El garabateo, más allá de los trazos
El garabateo es uno de los principales medios que utilizan los niños para expresarse con los demás. Aquellos trazos imperfectos, que realizan sobre el papel, en el aula de clase o en diferentes actividades en su cotidianidad, usualmente terminan generando simpatía entre los adultos y padres de familia. Más allá del garabato que realiza el niño, es importante destacar que se trata de un proceso no solamente motor, en el cual suele centrarse la atención, sino de procesos de comunicación y cognición muy importantes para el desarrollo infantil.
De acuerdo con Rosa Julia Guzmán, directora de la Maestría en Desarrollo Infantil, los primeros garabatos reflejan un proceso de representación mental, que irradian lo que el niño vive en su entorno. “Estos consisten en hacer aparecer sobre la hoja un objeto, animal, persona o lugar que no está presente, pero que pueden aparecer en sus garabatos. Es decir, el garabato es un elemento sustituto de algo real, un proceso de altísima complejidad mental”, señaló Guzmán.
A medida que los niños van creciendo y se van familiarizando, a través del medio social, con los textos escritos en avisos de almacenes, periódicos, libros, revistas, celulares, computadores, entre otros, empiezan a usar los garabatos para comunicarse por medio de la escritura. “Este es un paso importantísimo, que empieza a acercarlo a los usos sociales de la lengua escrita y a la forma de lograrlo; por eso hay que valorarlo e invitar al niño a que siga explorando cómo escribir”, afirmó Guzmán.
Teniendo en cuenta la importancia que tienen los garabatos en el desarrollo de los niños y el gusto que sienten por hacerlos, es conveniente que tengan acceso a algunos sitios previstos para ello. Por ejemplo, se les puede poner en su cuarto, o en algún otro lugar de la casa, una zona cubierta de papel, que esté a su altura, para que sepan que ahí pueden hacer sus trazos. También es recomendable tenerles a su alcance crayones, preferiblemente, que puedan manipular fácilmente y que eviten que los niños tengan en la mano elementos que puedan causarles algún daño, como las puntas de los lápices. Esto, además, es una manera muy práctica de evitar que rayen en otras partes.
Cuando estén haciendo esta actividad, si queremos saber qué quieren expresar por medio de los garabatos, la experta sugiere:
- Realizar preguntas sobre su significado y animarlo a que siga expresando sus ideas con otros garabatos.
- Como este es un proceso que se inicia alrededor de los dos años, es importante tener en cuenta que a esta edad los períodos de concentración en una tarea son muy breves.
- Tener cuidado de no forzarlos y respetar el tiempo que quieran dedicar a hacerlos.