Estudiantes de La Sabana reciben reconocimiento de la Cámara de Comercio de Bogotá
Nicolás Grudnik, Esteban Bermúdez y Abril González, estudiantes del programa de Derecho, con el acompañamiento del doctor Álvaro Mendoza, ganaron en nombre de la Universidad de La Sabana el segundo lugar en el concurso de investigación sobre costumbre mercantil, patrocinado por la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB). Además de esto, Nicolás Grudnik fue galardonado como el mejor orador del concurso.
La competencia tenía como objetivo que estudiantes en Colombia, tanto de pregrado como de posgrado, presentaran ante la CCB una costumbre mercantil en Bogotá y sus zonas aledañas, con miras a ser certificada por la entidad. Para este fin, se motivó a los estudiantes a que, después de identificada la costumbre, realizaran un estudio de campo para verificar el cumplimiento de los requisitos legales, doctrinales y jurisprudenciales para que la práctica pudiese ser certificada.
El concurso se dividió en dos etapas: la escrita y la oral. La primera etapa consistió en la entrega de un ensayo sobre la costumbre mercantil, con las características expuestas previamente. La segunda etapa se basó en la presentación de este ensayo ante un jurado compuesto por tres destacados miembros de la CCB, entre ellos Gustavo Piedrahita, vicepresidente del Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara y profesor de Derecho Comercial de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas.
En el concurso, los estudiantes de la Universidad demostraron la existencia de una costumbre mercantil en el gremio equino: “Realizar un examen veterinario a los caballos de competencia antes de celebrar un contrato de compraventa sobre los mismos”. En otras palabras, se evidenció que en el gremio no se celebran contratos de compraventa sobre caballos de competencia, sin hacerle un examen veterinario a estos equinos de manera previa a la celebración del contrato. En efecto, el examen corre por cuenta del comprador y se realiza por mero sentido de obligatoriedad por parte de los contratantes y no porque así sea dispuesto por ley, ya que, en todo caso, si se contemplara como obligación legal, no podría ser catalogado como costumbre mercantil.
¿Qué es una costumbre mercantil?
Es un conjunto de prácticas que realizan los comerciantes de un determinado sector de manera uniforme, pública, reiterada, vigente, con sensación de obligatoriedad y de manera tal que no contraría lo dispuesto por la ley. Por ende, se afirma que una costumbre mercantil podrá ser catalogada como tal cuando todas las personas de determinado territorio o gremio actúan de manera similar, sin que exista una ley que sustente este comportamiento.
De acuerdo con Abril González, fue el doctor Piedrahita quien la motivó a certificar una costumbre mercantil. Ella no desaprovechó la oportunidad e invitó a dos grandes amigos y excelentes estudiantes, Esteban y Nicolás, a participar. “Fue muy interesante tener la oportunidad de enriquecer el perfil humano, académico y profesional, ya que la Universidad parece ser muy teórica, pero, lo realmente sorprendente y satisfactorio se refleja cuando lo aprendido en clase se pone en práctica y, aún más, cuando lo haces junto a tus amigos. Poner a prueba nuestros conocimientos, habilidades investigativas y oratoria fue una experiencia inolvidable que nos acerca más a la meta de ser excelentes abogados y ciudadanos transformadores”.
Los estudiantes valoran mucho este tipo de experiencias ya que consideran que la formación académica depende, en gran medida, de ellos mismos y de hacer más allá del trabajo independiente que se plantea en el syllabus. “Haber participado en un mundo tan apasionante como el derecho comercial fue una gran manera de enriquecer nuestra formación, poner en práctica los conocimientos teóricos y afirmar que amamos lo que estudiamos. Tuvimos mucho apoyo de los profesores y estudiantes y eso también lo valoramos mucho desde la formación académica integral que promueve nuestra Universidad”, aseguran Abril, Nicolás y Esteban.
Involucrar a profesores y estudiantes en ejercicios prácticos durante el proceso de formación es clave para seguir construyendo una universidad de tercera generación. Espacios como estos son llamativos para animar a los estudiantes a continuar con su desarrollo profesional y académico. “Sentimos una gratitud muy especial hacia el doctor Álvaro Mendoza, quien fue nuestro profesor el semestre pasado en Obligaciones II y, además de todos los conocimientos que nos transmitió, fue quien nos acompañó durante el concurso como nuestro tutor. También sentimos gratitud hacia el doctor Gustavo Piedrahita, quien nos ha enseñado a comprender el derecho comercial de una manera crítica y apasionante”, concluye Abril.