Su vocación es la de querer cambiar el mundo y lo más increíble es que desde su rol como madre, profesora e investigadora, lo hace todos los días.

Brenda Rocha es la directora de Profesores e Investigación del Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana, también se ha desempeñado como profesora y tutora en el tema afectivo-sexual desde hace 20 años.Es una fiel creyente de que la educación es el camino para generar un cambio social.Esa labor de servicio, el querer enseñar y ayudar a otros es una vocación que surgió desde que era una niña.

Siempre estuvo rodeada de médicos, comenzando por su mamá, quien fue inspiración y ejemplo de servicio a la comunidad. Por lo anterior, Brenda decidió estudiar medicina en La Universidad de La Sabana, se especializó en Educación Médica e hizo una Maestría en Sexología y Sexualidad Humana en España. Siguiendo el principio de la educación para hacer el bien, enfocó su vida en la enseñanza, siendo el camino adecuado para cumplir el fin de la medicina: ayudar a otros. Brenda trabajó en más de 6 instituciones de educación superior y posteriormente creó “Provenpa: proyectando vida, engendrando paz” un emprendimiento para dictar cátedras de afectividad y sexualidad en universidades y colegios.

En esa época fue invitada a un congreso, tras su intervención, la directora del Instituto de La Familia de ese momento, Marcela Ariza, se le acercó y la vinculó nuevamente a su alma mater. En el año 2007 empezó a trabajar en la Universidad de La Sabana, primero como profesora de cátedra, luego como docente de planta. Actualmente, es la directora de profesores e investigación del Instituto de La Familia, tarea que combina con la labor docente. Uno de los logros más destacados de Brenda en la Universidad ha sido  impulsar el proyecto de afectividad y sexualidad Novus A+, una herramienta que trabaja en temas como la afectividad, sexualidad y salud humana en la formación de niños y adolescentes.

Brenda ha estudiado los aspectos vinculantes de afectividad y sexualidad, principalmente en referencia a los adolescentes y jóvenes. Uno de sus principales recursos educativos se basa en el acompañamiento para el desarrollo del tema afectivo sexual al interior de la familia. Ha hecho varias investigaciones y publicaciones académicas, además, actualmente cursa un doctorado en Investigación Médica Aplicada en la Universidad de Navarra. No obstante, todo ese conocimiento y aprendizajes llegan en gran parte desde casa.

Brenda está casada con Jorge Eduardo desde hace 12 años, es mamá de 3 hijos; uno en el cielo y 2 niñas pequeñas que irradian alegría y dulzura. Para ella su vida tiene un doble aprendizaje, comenzando por lo que le enseñan sus hijas. La alegría, la risa y la resiliencia, son elementos que la recargan y que no pueden faltar en casa. Además, de disfrutar en familia, destaca que aprende constantemente de sus hijas y todo ese aprendizaje lo puede reflejar en su labor como docente. Tanto en la casa como en el trabajo, Brenda se define como una mujer feliz y gran parte de esa felicidad se llama familia.

Una vocación que trasciende

La labor de servicio y su propósito de impactar positivamente en las personas, es algo por lo que Brenda trabaja día a día. Desde pequeñas acciones que enseña en casa, hasta compartiendo a los demás herramientas para la toma de decisiones que los conduzcan a la felicidad, así contribuye e inspira a otros . En su hogar ocurre algo similar, su filosofía es la de formar hijos para que trasciendan, que sean personas felices y que desde su labor puedan ayudar a otras personas, ella les da las herramientas para hacerlo posible. No es necesario ser médico para lograrlo, como mamá sabe que hay libertad para que elijan su modo de vida, lo valioso es que de una u otra forma se pueden lograr grandes cambios. Por eso, ella está preparando “guerreritas” para que salgan al mundo a ayudar a más personas, que toquen corazones y cambien la vida de otros a su manera, asegura. 

Aquella idea de contribuir a la sociedad se refleja en la labor de servicio en su trabajo. También, desde su rol como madre. Brenda es una mamá que impacta al fomentar valores en sus hijas quienes replican las buenas acciones y se preocupan por los demás, ya sea en su colegio o en casa. La preocupación por el otro, el amor y el cuidado, dan muestra de que algo se está haciendo bien, expresa.

“Ser mamá es tener la responsabilidad de llevar hijos al cielo, que transciendan y dejen un legado” menciona Brenda. Ella ya ha venido forjando su legado y ha sembrado esa semilla del servicio en sus hijas, sin embargo, tiene una tarea pendiente desde el pasado. Cuando iba a realizar el rural de medicina quería hacerla en Chocó o África, su propósito era ayudar a las personas. Sin embargo,la violencia en el país se lo impidió. No obstante, ella no ha cerrado esa puerta. Hoy en día, Brenda habla de un futuro en el que se vuelve a poner la bata y va a ayudar a quienes más lo necesitan, mientras llega ese momento, seguirá cambiando el mundo con la educación en las aulas y con el amor en el hogar.