Transformando al mundo desde el arte, la ciencia y la ingeniería verde

Siguiendo su instinto por la biología, las matemáticas, y los elementos naturales que traen beneficios a la salud, se prepara profesionalmente Sara Pineda, estudiante de Ingeniería de Bioproducción en la Universidad de La Sabana. Su mayor propósito es: explorar el mundo, aprovechar los recursos de manera sostenible y generar alternativas amigables para todos. 

Así es Sara, una estudiante de la Facultad de Ingeniería, curiosa y creativa, que tiene el sueño de emprender en la industria de la cosmética natural. Para ella, su carrera le permite explorar nuevas facetas de la ingeniería y además capcitarse para crear su propia empresa.

Busca innovar a través de la investigación de las diferentes propiedades de la naturaleza, y eso, aplicarlo al mundo de la belleza y la salud. De allí, su sueño de tener una empresa de cosmética natural, que se enfoque en el estudio de ingredientes que aporten al cuidado de la naturaleza y al bienestar de las personas. Desde su participación como integrante del grupo WIE (Mujeres en Ingeniería), ha podido contactarse con otras jóvenes que la inspiran y también la llevan a cumplir sueños.

Al pertenecer a esta iniciativa, Sara espera inspirar a otras mujeres a impactar desde su profesión con soluciones sostenibles a través de la tecnología y lo natural.   Se trata de ver a la tecnología y la naturaleza como un duo que debe tratarse con responsabilidad, priorizando siempre lo natural. “Necesitamos de ingenieros capacitados para diseñar y gestionar procesos y productos de manera sostenible. Podremos prescindir de la tecnología, pero nunca de la naturaleza, que nos proporciona alimentos, aire, agua y la vida misma”, destaca.

Una experiencia internacional de grandes aprendizajes

Frente a su experiencia de estudio internacional, Sara asegura se trató de un desafío y una meta que se había propuesto lograr en el exterior. Eligió como destino Italia, por la riqueza de su cultura, su fascinate mundo gastronómico y su interés por la enología, es decir, la ciencia, técnica y arte de producir vino.

“Durante mi carrera, tuve la oportunidad de explorar nuevos campos de estudio y descubrir que tenía otros intereses, como el fascinante campo de la microbiología y al llegar a Italia, pude sumegirme en su cultura, estudiar enología y retarme constantemente al experimentar la educación internacional, adaptarme a un nuevo entorno y ver mi carrera de Ingeniería de Bioproducción desde otra perspectiva”. 

 “La cultura gastronómica italiana es excepcional y reconocida en todo el mundo, y quería aprender de la mano de los expertos. En Italia, me encontré enfrentando desafíos que me forzaron a adaptarme y a encontrar otros intereses y campos de acción de mi carrera. ”. 

Jóvenes ingenieros que trabajan por iniciativas verdes

“Para mí, la ingeniería es la unión perfecta entre arte y ciencia, que usa la matemática como herramienta para idear soluciones y resolver todo tipo de problemas. Desde la creación de la rueda hasta la era de la inteligencia artificial, la ingeniería ha sido un motor que impulsa el progreso como sociedad, reflejando así nuestro el avance histórico que ha tenido la humanidad y marcando un paso hacia el futuro”, señala.

Finalmente, para Sara “en la actualidad la ingeniería sostenible no solo es una opción, es una necesidad urgente que como jóvenes ingenieros tenemos. Somos responsables de liderar iniciativas que promuevan el desarrollo sostenible”.Creo firmemente en nuestro potencial para crear un futuro donde la ingeniería no solo impulse el progreso, sino que también preserve y proteja nuestro planeta para las generaciones futuras”, agrega.