Dora Esperanza Montaño Chisnes. Reconocimiento por servicios prestados

"Durante mi trayectoria en la Universidad, culminé mis estudios de Especialización y Maestría en Educación, y adquirí diversos logros personales y profesionales, a la vez que formaba una familia y aprendía de las grandes fortalezas y valores de mis jefes y compañeros". 

“En estos 25 años de labores en la Universidad de La Sabana, recuerdo claramente mi inicio en la Facultad de Medicina, en 1994, cuando hice mis prácticas universitarias. Luego, estuve 14 años en la Facultad de Comunicación, como coordinadora académica, tiempo en el que solo existían unos pocos edificios en el campus de Chía y los salones aún estaban equipados con tableros de tiza.

En ese tiempo, conocí a personajes extraordinarios para la Universidad, quienes se mantienen en nuestra memoria gracias a su legado y a que todos los días los mencionamos en la cotidianidad de La Sabana: Octavio Arizmendi Posada y David Mejía Velilla. Ambos representan un gran aporte en mi vida laboral en la Universidad.

Después de mi trabajo en la Facultad de Comunicación, me desempeñé durante tres años como secretaria académico-administrativa en el Instituto de La Familia. Mi experiencia allí fue enriquecedora al estar inmersa en el campo de los valores familiares y sociales, que dan fundamento a la formación de la persona en la Universidad y en la sociedad.

En 2012, se me presentó la oportunidad de ocupar el cargo de jefe de Registro Académico. Allí fui elegida para hacer parte de los profesionales que aportaron a la implementación de la herramienta tecnológica que mejoró la gestión de trámites académicos en la Universidad: el SIGA. De mi labor en Registro Académico, destaco el contacto y apoyo directo con los estudiantes, administrativos y directivos en cada una de las situaciones académicas del diario vivir, en donde el servicio y la escucha se evidencian en los resultados y hacen que esta actividad sea muy gratificante y motivadora.

Entre los aspectos que más destaco de la Universidad durante estos años se encuentran su filosofía, su enfoque hacia la familia, su fortaleza, su liderazgo y el afán de servicio de sus integrantes; así como que todos los días se está convirtiendo en una mejor Institución educativa, gracias a sus acreditaciones nacionales e internacionales.

Gracias a Dios y a la Universidad de La Sabana por permitirme recibir en estos años grandes e innumerables enseñanzas, que me han llevado a crecer como ser humano y profesional. Durante mi trayectoria en la Universidad, culminé mis estudios de Especialización y Maestría en Educación, y adquirí diversos logros personales y profesionales, a la vez que formaba una familia y aprendía de las grandes fortalezas y valores de mis jefes y compañeros".