Fundación Bolívar Davivienda, un convenio para cumplir sueños

La educación superior es un factor clave para el crecimiento social y económico de cualquier país. Sin embargo, en Colombia el acceso y la deserción siguen siendo un gran desafío, sobre todo para quienes provienen de hogares de bajos ingresos. Ante este panorama, el reto está en costear al principio de este proceso una matrícula o un primer semestre y, luego, mantener dicha inversión a corto, mediano y largo plazo. Así como se evidenció en la pandemia, miles de personas perdieron su trabajo y, con este, su estabilidad socioeconómica, lo cual ha influido de manera directa en los niveles de acceso y deserción en la educación superior.

Desde esta perspectiva y a fin de promover una igualdad de oportunidades, establecer alianzas permite lograr que diferentes jóvenes culminen sus estudios de manera satisfactoria, sin que la falta de ingresos obstaculice el alcance de sus sueños.

Por tal motivo, y en el marco de una educación profesional inclusiva y asequible para más colombianos, la Universidad de La Sabana, desde la Asociación de Amigos y la Dirección de Bienestar y Experiencia del Estudiante, mantiene un convenio con la Fundación Bolívar Davivienda para otorgar becas a los estudiantes con el mejor promedio en su carrera, que estén cursando quinto semestre o más y presenten dificultades económicas que les impidan una solvencia suficiente para pagar su semestre.

El programa que ha desarrollado la Fundación Bolívar Davivienda se gestó como una necesidad de apoyar a los jóvenes con un gran desempeño académico, pero con una coyuntura financiera difícil. El propósito de esta alianza radica en una tríada en la cual la Fundación, la Universidad y el beneficiario aportan cada uno un porcentaje para cumplir con el dinero que se requiere cada semestre.

Este proyecto está vigente desde 2019 y Karen Peñuela, profesional de Inversión Social y miembro del equipo de la Fundación Bolívar Davivienda, afirma que “Este no es un asunto en el cual nos dedicamos a producir un apoyo económico, sino a cómo en conjunto con la Universidad constituimos un fondo que permite seguir otorgando becas a más estudiantes y fortalecer al ser humano, generando capacidades que les servirán para la vida”.

“Este no es un asunto en el cual nos dedicamos a producir un apoyo económico, sino a cómo en conjunto con la Universidad constituimos un fondo que permita seguir otorgando becas y fortalecer al ser humano”.

Una de las actuales beneficiarias de las becas es Ángela María García, estudiante de Psicología de quinto semestre, quien pudo continuar sus estudios gracias a este programa. “Mi mamá costeó mis primeros cuatro semestres con unos ahorros que guardaba en el banco. Sin embargo, este quinto semestre no tenía cómo pagarlo porque surgieron otros gastos. De no haber sido por esta beca, no hubiera podido continuar mi carrera este semestre”, manifestó la estudiante.

Como ella, varios estudiantes de la Universidad de La Sabana no cuentan con los medios para continuar con su proceso de formación profesional; por eso, muchos estudiantes prefieren tomar una pausa en su carrera o, incluso, desertar.

Según Érika Diagama, coordinadora de Gestión de Becarios y gestora de este convenio, desde la Universidad y la Dirección de Bienestar y Experiencia del Estudiante se vela por fomentar valores y comportamientos relacionados con el ciudadano inspirador, que actuarían en sinergia con la Fundación, precisamente porque se fomenta el desarrollo de las competencias ciudadanas en los jóvenes, con módulos específicos de formación encaminados a conseguir los objetivos de la Institución, potenciando la educación y los valores promovidos.

La Dirección de Bienestar y Experiencia del Estudiante, en conjunto con otras unidades, trabaja para seguir desarrollando alianzas y convenios que impulsen la educación profesional de los jóvenes que demuestren un excelente rendimiento académico.