Análisis espacial de minoristas de alimentos frescos en Sabana Centro
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) han sido la línea de ruta que los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) trazaron con el fin de aportar al equilibrio sostenible del medio ambiente, de la economía y la sociedad para el año 2030. Precisamente, el ODS número 2, Hambre cero, cuyo objetivo no solamente es disminuir las pérdidas y los desperdicios de alimentos, sino también mejorar el acceso a la alimentación saludable, fue la motivación de un grupo de investigadores para indagar sobre cómo la distribución física en diferentes canales puede influir en la proximidad de alimentos frescos a los minoristas de la región Sabana Centro. Así, surgió el estudio titulado Análisis espacial de minoristas de alimentos frescos en Sabana Centro, Colombia, publicado en el libro Análisis de ingeniería: avances en investigación y aplicaciones.
Gonzalo Mejía, director de la Maestría en Analítica Aplicada; Jairo Jarrín, docente del Departamento de Gestión de Operaciones de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas; Agatha Da Silva, docente y estudiante del Doctorado de Logística y Gestión de Cadenas de Suministros;Daniela Granados, estudiante de la Maestría en Diseño y Gestión de Procesos; y Cristopher Mejía Argueta, director de la Red de Excelencia Logística Global y Cadena de Suministro del MIT para América Latina (SCALE), fueron quienes realizaron este estudio, que es producto de una convocatoria interna de la Dirección de Investigación del 2018.
“La investigación se hizo en el marco geográfico de la región Sabana Centro de Colombia, que adicionalmente es el área de influencia de nosotros en La Sabana. Utilizamos datos de Región Central RAP-E, una entidad del Gobierno que permanentemente investiga temas y genera estadísticas de abastecimiento y de oferta alimentaria de la región central de Colombia. Por las características socioeconómicas de la población de la región Sabana Centro, muchas de estas personas pueden adquirir productos a través del canal tradicional (tiendas de barrio); nuestra preocupación era cómo optimizar la proximidad del acceso de la población a este tipo de canales. Para lograr ese desarrollo, utilizamos sistemas de información geográfica, para, de alguna manera, definir clústeres, es decir, zonas de proximidad de la población a este tipo de canales. Luego, con la ayuda de una metodología que se llama diagramas de Voronoi y anillos de amortiguación, identificamos posibles áreas en donde no hay un suministro adecuado de alimentos frescos”, aseguró Jarrín.
Los hallazgos más relevantes de la investigación fueron:
- Se encontraron los “desiertos alimentarios”, es decir, zonas en donde hay altísima densidad de la población, pero no hay facilidad de acceso y de oferta de alimentación saludable.
- La logística juega un papel fundamental en el acceso a la alimentación saludable en la medida en la que, si se asegura el abastecimiento adecuado, contribuirá a disminuir el hambre o a eliminarla.
- Diferentes canales aseguran la accesibilidad alimentaria de diversos grupos. Se demostró que las pequeñas tiendas de barrio o nanostores juegan un papel crucial para garantizar el acceso a la alimentación saludable.
- Se identificó que las tiendas de barrio pueden servir parcialmente a muchas regiones, sobre todo periféricas, en donde no llegan canales de grandes superficies; ni siquiera canales especializados tipo Fruver. El acceso a la alimentación se logra solamente a través de tiendas de esquina, kioskos o ventas ambulantes e informales (cornershops).
Por último, los investigadores aseguran que este estudio está brindando un enfoque de carácter social para que estas tiendas (nanostores y cornershops) evolucionen en sus modelos de negocio, puesto que, en su mayoría, son economías de subsistencia.