Mariana Guzmán: mejorando la salud pública desde la investigación de alimentos en Purdue University

Mariana Guzmán, graduada de Ingeniería de Producción Agroindustrial de la Facultad de Ingeniería, realizó sus prácticas profesionales en la Universidad de Purdue, en Estados Unidos. Su interés por estudiar el vínculo que existe entre la dieta, la microbiota intestinal y la salud, la han llevado por un camino de investigación que ayude al desarrollo de nuevos tratamientos para la reducción de enfermedades crónicas, como la obesidad y la diabetes.

Entre microscopios, tubos de ensayo, experimentos, análisis de datos, Mariana pasa gran parte del día. En su pasantía internacional asistió en la generación de datos para el desarrollo de un modelo matemático que ayudará a simular y predecir las interacciones microbianas que ocurren dentro de los microorganismos que viven en nuestro tracto digestivo, los cuales se alimentan de los distintos tipos de fibra que consumimos diariamente. Este proyecto lo desarrolla en conjunto con profesionales, como el Dr. Steve Lindemann en el Diet-Microbiome Interactions Lab.

“Mi formación profesional ha estado marcada fuertemente los últimos meses por mis mentores, principalmente el Dr. Lindemann y los estudiantes de doctorado, quienes no solo me han guiado en mi investigación, sino que se han preocupado por enseñarme a crecer y abrir mi propio camino, con el fin de avanzar hacia aquello que realmente me apasiona: profundizar más en el área de la nutrición”.

Los retos los ha sabido afrontar con determinación y hoy la hacen protagonista de grandes desarrollos para la salud pública. Mariana recuerda que lo más difícil fue comprender cómo funcionaba la investigación en ese entorno particular, pues tenía conocimientos básicos sobre microbiología y modelado matemático, pero desconocía la dinámica:

“Cada laboratorio tiene su personalidad y cultura, lo que me llevó a comprender y adaptarme a este entorno. Una vez encontré mi lugar y mi ritmo, la investigación comenzó a ser mucho más efectiva”, afirmó.

Al entender mejor cómo la dieta y la microbiota intestinal influyen en la salud, es posible desarrollar estrategias que ayudan a la reducción de la obesidad y la diabetes en la población. De allí, el aporte que tiene la investigación desde el campo de acción de la ingeniería de bioproducción.

Y es que el interés por estudiar la carrera de Ingeniería de Producción Agroindustrial (ahora Ingeniería de Bioproducción) en la Universidad de La Sabana, nació de un sueño de unir sus principales pasiones: los alimentos, la nutrición y la ciencia que hay detrás de ellos. “Lo que buscaba era una carrera que me brindara suficientes herramientas para tener un amplio campo de acción al finalizar mis estudios”.

Ingenieras con soluciones sostenibles

Mariana comparte su pasión de investigación con otras mujeres que creen en el poder de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas como el camino para impulsar el desarrollo de una mejor sociedad.

Soy orgullosa de ser una ingeniera investigadora que trabaja por aportar desde mi campo de acción, rodeada de mujeres investigadores que son mi gran fuente de inspiración. Es gratificante ver cómo se aprecian las perspectivas y soluciones que como mujeres aportamos al mundo de la ingeniería y a la academia”, sostiene.

Para Mariana, “el conocimiento obtenido de la investigación también puede ayudar en el desarrollo de nuevos tratamientos y terapias basadas en la manipulación de la microbiota intestinal, asimismo, impulsar la innovación en la industria alimentaria, con el desarrollo de nuevos productos”, señala.

Desde su rol como ingeniera de Bioproducción ha tenido grandes aprendizajes. Uno de ellos es entender que la investigación es un trabajo con muchos enfoques, una tarea que requiere de actualización permanente, de buenos colegas que confíen en el trabajo de otros, de asumir grandes retos y recordar algunas anécdotas que inspiran a ser cada día mejor.

“El mundo cuenta con nuestras habilidades e ideas”

Hoy, el mundo requiere soluciones integrales a los problemas. Por eso, un ingeniero que tenga la capacidad de analizar estas situaciones desde una perspectiva analítica y cuantitativa, enfocada a los sistemas biológicos y en comprender sus particularidades, retos y oportunidades, es fundamental para nuestro desarrollo.

Frente al futuro de la ingeniería, Mariana asegura que: “al mundo actual le urgen ingenieros conscientes de su entorno, que entiendan que los números y el código que vemos en pantallas afecta a personas reales, con nombre y apellido. Debemos ser ingenieros comprometidos con las personas que cuentan con nosotros, el mundo cuenta con nosotros, con nuestras habilidades e ideas”.

Finalmente, Mariana está lista para seguir contribuyendo desde la investigación en la ciencia de los alimentos. En agosto de 2024, iniciará sus estudios de maestría en Nutrition Science en la Universidad de Purdue, y continuará con su trabajo en el laboratorio del Dr. Lindemann, donde ya ha dejado huella.

Conoce más sobre la investigación

La investigación de Mariana se enfoca en la inulina, un tipo de fibra dietética que se encuentra en alimentos como la cebolla. El ser humano no tiene la capacidad de digerirla en el estómago, por lo que llega hasta el intestino "intacta". En el intestino grueso, también llamado colón, tenemos microoganismos importantes para nuestra salud, porque ellos toman este tipo de fibra que no ha sido digerida como alimento, y al crecer, producen sustancias necesarias y beneficiosas para nosotros.

Ese alimento es conocido como "prebiótico", y algunos microorganimos "probióticos. A la comunidad de microorganismos que viven en nuestro tracto digestivo en general se le denota como microbioma o microbiota intestinal. Ellos pasan por el proceso de la fermentación, así consumen la fibra dietética.