Optimizar las donaciones de sangre para salvar vidas
Donar sangre es donar vida. Las transfusiones no solo forman parte del tratamiento de determinadas enfermedades, sino que, ante situaciones de extrema gravedad, gracias a esta acción logramos salvar vidas. Por eso, el doctor William Guerrero, profesor e investigador de la Facultad de Ingeniería y la doctora Andrea Pirabán, estudiante del Doctorado en Logística y Gestión de Cadenas de Suministros de la misma Facultad, han propuesto un algoritmo que permite analizar los puntos de recolección y las operaciones de transporte de las unidades de sangre, con el fin de optimizar esta cadena de abastecimiento y, así, reducir los tiempos de transporte y procesamiento de las unidades.
La sangre tiene diferentes funciones vitales; por ejemplo, los glóbulos rojos llevan el oxígeno que obtienen en su paso por los pulmones a todas las células del organismo y las plaquetas favorecen la coagulación, generando el taponamiento de las heridas y evitando así las hemorragias.
Sin embargo, existen ciertas problemáticas relacionadas con la cadena de suministro de sangre, es decir, con el proceso del flujo de la sangre y de sus componentes derivados, visto desde el donante hasta el paciente. En esta cadena logística tradicional se recolecta la sangre desde los donantes, se separa en sus componentes en un centro y estos productos se envían a centros médicos donde son transfundidos a los pacientes. La concordancia de cada uno de estos subprocesos resulta vital, ya que los componentes sanguíneos son perecibles, destacando el caso de las plaquetas que alcanzan, en condiciones vitales seguras, los cinco días de vida útil.
“Los mayores niveles de desperdicio se presentan en las etapas de recolección en los puntos de donación y en las etapas de procesamiento que se hacen en los bancos de sangre. Esto se debe a tardanzas en los procesos de transporte de las unidades de sangre y, también, a los problemas con el cumplimiento de los estándares internacionales de los productos sanguíneos”, asegura Andrea. El gran reto que tenemos como sociedad es utilizar de forma eficiente y productiva las donaciones de sangre que la población es capaz de dar.
“La propuesta logística consiste en el diseño y uso de diferentes vehículos para transportar la sangre de forma más efectiva. Con esta investigación, el algoritmo computacional permite diseñar las operaciones logísticas y las rutas para los centros móviles de recolección de sangre, optimizando la operación y aumentando el número de unidades que llegan a los bancos de sangre, cumpliendo con estándares internacionales”, asegura el doctor Guerrero.
Utilizando esta tecnología, se espera reducir el desabastecimiento de unidades de sangre en los hospitales, que se minimice el número de unidades que son incineradas por no cumplir con los estándares de calidad y que los recursos invertidos para las donaciones sean más eficientes y productivos.
“Para nosotros, es muy importante reconocer la necesidad de apoyar los procesos de programación de recursos para el sector salud, utilizando tecnologías de análisis de datos y algoritmos de optimización. En este sector, particularmente, el uso de estas tecnologías aumentará el bienestar y la satisfacción de los pacientes y sus familiares”, afirma Andrea, quien cree que este tipo de tecnologías permitirá disminuir los costos de salud, que se traduzcan en mayor cobertura de los servicios de salud y mejoren la calidad de vida de los ciudadanos.