Simulaciones interactivas útiles en la enseñanza de las ciencias.

Una simulación interactiva o un laboratorio virtual es un espacio electrónico de trabajo en el cual, por medio de la colaboración entre todos los participantes, se promueven ejercicios de experimentación para abordar procesos de enseñanza y aprendizaje de un concepto específico, o se fomenta la investigación

De acuerdo con Diego Becerra, profesor del Centro de Tecnologías para la Academia (CTA), la coyuntura actual ha promovido que los docentes planteen nuevas estrategias de enseñanza basadas en el uso apropiado de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), “El uso de esta metodología tiene varias ventajas, como el fomento del aprendizaje constructivista, la autonomía, la capacidad de análisis y el pensamiento crítico”, aclara el profesor Becerra.

La aplicación de estas técnicas se da en el campo de las ciencias naturales, la física, la química y las matemáticas. Sin embargo, “Aunque la experiencia es muy realista, esto es solo un complemento a las prácticas experimentales reales y nunca será el reemplazo de las posibles vivencias tangibles en este campo”, aseguró Becerra.

Para Carlos Humberto Barreto, director de la Licenciatura en Ciencias Naturales, las simulaciones interactivas pueden ser utilizadas en las aulas de clase para diseñar ambientes de aprendizaje científico, los cuales permitan el desarrollo de las habilidades y competencias científicas de los estudiantes.

“Por ejemplo, en algunos casos de biología y química, permite comprender un fenómeno sin requerir de reactivos físicos. Así, se permite la equivocación, la identificación de los problemas y la generación de alternativas de solución”, comenta el profesor Barreto. Además, estos recursos digitales permiten crear “laboratorios experimentales” las veces que sea necesario, modificando variables y analizando el fenómeno en situaciones extremas, difíciles de llevar a cabo en un laboratorio convencional.

Por otro lado, los profesores que utilicen estas metodologías en sus clases podrán entrenarse antes de una práctica experimental real, con el fin de conocer el comportamiento de diversos fenómenos ante distintas condiciones, sin afectar la integridad física o los materiales de laboratorio. “Otra de las ventajas de los simuladores es su portabilidad; pueden llevarse a donde quieran y, en algunos casos, solo requieren de una conexión a internet o, en otros, permite trabajar off line”, agregó el profesor Barreto.

Haz clic aquí y podrás encontrar las simulaciones de acceso libre, para trabajar en clases de ciencias y en familia.