La Facultad de Enfermería y Rehabilitación lanzó el diplomado “Aprendizaje experiencial basado en simulación humana en la competencia de educación para la salud del talento humano que interactúa con adultos mayores con enfermedad crónica”, con el fin de mejorar las habilidades en educación de los profesionales de la salud de Sabana Centro, en lo que respecta a enfermedades crónicas. ¿Qué problemática se busca contrarrestar con el diplomado? Diana Angarita, profesora de la Facultad de Enfermería y Rehabilitación, menciona que “La adherencia terapéutica de los adultos mayores en municipios de la zona, como Chía, es baja. Es decir, no siguen las recomendaciones para el manejo de su enfermedad”. Las enfermedades crónicas con más casos en Sabana Centro son: hipertensión, diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC) y artrosis.

Algunas de las principales recomendaciones –que usualmente no son tenidas en cuenta- son:

  • Actividad física regular.
  • Alimentación y nutrición sana.
  • Toma adecuada de medicamentos.

Además, “En muchos casos, en los espacios comunitarios y de consulta médica, no se hace una educación en salud estandarizada, que se acomode a las necesidades, pues todas las personas tienen diferentes hábitos que pueden desencadenar otras enfermedades”, explica Diana. La educación para la salud estandarizada es la que permite lograr dicha adherencia, pues genera una mejor comprensión de la enfermedad y, por lo tanto, una mayor conciencia de seguir debidamente el tratamiento. Este fenómeno se apoya en los datos del Ministerio de Salud y Protección Social, pues en el país la mayor cantidad de consultas médicas son por enfermedades crónicas, las cuales muchas veces se dan por complicaciones generadas por un mal manejo en casa y porque no se evidencian cambios en los comportamientos de los pacientes. De esta manera, a un mal tratamiento de una enfermedad crónica se suma el posible desarrollo de otra enfermedad. “Puede que una persona con diabetes, debido a la no adherencia terapéutica, desarrolle con el tiempo una hipertensión arterial”, explica la profesora Diana.

En el primer ciclo de este diplomado participaron 40 adultos mayores y 20 profesionales de la salud. Uno de los componentes más importantes fue resaltar la importancia de la alfabetización en salud, pues “Permite a las personas con un diagnóstico médico tener los conceptos, las habilidades y una actitud positiva para incorporar hábitos y seguir las recomendaciones que los profesionales de la salud les brindan, tanto en los espacios de la consulta como en los programas de intervenciones colectivas en salud de los territorios”, explica la profesora Diana Angarita. Algunos de los profesionales participantes fueron gerontólogos, psicólogos, odontólogos, fisioterapeutas y enfermeros, quienes a diario interactúan con adultos mayores en los programas de 11 municipios. Ellos recibieron una formación de 32 horas presenciales, enfocada en el uso del aprendizaje experiencial; se ejecutaron ocho módulos centrados en talleres de habilidades y prácticas en el Hospital Simulado, con personas adultas mayores y diagnosticadas con diabetes e hipertensión.

Conoce algunas de las experiencias de formación de doble vía. De profesionales a profesionales de la salud

“El diplomado terminó siendo una formación de doble vía, pues lo que compartimos con los profesionales era, primero, el resultado de un proceso investigativo contemporáneo de formación que hacemos en el aula como profesores. Segundo, la retroalimentación (feedback) que recibimos desde la experiencia de nuestros colegas, quienes viven a diario con los adultos mayores”, cuenta María Claudia Uribe, jefe del Departamento de Movimiento Humano del programa de Fisioterapia y facilitadora del diplomado.

“El diplomado fue una experiencia en la que todos éramos estudiantes. Los profesionales de la salud y nosotros, desde nuestro pregrado, nos enriquecimos con los conocimientos especializados, lo que nos permitió explorar el tema específico de la educación en salud para el adulto mayor. Esta es una oportunidad para crear conceptos teóricos en escenarios reales, aumentando nuestra experiencia práctica y profesional desde el pregrado”, explica Natalia Canchón, estudiante de décimo semestre del programa de Fisioterapia y facilitadora del diplomado.