09/05/2024

“Uno de los hijos no queridos de la globalización fue la globalización del crimen”, Juan Carlos Portilla

Juan Carlos Portilla, abogado y profesor de derecho de la Universidad de la Sabana

El crimen financiero ha encontrado bajo el manto de la globalización una gran oportunidad. En su más reciente libro, el profesor de la Maestría de Derecho Internacional, Juan Carlos Portilla, se ha dado a la tarea de analizar la situación y plantear soluciones que puedan atajar la problemática. Entrevista.

En los últimos años y tras la pandemia, el auge de las criptomonedas y las tecnologías, ha estimulado el crimen financiero. Hoy por hoy según el Foro Económico Mundial, la corrupción, el soborno, el robo, la evasión fiscal, y otros flujos financieros ilícitos cuestan a los países en desarrollo 1,26 billones de dólares al año. Dicha suma, según el libro El Crimen financiero trasnacional: una batalla interminable para el derecho internacional, escrito por el profesor Portilla, representa el tamaño combinado de las economías de Suiza, Sudáfrica y Bélgica. Una suma suficiente que, incluso, podría ayudar a los 1.400 millones de personas que viven con menos de USD$ 1.25 por día sacándolas del umbral de pobreza.

Esto plantea a los países riesgo de sanciones y a las instituciones financieras riesgos de reputación. Sobre este contexto, el profesor Portilla, se ha dado a la tarea de plantear diversas soluciones para una crisis global que merece también soluciones globales.

¿Por qué es importante hablar del crimen financiero?

El crimen financiero tomó un aspecto transnacional por la globalización. La globalización económica seguirá teniendo impactos bastante positivos para la sociedad global y local, pero no hay que mentir; uno de los hijos no queridos de la globalización fue la globalización del crimen. Existen tres grandes ramas del crimen nacido de la globalización relacionadas entre sí. La primera es el crimen organizado que cogió un impacto global. Allí tenemos al narcotráfico, la trata de personas, la financiación del terrorismo, que es un crimen financiero. El segundo, es el surgimiento transnacional de la criminalidad empresarial que para el caso colombiano cuenta con ejemplos como el de Interbolsa y el caso de Odebrecht a manos de empresarios. La tercera es el crimen financiero compuesto principalmente por el lavado de activos. La financiación del terrorismo, el narcotráfico, el contrabando, la trata de personas y crímenes de valores como evasión fiscal y corrupción generan muchos recursos que de alguna manera también tienen que ser lavados en el sistema financiero. Lo que yo digo en el libro es que el centro de gravedad de esta batalla, es el sistema financiero global y local.Entonces los narcotraficantes y ente tipo de organizaciones criminales ven en la criminalidad empresarial los socios ideales para lavar esos activos y legitimarlos y colocarlos de nuevo en la economía formal, sin levantar ningún tipo de sospecha. Existe un caso muy breve, de una empresa textilera de Medellín muy prestigiosa que en algún momento decidió hacer un pacto con la Oficina de Envigado porque querían más y decidieron lavar el dinero de esta estructura criminal. Así que utilizando la infraestructura empresarial se embarcaron en un proceso de operaciones de comercio exterior ficticia para traer el dinero del narcotráfico de la Oficina de Envigado que estaba en Estados Unidos y con esos recursos hicieron una serie de proyectos de propiedad raíz en Antioquia que inmediatamente despertaron las sospechas de las autoridades americanas. De tal manera, que en cooperación con las autoridades colombianas terminaron por solicitar en extradición a uno de los principales socios de este grupo textileroque hoy está preso. 

En el libro menciona cuatro vías para ganar esta guerra arrancando precisamente, por la cooperación Internacional. ¿En qué consiste esto y qué otras vías son las que propone?

El crimen financiero se volvió global y su solución debe ser global. ¿Esto qué significa? Que los Estados de la comunidad internacional tienen que ver esto como una problemática que requiere ser solucionada globalmente. Y la mejor vía es la cooperación. Si dos personas cooperan por un proyecto común es más fácil que logren el objetivo que una persona individual. Lo mismo pasa a nivel de países.

De las cuatro propuestas que se exponen en el libro, hablo de mitigar para poder ganar un poquito más esa guerra, pero esa guerra jamás se va a acabar. La cooperación entre los Estados es básica para poder ganar algunas batallas.
Si por ejemplo, una empresa colombiana de infraestructura está licitando en Honduras y para ganarse una licitación utiliza recursos de la compañía en Colombia para sobornar a las autoridades para tener este contrato seguramente los recursos se van a mover por el sistema financiero internacional de Estados Unidos y de alguna manera, en algún sitio, la plata va a ser desembolsada a ese funcionario. Entonces en tal ejemplo, hay varios componentes internacionales jurisdicciones offshore.
Entonces un país solo no va a poder con tanta información y va a ser difícil recolectar las pruebas para iniciar una investigación. De tal
manera que para que Colombia y Honduras cooperen en esta lucha, la cooperación debe venir desde diferentes vías, por ejemplo, intercambio de información, a través del Grupo Egmont o a través de las unidades de inteligencia financiera. La recolección de pruebas, ocurre del mismo modo, para que un fiscal en Colombia haga la investigación, requiere tener una actividad de recolección de evidencia en Honduras y eso, sin un marco jurídico entre Honduras y Colombia que permita esa cooperación, va a ser imposible.

¿Por qué las leyes del secreto bancario, de los paraísos fiscales deben desaparecer?

Los paraísos fiscales ofrecen dos cosas atractivas, al crimen financiero organizado. Por un lado el secretismo de quién es el cliente. Y por el otro lado, el anonimato de las transacciones. Entonces, esto es un imán para que los evasores fiscales, los corruptos o el narcotráfico, porque pueden esconder el producto monetario del crimen en estos paraísos fiscales sin declararlos o sin levantar ninguna sospecha en las autoridades de sus países de origen. Para evitarlo, yo propongo que las Naciones Unidas sancione a los paraísos fiscales por tener estas leyes de secreto bancario para que los motive a cambiar y se levante ese anonimato y se sepa quiénes son los clientes de ellos y las transacciones que realizan, de tal manera que para las autoridades sea más fácil hacer justicia y que obviamente suban los impuestos porque en esos paraísos fiscales no se paga impuestos.

Otra de las vías para dar solución es la jurisdicción extraterritorial, que debe operar plenamente, ¿en qué se diferencia esta propuesta con la de la cooperación internacional?

Te expongo muy brevemente el caso Obiang, que fue el segundo Vicepresidente encargado de defensa y seguridad de la República de Guinea y su hijo. Ellos son una familia que lleva como 45 años en el poder. Obiang junior tenía una vida de lujo en París. Se compró un edificio grandísimo en una de las avenidas más lujosas de París. Esto llamó la atención de las autoridades francesas e iniciaron una investigación por presunta corrupción y lavado de activos. Producto de la investigación, se logró determinar que Obiang junior malversó fondos, millones de dólares desde República Guinea y los lavó en Francia gastando de manera loca.

Francia lo condenó y Obiang se fue a su país a refugiarse. El caso fue llevado por República Guinea a la Corte Internacional de Justicia, bajo la Convención de Palermo.  Al final la corte dijo que ese tema no era de su jurisdicción. Si dos países, Francia y Guinea, son miembros de la Convención y la Convención establece como delitos la corrupción y el lavado de activos y los dos países han sacado legislación para reflejar lo que dice en la Convención se hubiera podido hacer algo, pero Guinea en ese escenario no tiene jurisdicción exclusiva para perseguir e investigar al vicepresidente aunque a Francia le estaría permitido investigar. 

La jurisdicción extraterritorial implica que hacia el futuro, un país puede llegar a tener interés legítimo para poder iniciar este tipo de jurisdicción. Estas investigaciones, forman algo que se llama derecho consuetudinario internacional, que es una fuente de derecho. Esta fuente hace referencia a que el Derecho Internacional puede permitir que un país, sin vínculo jurídico, territorial o de jurisdicción, pueda llegar a tener interés de acusar y juzgarlo a un ciudadano o empresa de otro país por razones de interés de la comunidad global. Llegar a este punto sería un avance maravilloso. 

Portada del libro de Juan Carlos Portilla "El Crimen financiero

trasnacional: una batalla interminable para el derecho internacional"

En la cuarta instancia, se debe completar la homogenización del Derecho internacional, ¿cómo es esto?

En este momento cada país tiene sus normas, principios y tradiciones. Pero si logramos estar de acuerdo en el principio de la ceguera voluntaria va a ser más fácil la investigación y el juzgamiento de estos criminales. ¿En qué consiste el principio de ceguera? Muchos de estos criminales utilizan abogados agentes de finca raíz, agentes financieros, bancarios, de valores, etcétera, para poder lavar activos. Si estos agentes, que son una especie de testaferro, actúan intencionalmente, es porque quieren tener una participación en la ganancia criminal. Algunas veces estas personas también sospechan y saben que los recursos vienen de la actividad criminal, pero voluntariamente se hacen los ciegos dejando que pase el dinero. En ambos casos, debería haber una responsabilidad penal de la ley con la aplicación de este principio.

¿Cuáles son los crímenes financieros más comunes en Colombia?

La corrupción, lavado de activos y, aunque no lo creas, el crimen bursátil y bancario, el fraude, ahorita obviamente, tú le puedes meter cibercrimen a muchas actividades delictivas en la red. Hay muchos fraudes en la en la red global, pero sin duda la corrupción, la evasión fiscal llevada a cabo y el lavado de activos siguen siendo los reyes en Colombia.

¿A quién va dirigido este libro?

La gran motivación para escribir este libro fue lo que pasó con el caso Interbolsa. Eso fue un crimen financiero transnacional en donde estuvieron implicados varios países como Colombia, Brasil, Curazao, Estados Unidos y hubo mucha impunidad. En un momento los jueces y fiscales confesaron que ellos no estaban preparados para entender qué pasó con Interbolsa. Nunca entendieron el caso ni las operaciones repos, ni la manera artificial cómo subió la acción de Fabricato, ni mucho menos la historia disciplinaria de Juan Carlos Ortiz, que fue expulsado  de la Bolsa de Bogotá en su momento y se fue a la Bolsa de Medellín en donde se armó toda esta orquesta con Alessandro Corridori. Para responder tu pregunta, el libro está dirigido a fiscales, jueces, abogados, oficiales de cumplimiento, gobierno y el público en general con el fin de que estos casos de crímenes financieros transnacionales que tienen tanto impacto en la sociedad y en las víctimas, no queden en la impunidad. Al fin y al cabo ahí están en juego los ahorros de toda una vida de muchas personas inocentes que confían en este tipo de inversiones.