Es posible que muchas personas soñaran con el teletrabajo, pues es la posibilidad de trabajar desde la casa. Sin embargo, esto podría convertirse en una verdadera pesadilla reflejada en los continuos mensajes de WhatsApp, a cualquier hora, además de miles de correos, repetidas llamadas telefónicas y un tiempo reducido para almorzar o, en los casos más graves, para dormir. Adicionalmente, los jefes más controladores sentirán la necesidad de estar atentos a las responsabilidades de sus subordinados, para que no “desperdicien” el tiempo.
No obstante, la sobrecarga laboral puede ser resultado de una cadena interminable de pedidos, como cuando un jefe le pide a su subordinado llevar a cabo una tarea que, a su vez, ha solicitado el jefe del primero de ellos. Este tipo de situaciones, unido con la realidad que afrontan muchos de los colombianos a causa del aislamiento, desencadenaría problemas de salud mental en los trabajadores.
En modalidades de teletrabajo, es esencial cambiar el enfoque de tiempo laborado por el de resultados obtenidos
Juan Guillermo Sandoval, psicólogo organizacional y profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Sabana, afirma que “La forma como se definen las barreras, los límites y las estrategias para la transición entre el rol laboral y el personal no es solo una condición del individuo, y tanto los dominios sociales como el contexto laboral cumplen una función clave para integrar o segmentar los roles. Así, las organizaciones también establecen normas para definir qué tanto sus miembros deben estar disponibles para el trabajo, aun cuando se encuentren fuera del contexto de la oficina tradicional”.
Por lo tanto, la nueva realidad en la que un trabajador puede permanecer “conectado” todo el tiempo genera mayores dificultades para separarse mentalmente de su trabajo, con la permanente sensación de estar siempre en actividad. Además, la tendencia natural en los entornos de teletrabajo consiste en integrar los roles, y eso dificulta el balance entre la vida personal y el trabajo. Por ello, la organización y los líderes de los equipos virtuales deben crear y mantener los límites entre los roles y definir las normas de segmentación que se utilizarán.
Legalmente, “El empleador debe tener en cuenta sus obligaciones y sus prohibiciones consagradas en las normas laborales. Por ejemplo, si el trabajador no atiende una orden impartida por WhatsApp, dispositivo móvil, correo electrónico, etc., fuera del horario laboral, no hay forma por parte del empleador de alegar incumplimiento de órdenes y despedir con justa causa”, argumenta Diana María Gómez, experta en Derecho Laboral y profesora de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas.
Además, en modalidades de teletrabajo es esencial cambiar el enfoque de tiempo laborado por el de resultados obtenidos. El objetivo del teletrabajo no consiste en ejecutar las mismas tareas y en los mismos tiempos. Se ha evidenciado que darle libertad a la persona de ajustar sus tiempos frente a las demandas del trabajo, de acuerdo con su necesidad personal y a la de su familia, da como resultado mayores niveles de satisfacción laboral y calidad en la labor.
Sí, explica Sandoval, siempre y cuando la organización asegure los siguientes tres factores:
1. En primer lugar, el espacio físico. Es responsabilidad de la organización proveer la dotación del lugar de trabajo, facilitar las herramientas tecnológicas, promover un ambiente propicio y un entorno flexible que garantice el desarrollo de las labores.
2. En segundo lugar, el tiempo. Es necesario crear límites para evitar que las personas se encuentren absortas durante muchas horas al día o días de la semana. La flexibilidad de los horarios debe garantizar la movilidad, diferente a los estilos de dirección en los que los jefes esperan que la persona esté siempre disponible.
3. En tercer lugar, las condiciones psicológicas. Debe asegurarse que la persona comparta su rol familiar y cumpla las responsabilidades del hogar dentro de la jornada laboral.
¿Debería regularse el teletrabajo en Colombia?
Podría plantearse una opción similar a la de Italia: identificar los períodos de descanso del trabajador, así como las medidas técnicas y organizativas necesarias para asegurar que el trabajador deje por un período calculado el uso de su equipo; ello garantiza el descanso, la vida familiar y personal. Por su parte, la profesora Gómez añade al respecto: “A los teletrabajadores, dada la naturaleza especial de sus labores, no les serán aplicables las disposiciones sobre jornada de trabajo, horas extraordinarias y trabajo nocturno. No obstante, el Ministerio de la Protección Social deberá adelantar una vigilancia especial para garantizar que los teletrabajadores no sean sometidos a excesivas cargas de trabajo”.