Con el objetivo de mejorar la salud con la estimulación selectiva de microorganismos, Mariana Guzmán Sánchez, graduada de Ingeniería de Bioproducción y de Ingeniería de Producción Agroindustrial, participó en la construcción de un modelo matemático para predecir y simular interacciones microbianas, un proyecto derivado de su práctica internacional en el Departamento de Food Science en el Diet-Microbiome Interactions Lab de Purdue University (Estados Unidos), gracias al programa Undergraduate Research Experience Purdue – Colombia (UREP-C).

Con la investigación, titulada Insights into gut microbial interactions: mathematical modeling of inulin consumption as carbon source, se pretende comprender las preferencias de las bacterias de la microbiota intestinal, según los sustratos disponibles en el organismo. Así, es posible saber que los microbios tienen preferencias distintas y, al comprenderlo, se desarrollan métodos para estimular selectivamente el crecimiento y la actividad de aquellos que benefician la salud humana.

“Estuve trabajando con tres bacterias diferentes. Las cultivé en dos medios distintos, en condiciones aeróbicas y anaeróbicas, probando cinco carbohidratos como fuente única de carbono”, afirma Guzmán Sánchez. Si bien la investigación tuvo resultados durante los seis meses del intercambio, es un proceso que sigue en construcción. “Encontramos que ciertas bacterias prefieren unos sustratos sobre otros. Las bacterias prefieren moléculas más complejas (como la sacarosa o la kestosa) sobre la glucosa y la fructosa, debido a que son energéticamente más favorables para ellas”, añade Mariana.

La microbiota intestinal está directamente ligada a la salud digestiva, la cutánea, la mental y el sistema inmune. Por eso,

“Mientras más sepamos acerca de la microbiota, más herramientas tenemos para cuidar la salud en general de las personas. Si nosotros comprendemos cómo hacer que los microorganismos buenos crezcan más, vamos a ofrecer soluciones alimenticias, porque es en lo que se enfoca Food Science: brindar, desarrollar y generar alimentos que nos permitan mantener la salud de nuestra microbiota”

, manifiesta Guzmán Sánchez.

Por ejemplo, “Mucha gente ha escuchado que hay que comer fibra porque es buena, pero algunos no entienden qué es o de dónde viene. Entonces, yo investigo justamente para brindarle a la gente indicaciones más específicas y sencillas para que cuiden su salud”, explica ella.

Esta experiencia le permitió comprender cómo funciona un entorno de trabajo de investigación real. “Aprendí a planificar, diseñar y evaluar experimentos, basándome en la orientación de estudiantes de posgrados, en mi propia revisión de literatura y en lo que he aprendido. Tuve el privilegio de asistir a seminarios, conferencias y talleres activos culturales, relacionados con mi tema de investigación y con la manera de llevarla a cabo”, comenta la estudiante.

Después de graduarse, Mariana planea regresar a la Universidad Purdue para seguir trabajando en la investigación. “Me invitaron a seguir contribuyendo y, próximamente, también estaré aplicando a la maestría allá mismo. El crecimiento personal y profesional van más allá de lo que cabe en las palabras. Estoy inmensamente agradecida”, concluye.

Por Shanon Espitia, gestora de comunicaciones de la Facultad de Ingeniería.