Estudiantes de Enfermería retornan a las prácticas presenciales en salud escolar
Los estudiantes de séptimo semestre del programa de Enfermería han retornado a las prácticas presenciales de forma segura, con impactos favorables en la población escolar, haciendo seguimiento al crecimiento y al desarrollo de los niños, según su edad, y adelantando intervenciones para que estos menores cuenten con un estilo de vida saludable en el ambiente escolar, señala la profesora Tania Chinchilla. En la práctica, los futuros enfermeros llevan a cabo talleres centrados en temas como: la nutrición, la importancia del consumo de agua, la actividad física, la prevención en situaciones de acoso o matoneo (bullying), medidas de bioseguridad, entre otros. En el caso del nivel de bachillerato, según el profesor Jimmy Mendieta, se enfatizó en el manejo de las emociones y el uso responsable de las redes sociales.
Debido a la emergencia del COVID-19, en el colegio donde se realizan las prácticas se dictaron unos talleres destinados a toda la comunidad escolar y enfocados en la bioseguridad para el retorno seguro a las aulas: el uso del tapabocas, la importancia del lavado de manos, el distanciamiento social y cómo, a partir de la modalidad hyflex, puede motivarse al niño para tener presentes estas medidas, aun estando en casa.
La estudiante Valeria Torres explica otras actividades que desarrolla en esta práctica: “Hacemos sesiones educativas con respecto al autocuidado, tanto para los estudiantes como para los profesores. Además, medimos el peso y la estatura de los estudiantes (tamizaje) para conocer su estado nutricional, y brindarles acertadas recomendaciones acerca de la alimentación y los hábitos saludables, para ellos y sus padres. También, se efectuó el tamizaje del desarrollo en niños menores de siete años para identificar falencias en el neurodesarrollo, y planteamos estrategias para que mejoren en casa. Por último, creamos protocolos de atención en enfermería para las enfermedades que más se presentan en la institución”.
En esta oportunidad, a petición del colegio, se adelantó un plan de emergencia muy innovador. Allí, los estudiantes participaron de manera activa, y los practicantes se enfrentaron con la modalidad hyflex. Al respecto, Lizeth Torres, una de las estudiantes en esta práctica, comenta que “El reto más grande es crear actividades en las que consigamos la participación de todos los estudiantes, y no solo de los que están en la modalidad presencial. Además, [es necesaria] la creación de los planes alternos, en caso de dificultades con las conexiones a internet o con los equipos del colegio, para optimizar el tiempo”.
Ocho estudiantes conforman este equipo. Durante la fase de planeación de la sesión, ellos tienen en cuenta la cantidad de estudiantes que asiste en promedio a las clases de manera presencial y aquellos que estarán conectados en la modalidad remota. También, dependiendo del curso y de las edades de los niños, se implementan algunas actividades para mantenerlos conectados, activos y participando durante la sesión: kahoots, ruletas, origami y dibujos.
“Durante las sesiones educativas, cuatro de nosotras imparten la temática y las demás apoyan esta actividad, dependiendo del aforo del salón. Por ejemplo, una debe encargarse del chat, las cámaras y estar pendiente de si alguno de los estudiantes levanta la mano en la comunicación remota o virtual, para darles la palabra y tener en cuenta su participación”, comenta Lizeth.
Por último, el papel del profesional de Enfermería en el ámbito escolar es bastante amplio dado que no solo se encargan de atender las situaciones de emergencia o de enfermedad, sino que desempeñan un papel fundamental en la promoción de la salud en toda la comunidad escolar, entendiéndose salud como bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad.