Una investigación con sello Sabana se convierte en resolución de la OMS
Los 194 países participantes en la Asamblea Mundial de la Salud de la OMS votaron a favor de adoptar la resolución que tiene como objetivo prevenir defectos del tubo neural, como la espina bífida o la anencefalia. Quien lideró dicha resolución fue un profesor de la Universidad de La Sabana, Kemel A. Ghotme, quien además es neurocirujano pediatra.
A nivel global, tres de cada mil bebés nacen con defectos del tubo neural. La cifra, contemplada en un estudio encabezado por el doctor Ghotme, fue el detonante de una iniciativa que hoy comienza a abrirse camino en la salud mundial.
El proyecto pretende reunir los esfuerzos de varios países para reducir este tipo de casos, que se caracterizan por ser un grupo de malformaciones congénitas del cerebro, la columna vertebral y la médula espinal que, según su estado, pueden llevar a la muerte, tener complicaciones funcionales severas o discapacidad a largo plazo.
Es decir que dichas condiciones pueden traer como resultado el nacimiento de niños sin cerebro, que es una condición fatal, o con defectos graves en la médula espinal, Trayendo como consecuencia el impedimento para caminar o controlar las esfínteres.
En la actualidad, ante casos como los mencionados, se realizan procedimientos médicos e intervenciones quirúrgicas que pueden hacerse desde el vientre de la madre o tan pronto nace el bebé. Sin embargo, lo que se quiere lograr con lo propuesto es preventivo y, para ello, se requiere adoptar políticas que garanticen la fortificación de alimentos básicos con vitamina B9, también conocida como ácido fólico.
“Desde la comunidad científica y la sociedad civil, recibimos con gran alegría que la OMS, en su Asamblea Mundial, haya aprobado la resolución para la fortificación de alimentos con micronutrientes para prevenir todas las deficiencias que se generan, incluyendo condiciones como la espina bífida de los defectos del tubo neural”, afirma el doctor Ghotme.
El apoyo por parte de la Sociedad Mundial de Neurocirugía Pediátrica, la Alianza Global para la Prevención de la Espina Bífida, la sociedad civil, el Estado colombiano y otros 35 países –entre ellos Australia, Brasil, Canadá, Chile, Ecuador, Israel, Malasia, Paraguay y los que componen la Unión Europea– ha sido esencial para presentar oficialmente la propuesta.
Ya que se cuenta con la aprobación, lo que sigue será respaldar a los países para implementar las políticas, monitoreando y vigilando que este acuerdo sea sostenible en el tiempo. “
La resolución es una guía para que todos los países empiecen a actualizar sus políticas existentes o a implementarlas por primera vez, si aún no lo han hecho; ese es el caso de más de 100 países alrededor del mundo. Además de eso, deben incluir políticas para garantizar la sostenibilidad y monitorear que realmente se esté cumpliendo a largo plazo. Cada dos años, los países deberán presentar un informe al director general de la OMS para que cuenten cuáles son los avances que han tenido al respecto”, explicó Ghotme.
En ese sentido, se espera que se fortifiquen alimentos como la harina de trigo, la harina de maíz, el arroz y otro tipo de alimentos, contando con la variación gastronómica que hay en cada territorio. “Algo muy positivo de la resolución es que es adaptable a las necesidades, el contexto sociocultural y las características gastronómicas de cada país, y cada uno lo va a implementar a su manera”, añadió el doctor Ghotme.
Luego de la adaptación, se espera que máximo en cinco años se vean los resultados de la fortificación obligatoria de alimentos básicos, con la caída de la prevalencia en los defectos del tubo neural y la prevención de la anemia, malformaciones cardíacas, labio paladar hendido e, incluso, cuadros de demencia.
El doctor Kemel participó en la apertura del semestre 2023 2 con su conferencia “Impacto Tangible con Impacto Global, ¿Cómo la Convicción por el Servicio nos Inspira a Recorrer la Última Milla?", en la cual contó a la comunidad universitaria cómo su trabajo de tesis se convirtió en una resolución de la OMS, dejándonos las siguientes reflexiones:
• “ Esta iniciativa que se convirtió en una resolución da cuenta de lo que es una universidad de tercera generación (U3G), en donde ayudamos a la sociedad con políticas públicas a través de la transferencia, la traducción y la utilización del conocimiento”.
• “Como comunidad universitaria, debemos repensarnos los focos en las áreas de investigación. Abogar por causas de impacto local o global, empleando estrategias de traducción del conocimiento, ayuda a transformar nuestro rol de actores pasivos a agentes de cambio activos”.
• “Utilicemos la ciencia y los activos de conocimiento y generemos nuevos proyectos. Podemos transmitir mensajes a los formuladores de políticas, combinando el intercambio de conocimiento con la vocación de servicio para lograr transformaciones" .
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“Esta iniciativa que se convirtió en una resolución da cuenta de lo que es una universidad de tercera generación (U3G), en donde ayudamos a la sociedad con políticas públicas a través de la transferencia, la traducción y la utilización del conocimiento”.
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"Utilicemos la ciencia y los activos de conocimiento y generemos nuevos proyectos. Podemos transmitir mensajes a los formuladores de políticas, combinando el intercambio de conocimiento con la vocación de servicio para lograr transformaciones" Doctor Kemel A. Ghotme, profesor de la Facultad de Medicina y autor de una investigación que generó una nueva resolución por parte de la OMS.