicias separatistas prorrusas[78], pero el número de miembros del Grupo Wagner activos en Ucrania ha aumentado considerablemente durante el conflicto, llegando (según fuentes británicas) a cerca de 20.000 efectivos, alrededor del 10 % del total de las fuerzas rusas empeñadas sobre el terreno.[79]
Quien se alista en el Grupo Wagner recibe una paga muy superior a la que perciben los soldados de las fuerzas armadas rusas,[80] por lo tanto, cumple uno de los requisitos exigidos por la normativa internacional para calificar a un mercenario, pero debe tenerse en cuenta que los miembros del Grupo Wagner proceden de al menos quince países diferentes (como Armenia, Kazajistán, Moldavia, Serbia, Ucrania), aunque la mayoría proviene de Rusia.[81] Así que, como otro requisito para ser considerado mercenario es tener una nacionalidad diferente a la de las partes en conflicto, en el conflicto armado de Ucrania se produciría una situación extraña en la que los combatientes de nacionalidad rusa del Grupo Wagner no podrían considerarse mercenarios.
En lo que respecta al estatuto jurídico de los miembros del Grupo Wagner, la incardinación de estos últimos en las fuerzas armadas rusas podría presentar otro escenario. En tal caso, se aplicaría el artículo 43 del Protocolo I[82], según el cual los miembros del Grupo Wagner, sin importar su nacionalidad, tendrían derecho a participar directamente en las hostilidades[83] y, de ser capturados, tendrían derecho al estatuto de prisioneros de guerra (art. 44, párr. 1 del Protocolo I). Este estatuto les otorgaría la llamada “inmunidad combatiente” (combatant immunity) en relación con sus operaciones de combate, es decir, estos combatientes no serían castigados por su participación legítima en el conflicto armado,[84] (pero, por supuesto, podrían ser procesados por crímenes de guerra[85]).
Por consiguiente, es determinante establecer si el Grupo Wagner responde, como exige el art. 43, a un mando de una parte beligerante responsable de la conducta de sus subordinados. El comentario del CICR al Protocolo Adicional I a los CG, tras haber recordado que todas las fuerzas, grupos y unidades armadas están necesariamente estructurados y tienen una jerarquía, ya que están subordinados a un mando que es responsable de sus operaciones ante una de las partes beligerantes[86], destaca que “[e]n general, el ejercicio de dicha responsabilidad implica el ejercicio de un control efectivo sobre los subordinados”.[87] Se trata, pues, de evaluar si el mando militar ruso ejerce un control efectivo[88] sobre las operaciones de combate del Grupo Wagner.
A pesar de que el Grupo actuaba como apoyo a los intereses rusos, recibía equipo militar del Ministerio de Defensa ruso, financiación económica del gobierno ruso y utilizaba sus infraestructuras para el entrenamiento[89], no parece que el Grupo estuviera bajo un control efectivo y concreto del mando ruso. En varias ocasiones el Grupo Wagner y su jefe, Evgenij Prighozin, han actuado aparentemente por propia iniciativa y fuera del control militar ruso. Así, en la batalla para la conquista de la ciudad de Bakhmut, Prigozhin tomó la iniciativa en este frente en agosto de 2022[90]; en octubre de 2022 comenzó la construcción de un conjunto de fortificaciones llamadas “Línea Wagner” en toda la región de Lugansk, Donetsk y Belgorod, comenzó a entrenar a las milicias populares de Belgorod y Kursk[91] y llevó a cabo una campaña de reclutamiento entre los presos de las cárceles rusas.[92] Además, según un informe del Institute for the Study of War, Prigozhin “continúa acumulando poder y está estableciendo una estructura militar paralela a las Fuerzas Armadas Rusas” y “tiene el lujo de operar las fuerzas de Wagner sin la supervisión directa del Ministerio de Defensa ruso”[93], al tiempo que ha formulado severas críticas contra la conducción militar en la gestión del conflicto.[94]
Finalmente, la confirmación de que el Grupo Wagner no está estructurado dentro de las fuerzas armadas rusas vino del mismo Prigozhin, que se negó expresamente a obedecer una orden del ministro de Defensa, Sergey Šojgu, en virtud de la cual, antes del 1 de julio, debía firmar un contrato formal con el Ministerio de Defensa para hacer pasar a los miembros del Grupo a las dependencias del mismo Ministerio[95]; prueba evidente de que el propio gobierno ruso no consideraba que el Grupo Wagner dependiera de él.
Dicho esto, a la misma conclusión se llegaría considerando lo observado por el Tribunal de la Antigua Yugoslavia en el caso Tadić donde, para establecer la relación entre Serbia y la fuerza serbobosniaca, hizo referencia no al “control efectivo” (según la jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia), sino al “control general” (overall control) de la primera sobre la segunda.[96] Según el Tribunal, el control por un Estado de las fuerzas armadas subordinadas, las milicias o las unidades paramilitares puede ser de carácter general, pero debe incluir algo más que la mera prestación de asistencia financiera, equipo o entrenamiento militar. Este control, sin embargo, no llega a incluir la emisión de órdenes específicas del Estado, o la dirección de cada operación individual, pero la parte en conflicto tiene un papel en la organización, coordinación o planificación de las acciones militares del grupo militar, además de financiar, entrenar y equipar o proporcionar apoyo operativo a ese grupo.[97] Ahora bien, a la luz de las observaciones del Tribunal, no parece que se pueda sostener que el mando ruso ejerce sobre el Grupo Wagner el control general, que lo considera integrado en las fuerzas armadas rusas y sometido al mando militar ruso. En otras palabras, no es suficiente que Rusia proporcione apoyo logístico al Grupo Wagner mediante la puesta a disposición de bases militares para el entrenamiento de los miembros del Grupo o que le permita reclutar entre sus filas a presos de las cárceles. Sería también necesaria una actividad de organización, coordinación y planificación del Grupo mismo; lo que no parece ser evidente.
Conclusiones
El conflicto ruso-ucraniano presenta aspectos interesantes por lo que se refiere a las personas implicadas. En primer lugar, se impuso a la atención de la comunidad internacional un escenario –el levantamiento en masa– considerado ya obsoleto, pero que, en cambio, ha demostrado ser determinante para bloquear, o al menos dificultar, el avance de las fuerzas armadas rusas. La particularidad de este fenómeno, en este contexto, consiste en el hecho de que la espontaneidad de la reacción de la población civil no disminuye, aunque las cumbres político-militares ucranianas hayan “coordinado” el levantamiento en masa y aunque la invasión de las fuerzas rusas fuera más que probable desde hace tiempo.
Otro aspecto interesante de este conflicto armado es el hecho de que muchos civiles ucranianos presentes en las zonas de conflicto participan directamente en las hostilidades –perdiendo así la protección frente a los ataques– al comunicar a las fuerzas ucranianas la posición de aviones o misiles rusos mediante el uso de una aplicación descargada en sus teléfonos móviles. Es evidente que se trata de una nueva modalidad de participación directa en las hostilidades, pero que presenta algunas incertidumbres sobre el inicio y el fin de dicha participación.
Por último, la figura del mercenario en este conflicto parece presentar algunas peculiaridades que no satisfacen plenamente la definición de este sujeto. No todos los miembros del Grupo Wagner cumplen los elementos constitutivos de un mercenario, puesto que todos se alistan por motivos económicos, pero una parte tiene la ciudadanía rusa, lo que impide considerarlos mercenarios. Se produce así una extraña situación según la cual el Grupo Wagner –al menos cuando participa en el conflicto ruso-ucraniano– estaría constituido por una parte de mercenarios y otra parte de individuos armados cuya situación jurídica no está clara. Quizás se les podría considerar sujetos miembros de un grupo armado organizado que desempeñan una “función continua de combate”.[98] Según la guía del CICR sobre la noción de participación directa en las hostilidades, este concepto se aplicaría en los conflictos internos, pero podría considerarse la posibilidad de aplicarlo también a los miembros de grupos armados organizados que participan en un conflicto internacional y no están integrados en las fuerzas armadas regulares de una parte beligerante. En tal caso, no habría mucha diferencia con los mercenarios: ambos tipos de actores armados no tendrían derecho a ser considerados prisioneros de guerra y serían en cualquier circunstancia un objetivo militar legítimo.
Podría hacerse una consideración final. Como se dijo anteriormente, los acontecimientos de la crisis ucraniana a partir de 2014 reflejan las diferentes fases en las que se estructura la Doctrina Gerasimov. Ahora bien, las primeras fases de la Doctrina Gerasimov (presiones políticas, influencia indirecta, intervención militar de baja intensidad, disuasión) parecen haberse producido en Ucrania en los años anteriores a la intervención militar rusa de 2022, pero las últimas etapas, que deberían haber terminado con la restauración del orden en el país bajo el control de Rusia, han fracasado. Esto gracias a la resistencia de las fuerzas armadas ucranianas, apoyadas por los Estados occidentales tanto financiera como militarmente, a la falta de preparación de las tropas rusas y a la superficialidad con la que se llevó a cabo la “operación militar especial”. Pero también hay que tener presente que esa guerra híbrida teorizada por los círculos militares rusos parece haber fracasado ante el surgimiento de hecho de una guerra, en cierto sentido, asimétrica entre los dos beligerantes; es decir, de un conflicto armado caracterizado por una diferencia cuantitativa y cualitativa entre los recursos y las capacidades de los beligerantes que obliga al más débil a adoptar estrategias y tácticas no convencionales (guerras asimétricas fueron, por ejemplo, la Guerra de Vietnam entre Estados Unidos y Viet Cong, las operaciones desarrolladas por Israel contra Hezbolá en 2006 y en la Franja de Gaza entre diciembre de 2008 y enero de 2009 y la intervención militar de los Estados Unidos contra las bases de Al Qaeda en Afganistán en 2001).
La guerra en Ucrania también tiene algunos caracteres de la guerra asimétrica. Por ejemplo, la invasión de febrero de 2022 fue afrontada por Ucrania sin una verdadera fuerza naval, lo que llevó a Ucrania a recurrir a otros instrumentos bélicos como misiles antiaéreos lanzados desde tierra contra los buques rusos, uso de minas navales y antitanque, de drones “suicidas”, misiles “caseros”, ataques a infraestructuras construidas por Rusia tras la ocupación de Crimea, acciones de sabotajes en la retaguardia rusa y en territorio ruso, y también a través de la participación de la población civil en el conflicto, ya sea con el levantamiento en masa o con modalidades particulares como el uso de los teléfonos móviles, o el empleo de cócteles molotov[99]. Los éxitos de esta guerra (también) asimétrica han determinado finalmente el abandono de la Doctrina Gerasimov y el recurso a esos métodos y medios de guerra que nada tienen que ver con el fin último y principal del DHI, es decir, la humanización de la guerra. Los bombardeos indiscriminados que arrasaron los centros habitados de las ciudades europeas de la Segunda Guerra Mundial, que se repitieron en las guerras balcánicas y en el conflicto en Siria, llegaron a Ucrania sin ningún tipo de remordimiento atacando no solo edificios o lugares puramente civiles (mercados o estaciones donde la población civil se había reunido para intentar una huida improbable y peligrosa), sino también hospitales y convoyes humanitarios.
Referencias
[1] En derecho internacional, un territorio se considera “ocupado” cuando está bajo la autoridad del ejército hostil; un elemento necesario de la ocupación bélica es el establecimiento de un control efectivo por parte del ejército invasor: Eyal Benvenisti, The International Law of Occupation, Oxford, Oxford University Press, 2012, p. 2. Según el art. 42 del Reglamento relativo a las leyes y costumbres de la guerra terrestre, anexo a la Convención IV relativa a las leyes y costumbres de la guerra terrestre (La Haya, 1907), “[s]e considera como ocupado un territorio cuando se encuentra colocado de hecho bajo la autoridad del ejército enemigo. La ocupación no se extiende sino a los territorios donde esa autoridad esté establecida y en condiciones de ejercerse”. Según el comentario del Comité Internacional de la Cruz Roja sobre la Convención IV sobre la protección de las personas civiles en tiempo de Guerra (Ginebra, 1949), “[i]n all cases of occupation… the Convention becomes applicable to individuals, i.e. to the protected persons, as they fall into the hands of the Occupying Power” p. 60; “the expression ‘in the hands of’ need not necessarily be understood in the physical sense; it simply means that the person is in territory which is under the control of the Power in question” p. 47: Jean Pictet (ed.), Commentary IV Geneva Convention relative to the Protection of Civilian in Time of War, Geneva, icrc, 1958, p. 60 y p. 47. De ello se desprende que “the word ‘occupation’(...) has a wider meaning than it has in Article 42 of the Regulations annexed to the Fourth Hague Convention of 1907”: ibidem, p. 60. La invasión de un territorio no equivale a ocupación; véase infra, nota 22.
[2] Véase Michael R.D. Foot, soe, The Special Operation Executive 1940-1946, London, Pimlico, 1999; William MACKENZIE, The Secret History of soe: Special Operations Executive, 1940-1945, London, St Ermin’s Press, 2000.
[3] Véase John Whiteclay Chambers, oss Training in the National Parks and Service Abroad in World War II, U.S. National Park Service, Washington D.C., 2008; Richard Harris Smith,oss: The Secret History of America’s First Central Intelligence Agency, Berkeley, University of California Press, 1972.
[4] Stalin, Radio Broadcast, 3 de julio de 1941, en web.archive.org/web/20160304234214/https://www.marxists.org/reference/archive/stalin/works/1941/07/03.htm; Leonid Grenkevich, The Soviet Partisan Movement, 1941-1944: A Critical Historiographical Analysis, London, Routledge, 2013, p. 325.
[5] Aunque el cuerpo normativo del derecho humanitario no prevé la noción de combatiente regular e irregular (que no debe confundirse con la de combatiente legítimo e ilegítimo), la doctrina define al combatiente regular como aquel que forma parte de las fuerzas armadas de un beligerante, mientras que el combatiente irregular es aquel que es miembro de las milicias independientes o de los movimientos de resistencia organizada; combatientes regulares y combatientes irregulares son combatientes legítimos, es decir, los que pueden legítimamente participar en las hostilidades: Natalino Ronzitti, Diritto internazionale dei conflitti armati, Torino, Giappicchelli, 2021, p. 185 ss. Véase también Nils Melzer, Guía para interpretar la noción de participación directa en las hostilidades según el derecho internacional humanitario, Ginebra, CICR, 2012, p. 25, que distingue entre “fuerzas armadas regulares” y “fuerzas armadas irregulares”, tales como “una milicia, un cuerpo de voluntarios o un movimiento de resistencia”.
[6] Véase OHCHR, “Situation of Human Rights in Ukraine in the Context of the Armed Attack by the Russian Federation”, 29 de junio de 2022, en www.ohchr.org/en/documents/countryreports/situation-
human-rights-ukraine-context-armed-attack-russian-federation; OHCHR, “Killings of Civilians: Summary Executions and Attacks on Individual Civilians in Kyiv, Chernihiv, and Sumy Regions in the Context of the Russian Federation Armed Attack Against Ukraine”, diciembre de 2022, en www.ohchr.org/en/documents/country-reports/killings-civilians-summary-executions-and-attacks-individualcivilians. Sobre la invasión de Ucrania y la política exterior rusa, véase Roberto García Alonso, “La invasión rusa de Ucrania de febrero de 2022. El uso retórico del derecho internacional en la política exterior rusa”, en Anuario Iberoamericano sobre Derecho Internacional Humanitario, Vol. 3, 2022, p. 19 ss.
[7] Mario Lanz Raggio, “El conflicto en las sombras: aspectos generales y elementos jurídicos de las operaciones en la zona gris”, en Cuadernos de estrategia (2019), p. 20 s.
[8] Valery Gerasimov, “The Value of Science Is in the Foresight”, en Military Review (2016), p. 23 ss.; Charles Bartles, “Getting Gerasimov Right”, en Military Review (2016), p. 30 ss. En realidad la Doctrina Gerasimov es una teoría de la guerra híbrida analizada y revisada también por las esferas estadounidenses desde los primeros años del siglo xxi, como el mayor William Nemeth, “Future War and Chechnya: A Case for Hybrid Warfare”, junio de 2002, en https://core.ac.uk/download/pdf/36699567.pdf; el coronel John Mccuen, “Hybrid Wars”, en Military Review (marzo-abril 2008), p. 107 ss.; el coronel Frank G. Hoffman, Conflict in the 21st Century: The Rise of Hybrid Wars, Arlington, Potomac Institute for Policy Studies, 2007; Frank G. Hoffman, “Hybrid Warfare and Challenges”, 2009, p. 34 ss., en www.academia.edu/22884324/Hybrid_Warfare_and_Challenges; Frank G. Hoffman, “Examining Complex Forms of Conflict: Gray Zone and Hybrid Challenges”, en prism, Vol. 7, No. 4 (2018), p. 30 ss.; Tarik Solmaz, “‘Hybrid Warfare’: One Term, Many Meanings”, 25 de febrero de 2022, en https://smallwarsjournal.com/jrnl/art/hybrid-warfare-one-term-many-meanings.
[9] David Carment y Dani Belo, War’s Future: The Risks and Rewards of Grey-Zone Conflict and Hybrid Warfare, Canadian Global Affairs Institute, octubre de 2018, p. 2.
[10] Véase Francesco Cirillo, “Dottrina Gerasimov: la strategia militare non convenzionale di Mosca”, 4 de abril de 2020, en www.opiniojuris.it/dottrina-gerasimov/; Nicola Cristadoro, La dottrina Gerasimov e la filosofia della guerra non convenzionale nella strategia russa contemporanea, Bari, 2018; Guillem Colom Piella, “La Doctrina Gerasimov y el pensamiento estratégico ruso contemporáneo”, en Revista Ejército, n. 933 (diciembre de 2018), p. 30 ss.; Marcos Kowalski, “Conflictos híbridos y la Doctrina Gerasimov”, 10 de julio de 2021, en https://saeeg.org/index.php/2021/07/10/conflictos-hibridos-y-la-doctrina-gerasimov/; José-Miguel Palacios, “La doctrina Gerasimov sobre guerra híbrida: segunda entrega”, 10 de mayo de 2016, en www.defensa.com/analisis-gesi/doctrina-gerasimov-sobre-guerra-hibrida-segunda-entrega.
[11] Véase Kenneth Geers (ed.), Cyber War in Perspective: Russian Aggression against Ukraine, nato Cooperative Cyber Defence Centre of Excellence, 2015.
[12] Amos C. Fox, Hybrid Warfare: The 21st Century Russian Way of Warfare, United States Army Command and General Staff College, 2017, p. 26 s.
[13] Otto c. Fiala, “Resilience and Resistance in Ukraine”, en Small Wars Journal, 31 de diciembre de 2022, en https://smallwarsjournal.com/jrnl/art/resilience-and-resistance-ukraine.
[14] “Ukrainian President Signs Decree on General Mobilization of Population”, 24 de febrero de 2022, en www.reuters.com/world/europe/ukrainian-president-signs-decree-general-mobilisation-population-
interfax-2022-02-24.
[15] James Marson y Drew Hinshaw, “Ordinary Ukranians Rally to Defend Homeland from Russsia”, en The Wall Street Journal (26 de febrero de 2022); Marc Santora, “Ukraine Says it Has Slowed Russia’s Advance with the Help of Volunteers”, en The New York Times (27 de febrero de 2022), (traducción del autor).
[16] Jean-Marie Henckaerts y Louise Doswald-Beck, El derecho internacional humanitario consuetudinario, Vol. I, cicr, Buenos Aires, 2007, p. 21; Michael Schmitt, Tallin Manual 2.0 on the International Law Applicable to Cyber Operations, Cambridge, Cambridge University Press, 2017, Rule 88, p. 408.
[17] Ibidem, p. 409.
[18] “Los jóvenes irán a la batalla; los hombres casados forjarán armas y transportarán provisiones; las mujeres harán tiendas y vestimenta y servirán en los hospitales; los niños convertirán la ropa vieja en pelusa; los ancianos se pondrán en lugares públicos para suscitar el coraje de los guerreros y predicar el odio a los reyes y la unidad de la República”; en Geoffrey Best, War and Law Since 1945, Oxford, Oxford University Press, 1994, p. 59.
[19] Instrucciones del Gobierno para los Ejércitos de los Estados Unidos en el campo de batalla (Código Lieber), 24 de abril de 1863, art. 51.
[20] Reglamento relativo a las leyes y costumbres de la guerra terrestre, La Haya, 18 de octubre de 1907, art. 2. Sobre la aceptación, durante la Conferencia de La Haya de 1907, de la idea de que la población podía actuar para detener la invasión de su país por una potencia enemiga, véase James Brown Scott, The Hague Peace Conferences 1899-1907, Vol. I, Baltimore, John Hopkins Press, 1909, p. 529 s.: “the small State insists that its inhabitants have not merely the right but the duty, to rise and oppose the invader, and that being engaged in warlike purposes, they should not be shot or hanged, but treated with that consideration ordinarily extended to belligerents according to laws of war... but they say that the invasion may be so sudden, that they have no time to organize, and that it is out of the question to provide uniforms”.
[21] III Convenio relativo al trato debido a los prisioneros de guerra, Ginebra, 12 de agosto de 1949, art. 4, letra A, párr. 6.
[22] “Invasión” y “ocupación” son conceptos diferentes. Normalmente, la invasión de un territorio (entendida como la entrada de fuerzas armadas extranjeras en el territorio controlado por otra entidad para diferentes fines, como conquistar el territorio o cambiar el gobierno) es prodrómica a la ocupación del territorio mismo. Esta diferencia da lugar a una incertidumbre sobre el momento inicial de la aplicación del derecho de ocupación bélica al territorio, es decir, si el derecho de ocupación se aplica durante la etapa de invasión, puesto que no siempre resulta fácil determinar cuándo una invasión se convierte en ocupación; destacado por Eyal Benvenisti, cit. nota 1, p. 7, “occupation terminated the right of the indigenous resistance fighters to use force against the occupant with impunity”. Según el Comité Internacional de la Cruz Roja no existe una fase intermedia entre la invasión y la ocupación, así que ciertas disposiciones del derecho de la ocupación se aplican ya desde la etapa de la invasión: “[t]he [IV Geneva] Convention should be applied as soon as troops are in foreign territory and in contact with the civilian population there...; [t]here is no intermediate period between what might be termed the invasion phase and the inauguration of a stable regime of occupation. Even a patrol which penetrates into enemy territory without any intention of staying there must respect the Conventions in its dealings with the civilians it meets. When it withdraws, for example, it cannot take civilians with it”: Jean Pictet (ed.), cit. nota 1, p. 59 s. Esta posición no es compartida por otros autores según los cuales las disposiciones del derecho de la ocupación solo entran en vigor una vez que se cumple lo establecido en el artículo 42 del Reglamento de La Haya de 1907, es decir, cuando una invasión se transforma en ocupación. Véase Marten Zwanenburg et al., “¿El derecho de la ocupación es aplicable durante la etapa de invasión?”, en International Review of the Red Cross (2012), p. 1 ss.
[23] Nils Melzer, cit. nota 5, p. 25.
[24] Véase ibidem, p. 20: “todas las personas que no son miembros de las fuerzas armadas de una parte en conflicto ni participan en un levantamiento en masa son personas civiles”.
[25] Véase, por ejemplo, u.s department of defense, Law of War Manual, 2015, p. 242, párr. 5.12.1; Commentary on the hpcr Manual on International Law Applicable to Air and Missile Warfare, Program on Humanitarian Policy and Conflict Research, Harvard University, 2010, p. 81; Gary Solis, The Law of Armed Conflict. International Humanitarian Law in War, Cambridge, Cambridge University Press, 2022, p. 228 s.; Yoram Dinstein, “Direct Participation in Hostilities”, en Tillburg Law Review, (2013), p. 5: “[t]he requirement of proportionality in IHL has nothing to do with enemy combatants or military objectives. It is circunscribes to the isssue of collateral damage – viz. Incidental loss – to civilians or civilians objects”.
[26] Si, después de la ocupación, continúa la resistencia, la autoridad al mando de los habitantes que han tomado las armas, o la autoridad a la que profesan lealtad, debe reemplazarlos enviando unidades regulares, o incorporarlos a sus fuerzas regulares. De lo contrario, el levantamiento en masa no podría sobrevivir a la ocupación total del territorio que ha intentado defender en vano: Jean Pictet, III Geneva Convention Relative the Treatment of Prisoners of War. Commentary, ICRC, Geneva, 1960, p. 67. Véase ICRC, Convention (III) Relative to the Treatment of Prisoners of War. Geneva, 12 August 1949. Commentary of 2020, párr. 1064, en https://ihl-databases.icrc.org/es/ihl-treaties/gciii-1949/article-4/commentary/2020?activeTab=undefined#_Toc42431498; Nils Melzer, Derecho Internacional Humanitario, cicr, 2019, p. 91; Robert Kolb, Ius in bello. Le droit international des conflits armés, Bruxelles, Bruylant, 2003, p. 159 s.
[27] Jean Pictet, cit. nota 26, p. 68; ICRC, cit. nota 26, párr. 1066.
[28] Destacado por Karma Nabulsi, Traditions of War, Oxford, Oxford University Press, 1999, p. 52, “[t]he levée en masse referred to citizens who, on express or assumed orders of the government, took up arms for purely defensive purposes”.
[29] Según el art. 51, párr. 3, del Protocolo I, las personas civiles gozan de la protección de los ataques, “salvo si participan directamente en las hostilidades y mientras dure tal participación”. Sobre la noción de participación directa en las hostilidades, véase infra, párr. 3.
[30] Michael Schmitt (ed.), cit. nota 16, p. 409.
[31] Oleg Danylov, “ePPO-a Mobile Application for Informing about Cruise Missiles and Kamikaze Drones”, 14 de octubre de 2022, en https://mezha.media/en/2022/10/14/eppo-a-mobile-application-for-infor
ming-about-cruise-missiles-and-kamikaze-drones/; “Ingenious Mobile App Helps Down First Russian Missile in Ukraine”, 26 de octubre de 2022, en www.ukrinform.net/rubric-ato/3601566-ingenious-mobile-app-helps-down-first-russian-missile-in-ukraine.html; “The ePPO Application Has Started Working in Ukraine: How to Notify the Armed Forces of Ukraine about a Missile or a Drone”, en https://visitukraine.today/blog/1083/the-eppo-application-has-started-working-in-ukraine-how-to-notify-the-armed-forces-of-ukraine-about-a-missile-or-a-drone.
[32] “The “EPPO” App Has Already Been Downloaded by 330,000 Ukrainian-Developers”, 30 de marzo de
2023, en https://mediacenter.org.ua/the-eppo-app-has-already-been-downloaded-by-330-000-ukrainian-developers.
[33] Art. 51, párr. 3, del Protocolo I de 1977: “Las personas civiles gozarán de la protección [de los ataques], salvo si participan directamente en las hostilidades y mientras dure tal participación”.
[34] Alessandro Silvestri, “Direct Participation in Hostilities: Between a Rock and a Hard Place”, en Perth International Law Journal (2019), p. 16. Una parte de la doctrina considera que una persona que participa directamente en las hostilidades pierde su condición de civil y puede asimilarse a un combatiente ilegítimo: Yoram Dinstein, The Conduct of Hostilities under the Law of International Armed Conflicts, Cambridge, Cambridge University Press, 2016, p. 175; Ryan Goodman, “The Detention of Civilians in Armed Conflict”, en American Journal of International Law (2009), p. 51; mientras que, según el cicr, el estatuto de toda persona que no sea miembro de las fuerzas armadas sigue siendo el de un civil (con excepción de un levantamiento en masa): Nils Melzer, cit. nota 5, p. 25.
[35] Ibidem, cit. nota 5, p. 13, nota 6: “las personas civiles que participan directamente en las hostilidades no solo pueden ser atacadas directamente, sino también... no han de ser tomadas en cuenta en la evaluación de la proporcionalidad cuando se emprenda un ataque contra los objetivos militares que estén a su alrededor”; A.P.V. Rogers, “Direct Participation in Hostilities: Some Personal Reflections”, en Revue de Droit Militaire et de Droit de la Guerre (2009), p. 153.
[36] Niels Melzer, cit. nota 5.
[37] Ibidem, p. 47.
[38] Ibidem, p. 48.
[39] Yoram Dinstein, cit. nota 25, p. 8.
[40] Niels Melzer, cit. nota 5, p. 51.
[41] Ibidem, p. 52.
[42] Ibidem, p. 54 s.
[43] Véase Yoram Dinstein, cit. nota 25, p. 8: “it is clear that civilians who are engaged in the planning of –or the preparation for– a combat mission count as dpih, no less than those who execute the mission”.
[44] “Ingenious Mobile App Helps Down First Russian Missile in Ukraine”, 26 de octubre de 2022, en www.ukrinform.net/rubric-ato/3601566-ingenious-mobile-app-helps-down-first-russian-missile-in-ukraine.html.
[45] Niels Melzer, cit. nota 5, p. 58.
[46] Yves Sandoz, Christophe Swinarski y Bruno Zimmermann (eds.), Commentary on the Additional Protocols of 8 June 1977 to the Geneva Conventions of 12 August 1949, icrc, Geneva, 1987, párr. 1943.
[47] Niels Melzer, cit. nota 5, p. 66.
[48] Ibidem.
[49] Esta expresión fue acuñada por el general vietnamita Vo Nguyen Giap, quien diseñó esta estrategia para enfrentar a los soldados estadounidenses durante la Guerra de Vietnam. Las tropas comunistas del Vietcong entrenaban y armaban a grupos campesinos para actuar en la retaguardia del frente de guerra, así que los norteamericanos, aparte de enfrentar a los vietnamitas del norte, tenían en sus espaldas a campesinos que en la noche tomaban las armas: Roque González Vera, “Campesinos de día y guerrilleros de noche es vieja técnica vietnamita”, 15 de octubre de 2013, en www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/campesinos-de-dia-y-guerrilleros-de-noche-es-vieja-tecnica-vietnamita-
628941.html; Anne Dienelt, “Non-State Actors and Direct Participation in Hostilities from 1945 until Today”, en Recueils de la Societé Internationale de Droit Penal Militaire et de Droit de la Guerre (2015), p. 338.
[50] Ian Henderson, The Contemporary Law of Targeting, Leiden, Boston, Brill, 2009, p. 95; Yoram Dinstein, cit. nota 25, p. 13. Por supuesto, en caso de captura, un civil que participe directamente en las hostilidades podrá ser procesado por cualquier delito cometido con arreglo al derecho interno de la potencia detenedora: Yoram Dinstein, cit. nota 34, p. 175; A.P.V. Rogers, cit. nota 35, p. 145. El fenómeno de la puerta giratoria ha suscitado dudas, como señala Michael Schmitt, “Direct Participation in Hostilities and 21st Century Armed Conflict”, p. 510, en www.uio.no/studier/emner/jus/humanrights/HUMR5503/h09/undervisningsmateriale/schmitt_direct_participation_in_hostilties.pdf: “If civilians could repeatedly opt in and out of hostilities, combatants victimized by their activities will quickly lose respect for the law, thereby exposing the civilian population as a whole to greater danger”.
[51] Yoram Dinstein, cit. nota 25, p. 8.
[52] Nils Melzer, cit. nota 5, p. 70; Nils Melzer, “Keeping the Balance Between Military Necessity and Humanity: A Response to Four Critiques of the icrc’s Interpretive Guidance on the Notion of Direct Participation in Hostilities”, en New York University Journal of International Law and Politics (2010), p. 840.
[53] The Public Committee against Torture et al. v. The Government of Israel (hcj 769/02), decisión del 13 de diciembre de 2006, párr. 39 (traducción en Nils Melzer, cit. nota 5, p. 24).
[54] Nils Melzer, cit. nota 5, p. 33 s.; Yoram DINSTEIN, cit. nota 25, p. 13.
[55] Luis De Vega y María R. Sahuquillo, “Rusia bombardea con misiles una base ucrania a 25 kilómetros de Polonia y aumenta la tensión con la otan”, 13 de marzo de 2022, en https://elpais.com/internacional/2022-03-13/rusia-lanza-ocho-misiles-contra-una-base-ucrania-a-25-kilometros-de-polonia.html.
[56] L. De Vega, “Un tribunal del este ocupado de Ucrania condena a muerte a dos combatientes británicos y un marroquí”, 9 de junio de 2022, en https://elpais.com/internacional/2022-06-09/un-tribunal-del-este-ocupado-de-ucrania-condena-a-muerte-a-dos-combatientes-britanicos-y-un-marroqui.html; Alexander Ermochenko y Kazbek Basaev, “Britons Condemned in Donetsk Holding Out for Intervention from UK, Lawyer Says”, 24 de junio de 2022, en https://www.reuters.com/world/uk/britons-condemned-donetsk-holding-out-intervention-uk-lawyer-2022-06-24.
[57] Los combatientes capturados fueron juzgados sobre la base del art. 232 del Código Penal de la rpd (“Formación para la realización de actividades terroristas”), del art. 323 (“Toma del poder por la fuerza o tenencia forzada del poder”), del art. 430 “Participación de mercenarios en conflictos armados o hostilidades”: “Tiempo de castigo: mercenarios extranjeros sentenciados a muerte en dpr”, 9 de junio de 2022, en https://iz.ru/1347505/olesia-ternopolskaia/vremia-vozmezdiia-inostrannykh-naemnikov-v-dnr-prigovorili-k-smerti (en ruso; traducción del autor).
[58] “Appeal to Foreign Citizens to Help Ukraine in Fighting against Russia’s Aggression”, 27 de febrero de
2022, en www.president.gov.ua/en/news/zvernennya-do-gromadyan-inozemnih-derzhav-yaki-pragnut-
dopom-73213
[59] Anchal Vohra, “Ukraine’s Foreign Legion Is Ready for Battle”, 7 de marzo de 2022, enhttps://foreignpolicy.com/2022/03/07/ukraines-foreign-legion-is-ready-for-battle; “Defense Ministry: Several Thousand Foreigners Willing to Join International Legion”, 28 de febrero de 2022, en www.ukrinform.net/
rubric-ato/3415845-defense-ministry-several-thousand-foreigners-willing-to-join-international-legion.html; “Ukraine Crisis: 20,000 Foreign Volunteers in Ukraine to Fight Russians, Says Foreign Minister”, 7demarzo de 2022, enhttps://web.archive.org/web/20220309151250/https://www.scmp.com/news/world/russia-central-asia/article/3169477/ukraine-crisis-20000-foreign-volunteers-ukraine.
[60] Robin Wright, “Will Mercenaries and Foreign Fighters Change the Course of Ukraine’s War?”, 5 de abril de 2022, en www.newyorker.com/news/daily-comment/will-mercenaries-and-foreign-fighters-change-the-course-of-ukraines-war.
[61] Sobre el fenómeno de los combatientes extranjeros, véase Andrea De Gutry, Francesca Capone y Christophe Paulussen (eds.), Foreign Fighters under International Law and Beyond, The Hague, Asser Press/Springer, 2016, p. 2 (“individuals, driven mainly by ideology, religion and/or kinship, who leave their country of origin or their country of habitual residence to join a party engaged in an armed conflict”); Sandra Krähenmann, Foreign Fighters under International Law, Geneva Academy of International Humanitarian Law and Human Rights, Academy Briefing No. 7, Geneva, 2014.
[62] Según el artículo 43 del Protocolo I de 1977, “[l]as fuerzas armadas de una Parte en conflicto se componen de todas las fuerzas, grupos y unidades armados y organizados, colocados bajo un mando responsable de la conducta de sus subordinados ante esa Parte, aun cuando ésta esté representada por un gobierno o por una autoridad no reconocidos por una Parte adversa. Tales fuerzas armadas deberán estar sometidas a un régimen de disciplina interna que haga cumplir, inter alia, las normas de derecho internacional aplicables en los conflictos armados”.
[63] Véase international committee of the red cross, “Commentary on the First Geneva Convention”, Cambridge, 2016, p. 87, párr. 239; international committee of the red cross, “International Humanitarian Law and the Challenges of Contemporary Armed Conflicts”, 31st International Conference of the Red Cross and Red Crescent, Geneva, 2011, p. 7.
[64] Además, la Convención de las Naciones Unidas contra el reclutamiento, la utilización, la financiación y el entrenamiento de mercenarios de 1989, entrada en vigor en 2001, obliga a los Estados a criminalizar el mercenarismo (art. 5); así como la Convención de la Organización para la Unidad Africana para la eliminación de la actividad de mercenarios en África de 1977, entrada en vigor en 1985 (art. 7). También en muchos manuales militares se especifica que los mercenarios no tienen derecho al estatuto de PdG: Comité Internacional de la Cruz Roja, “El derecho internacional humanitario consuetudinario”, Buenos Aires, 2007, p. 445.
[65] Art. 47 del Protocolo I; art. 1 de la Convención de las Naciones Unidas de 1989; art. 1 de la Convención de la Organización para la Unidad Africana. Mientras que el Protocolo I y la Convención de las Naciones Unidas de 1989 exigen como condición una “retribución material considerablemente superior”, la Convención de la Organización para la Unidad Africana parece más permisiva, limitándose a pedir que la persona mercenaria tome parte en las hostilidades animada esencialmente “por el deseo de obtener un beneficio personal”. El Código Penal de la rpd establece condiciones similares para calificar a un mercenario; según el art. 430, párr. 3, “un mercenario es una persona que actúa para obtener una remuneración material y no es ciudadano del Estado que participa en un conflicto armado o en hostilidades, no reside permanentemente en su territorio y no es una persona enviada a cumplir responsabilidades oficiales”, en Lawrence Hill-Cawthorne, “The Prosecution of British Fighters by Pro-Russian Separatists in Ukraine”, 14 de junio de 2022, en www.ejiltalk.org/the-prosecution-of-british-fighters-by-pro-
russian-separatists-in-ukraine (traducción del autor).
[66] “Foreign Mercenaries in Ukraine Will Not Have POW Status-Russian Military”, 3 de marzo de 2022, en https://tass.com/politics/1416131 (traducción del autor).
[67] El 21 de febrero de 2022, el presidente ruso Vladimir Putin reconoció oficialmente la RPD y la República Popular de Lugansk (RPL) y firmó acuerdos de amistad, cooperación y asistencia con las dos entidades: “Putin firmó decretos sobre el reconocimiento de lpr y dpr”, 21 de febrero de 2022, en https://tass.ru/politika/13792297?utm_source=en.wikipedia.org&utm_medium=referral&utm_campaign=en.wikipedia.org&utm_referrer=en.wikipedia.org (en ruso; traducción del autor). Hasta la fecha, solo Corea del Norte y Siria han reconocido oficialmente la rpd y la rpl: “Ukraine Cuts N Korea Ties over Recognition of Separatist Regions”, 13 de julio de 2022, en www.aljazeera.com/news/2022/7/13/n-korea-recognises-breakaway-of-russias-proxies-in-east-ukraine; “Syria Recognizes Independence, Sovereignty of Donetsk, Luhansk–State News Agency”, 29 de junio de 2022, en www.reuters.com/world/middle-east/syria-recognizes-independence-sovereignty-donetsk-luhansk-state-news-agency-2022-06-29/.
[68] the soufan center, “Special Report. Foreign Fighters, Volunteers, and Mercenaries: Non-State Actors and Narratives in Ukraine”, abril de 2022, p. 9, en https://thesoufancenter.org/wp-content/uploads/2022/04/TSC-Special-Report_Ukraine_April-2022.pdf.
[69] Para apoyar sus operaciones militares contra las milicias independentistas de la República Popular de Donetsk y de la República Popular de Lugansk, en 2016 el Ministerio de Defensa y el Ministerio del Interior de Ucrania establecieron la Guardia Nacional de Ucrania compuesta por ucranianos, extranjeros y apátridas: “Report of the Working Group on the Use of Mercenaries as a Means of Violating Human Rights and Impeding the Exercise of the Right of Peoples to Self-Determination on Its Mission to Ukraine”, doc. NU A/HRC/33/43/Add.3, 29 de julio de 2016, párr. 25.
[70] Gabriela Baczynska, “Ultra-Nationalist Ukranian Battalion Gears Up for More Fighting”, 25 de marzo de 2015, en www.reuters.com/article/us-ukraine-crisis-azov-idUSKBN0ML0XJ20150325; Tim Hume, “How a Far-Right Battalion Became a Part of Ukraine’s National Guard”, 16 de febrero de 2022, en www.vice.com/en/article/3ab7dw/azov-battalion-ukraine-far-right.
[71] El Regimiento Azov comprende combatientes extranjeros de 19 países: Nolan Peterson, “A Ukrainian National Guard Unit Trains to ‘Fight to the Death’”, 21 de abril de 2015, en www.newsweek.com/ukrainian-national-guard-unit-trains-fight-death-323891.
[72] Oleg Sukhov, “Foreigners Who Fight and Die For Ukraine: Russians Join Ukrainians to Battle Kremlin in Donbas”, 24 de abril de 2015, en www.kyivpost.com/article/content/kyiv-post-plus/foreigners-
who-fight-and-die-for-ukraine-russians-join-ukrainians-to-battle-kremlin-in-donbas-386999.html; Nolan Peterson, cit. supra nota 43.
[73] “Report of the Working Group on the Use of Mercenaries as a Means of Violating Human Rights and Impeding the Exercise of the Right of Peoples to Self-Determination on Its Mission to Ukraine”, doc. NU A/HRC/33/43/Add.3, 29 de julio de 2016, párr. 26.
[74] David Malet, “The Risky Status of Ukraine’s Foreign Fighters”, 15 de marzo de 2022, en https://foreignpolicy.com/2022/03/15/ukraine-war-foreign-fighters-legion-volunteers-legal-status/.
[75] ECHR 204 (2022), “European Court Grants Urgent Measures in Cases of Prisoner of War Sentenced to Death in the So-Called ‘Donets’k People’s Republic’”, 16 de junio de 2022; echr 222 (2022), “European Court Grants Urgent Measures in Cases Lodged by Two British Prisoners of War Sentenced to Death in the So-Called ‘Donets’k People’s Republic’”, 30 de junio de 2022.
[76] Guy Faulconbridge, “Putin Says Russia to Use Middle East Volunteer Fighters”, 11 de marzo de 2022, en www.reuters.com/world/europe/putin-says-volunteers-welcome-help-fight-against-ukrainian-forces-2022-03-11; Luca Restivo, “Quanto guadagnano le Forze armate russe”, 4 de mayo de 2022, en www.forzeitaliane.it/Quanto-guadagnano-Forze-armate-russe.
[77] Véase Michael A. Rizzotti, “Russian Mercenaries, State Responsibility, and Conflict in Syria: Examining the Wagner Group under International Law”, en Wisconsin International Law Journal, (2020), p. 569 ss.; Sergey Sukhankin, “‘Continuing War by Other Means’: The Case of Wagner, Russia’s Premier Private Military Company in the Middle East”, Jamestown Foundation, 13 de julio de 2018, en https://jamestown.org/program/continuing-war-by-other-means-the-case-of-wagner-russias-premier-private-military-company-in-the-middle-east/.
[78] “British Intelligence Says Russia’s Wagner Group Deployed to Eastern Ukraine”, 28 de marzo de 2022, en www.reuters.com/world/europe/british-intelligence-says-russias-wagner-group-deployed-eastern-
ukraine-2022-03-28/.
[79] Jonathan Beale, “Russia-Supporting Wagner Group Mercenary Numbers Soar”, 22 de diciembre de 2022, en www.bbc.com/news/world-europe-64050719; Matt Murphy, “Wagner Group: Head of Russian Mercenary Group Filmed Recruiting in Prison”, 15 de septiembre de 2022, en www.bbc.com/news/world-europe-62911618.
[80] Los salarios varían dependiendo de la ubicación; por ejemplo, sus miembros reciben 1.300 dólares por mes durante el entrenamiento inicial en Rusia, pero, cuando se despliegan en la República Popular de Lugansk, pasan a percibir 2.900 dólares por mes. Mientras que los desplegados en Siria ganan aún más, entre 4.000 y 8.000 dólares por mes: Sergey Sukhankin, cit. nota 78; Michael A. Rizzotti, cit. nota 78, p. 569. En cambio, un soldado ruso gana de 200 euros (recién reclutado) a unos 455 euros al mes; los oficiales, tenientes y generales ganan de 520 euros a 4.700 euros aproximadamente: Luca Restivo, cit. nota 77. Por cada herida menor, en 2017, los combatientes de Wagner fueron indemnizados con alrededor de 500 euros, 3.000 más en el caso de una herida más grave; y en caso de muerte, a la familia se le promete una cifra de entre 35.000 y 50.000 euros: Marco Romandini, “Cosa sappiamo sul gruppo Wagner, i mercenari fantasma di Putin”, 20 de abril de 2022, en www.wired.it/article/gruppo-wagner-russia-putin-ucraina-donbass-guerra-cosa-sappiamo-mercenari/. En Malí, el gobierno pagaría 10.8 millones de dólares por mes para traer mil mercenarios del Grupo Wagner para entrenar a las fuerzas armadas de Malí y proporcionar seguridad: the soufan center, cit. supra nota 40, p. 15.
[81] Michael Weiss, et al., “The Fallen Mercenaries in Russia’s Dark Army”, 19 de diciembre de 2021, en https://newlinesmag.com/reportage/the-fallen-mercenaries-in-russias-dark-army; Madalin Necsutu, “Ukraine Names Moldovan Fighting for Russian Paramilitary Unit”, 2 de agosto de 2018, en https://balkaninsight.com/2018/08/02/moldovan-mercenary-identified-by-sbu-as-wagner-s-soldier-in-
syria-08-02-2018/; Oksana Grytsenko y Veronika Melkozerova, “Ukrainians Fight and Die among Russian Wagner Mercenaries”, 27 de febrero de 2018, en www.kyivpost.com/ukraine-politics/ukrainians-
fight-die-among-russian-wagner-mercenaries.html.
[82] Según el artículo 43 del Protocolo I de 1977, “[l]as fuerzas armadas de una Parte en conflicto se componen de todas las fuerzas, grupos y unidades armados y organizados, colocados bajo un mando responsable de la conducta de sus subordinados ante esa Parte, aun cuando ésta esté representada por un gobierno o por una autoridad no reconocidos por una Parte adversa. Tales fuerzas armadas deberán estar sometidas a un régimen de disciplina interna que haga cumplir, inter alia, las normas de derecho internacional aplicables en los conflictos armados”.
[83] Es decir “combatientes legítimos”, o sea miembros de las fuerzas armadas de un Estado o de un grupo que participa en un conflicto armado internacional: véase Antonio Cassese, “Mercenaries: Lawful Combatants or War Criminals?”, en Zeitschrift für ausländisches öffentliches Recht und Völkerrecht (1980), p. 1 ss.; Donna R. Cline, “An Analysis of the Legal Status of cia Officers Involved in Drone Strikes”, en San Diego International Law Journal (2013), p. 75; Natalino Ronzitti, cit. nota 5, p. 185 s.; Gary Solis, cit. nota 18, p. 37. De conformidad con el párr. 2 del art. 43 del Protocolo I, Crawford observa que “combatants who fulfill the necessary requirements to be so classified are legitimately permitted to participate in armed hostilities”: Emily Crawford, The Treatment of Combatants and Insurgents under The Law of Armed Conflict, 2010, Oxford, Oxford University Press, p. 52 (cursiva nuestra). Véase Gary Solis, “cia Drone Attacks Produce America’s Own Unlawful Combatants”, en Washington Post, 12 de marzo de 2010,
en www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2010/03/11/AR2010031103653_pf.html: “cia agents are, unlike their military counterparts but like the fighters they target, unlawful combatants.
No less than their insurgent targets, they are fighters without uniforms or insignia, directly participating in hostilities, employing armed force contrary to the laws and customs of war”. Los manuales de derecho humanitario de los Estados también utilizan la expresión “combatiente legítimo”, como los manuales de Canadá, Camerún, España, Israel, Italia y Nueva Zelanda (Jean-Marie Henckaerts y Louise Doswald-Beck (eds.), Customary International Humanitarian Law, Vol. II: Practice, Part 1, Cambridge, Cambridge University Press, 2005, 81 s., Reino Unido (ibidem, p. 1116). Esta expresión también ha sido utilizada por los Estados Unidos (ibidem, p. 282) y por el Tribunal para la antigua Yugoslavia en el caso Tadič: recordando el art. 4 de la Convención III de Ginebra, se ha observado que este artículo “is primarily directed toward establishing the requirements for the status of lawful combatants”: icty, Prosecutor v. Tadič,decisión del 15 de julio de 1999, párr. 92.
[84] Natalino Ronzitti, cit. nota 5, p. 185; William Abresch, “A Human Rights Law of Internal Armed Conflict: The European Court of Human Rights in Chechnya”, en European Journal of International Law (2005), p. 757; Roberta Arnold, “The New War on Terror: Legal Implications under International Humanitarian Law”, en Susan C. Breau y Agnieszka Jachec-Neale (eds.), Testing the Boundaries of International Humanitarian Law, London, British Institute of International and Comparative Law, 2006, p. 92; Emily Crawford, cit. nota 83, p. 52.
[85] Ibidem, p. 53; Jordan J. Paust, Beyond the Law: The Bush Administration’s Unlawful Responses in The “War” on Terror, Cambridge, Cambridge University Press, 2007, p. 53; Kenneth Watkin, “Humanitarian Law and 21st Century Conflict: Three Block Wars, Terrorism, and Complex Security Situations”, enSusan C. Breau y Agnieszka Jachec-Neale (eds.), cit. nota 68, p. 25; Donna R. Cline, cit. nota 67, p. 76.
[86] Yves Sandoz, Christophe Swinarski y Bruno Zimmermann (eds.), cit. nota 46, párr. 1672, p. 512.
[87] Ibidem, nota 20 (traducción del autor).
[88] El criterio del control efectivo para determinar si un Estado tiene el control y la gestión de un grupo armado ha sido formulado por la Corte Internacional de Justicia en el caso Nicaragua-Estados Unidos: icj, Case concerning Military and Paramilitary Activities in and against Nicaragua (Nicaragua v. United States of America), decisión del 27 de junio de 1986. Para que existiera el “effective control” de los Estados Unidos sobre el grupo armado antigubernamental de los Contras, la Corte observó que había que demostrar “that the United States directed or enforced the perpetration of the acts contrary to human rights and humanitarian law alleged by the applicant State” (párr. 115; cursiva nuestra). En este sentido, para que existiera el “control efectivo” según la Corte, los Estados Unidos tenían que formular instrucciones a los Contras sobre operaciones específicas, es decir, que los Estados Unidos tenían que ordenar cada operación específica, para que los Contras las llevaran a cabo: Antonio Cassese, “The Nicaragua and Tadić Tests Revisited in Light of the icj Judgment on Genocide in Bosnia”, en European Journal of International Law (2007), p. 653. En este caso, la Corte consideró que no existía el control efectivo de los Estados Unidos sobre los Contras, al no ser suficiente la asistencia logística y financiera, en armas y en entrenamiento, proporcionada por Washington al grupo rebelde (párr. 109 ss.).
[89] AndrewHiggins e Ivan Nechepurenko,“In Africa, Mystery Murders Put Spotlight on Kremlin’s Reach”,7 de agosto de 2018, en www.nytimes.com/2018/08/07/world/europe/central-african-republic-
russia-murder-journalists-africa-mystery-murders-put-spotlight-on-kremlins-reach.html; “Putin Says Wagner Group Fully Financed by Russian Government”, 27 de junio de 2023, en https://tass.com/defense/1639345.
[90] institute for the study of war, “Russian Offensive Campaign Assessment, August 14”, 14 de agosto de 2022, en www.understandingwar.org/backgrounder/russian-offensive-campaign-assessment-august-14.
[91] institute for the study of war, “Russian Offensive Campaign Assessment, December 9”, 9 de diciembre de 2022, en www.understandingwar.org/backgrounder/russian-offensive-campaign-assessment-december-9.
[92] Jonathan Beale, “Russia-Supporting Wagner Group Mercenary Numbers Soar”, 22 de diciembre de 2022, en www.bbc.com/news/world-europe-64050719; Matt Murphy, “Wagner Group: Head of Russian Mercenary Group Filmed Recruiting in Prison”, 15 de septiembre de 2022, en www.bbc.com/news/world-europe-62911618.
[93] institute for the study of war, “Russian Offensive Campaign Assessment, October 24”, 24 de octobre de 2022, en www.understandingwar.org/backgrounder/russian-offensive-campaign-assessment-october-24.
[94] “Dueño de Grupo Wagner arremete contra jefes militares rusos”, 21 de febrero de 2023, en https://www.latimes.com/espanol/internacional/articulo/2023-02-21/dueno-de-grupo-wagner-arremete-
contra-jefes-militares-rusos.
[95] Paul Sonne, “Wagner Founder Rebuffs Order Over Fighter Contracts with Russian Military”, 11 de junio de 2023, en https://www.nytimes.com/2023/06/11/world/europe/wagner-russia-defense-ministry-
contract.html.
[96] Véase Antonio Cassese, cit. nota 72, p. 649: “The icty thus advanced the ‘overall control’ test as a criterion generally valid for imputation of conduct of organized armed groups to a particular state”.
[97] ICTY, The Prosecutor v. Dusko Tadić, decisión, 2 de octubre de 1995, párr. 137.
[98] Véase Niels Melzer, cit. nota 5, p. 27 (“En un conflicto armado no internacional, los grupos armados organizados constituyen las fuerzas armadas de una parte no estatal en conflicto y están integrados solo por personas cuya función continua es participar directamente en las hostilidades (“función continua de combate”); p. 34 ss.
[99] Véase Sean Watts, “Are Molotov Cocktails Lawful Weapons?”, 2 de marzo de 2023, en https://lieber.westpoint.edu/are-molotov-cocktails-lawful-weapons; Charles M. Layne, “Ukraine’s ‘Suicide Drone Boats’ and International Law”, 25 de enero de 2023, en https://lieber.westpoint.edu/ukraines-suicide-drone-boats-international-law; “Voluntarios ucranianos en el garaje están desarrollando un misil terrestre de largo alcance ‘popular’ para las Fuerzas Armadas de Ucrania”, 30 de abril de 2023, en https://es.topwar.ru/216034-ukrainskie-volontery-namereny-razrabotat-dlja-vsu-narodnuju-dalnobojnuju-
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