Seis claves para entender cómo cultivar la autoestima de los niños

La autoestima comienza a formarse desde temprana edad en la casa

Tomado de: Freepik

La autoestima es uno de los elementos vitales para la persona y su desarrollo integral. Para mantenerla, es necesario un trabajo de mejora continua, aún más, cuando se está expuesto a situaciones que pueden hacer sentir a la persona menos valorada. Para ello, es necesario el autoconocimiento, la autoaceptación, el auto respeto y demás autos que ayuden a la persona a conocer su valor y entender que todos podemos destacar sin tener que hacer daño al otro.

Durante la crianza, los padres tienen la función formativa de enseñar a los hijos valores, hábitos, costumbres y creencias. Asimismo, el compromiso de acompañarlos en la formación de su identidad y su autoestima. Este trabajo personal, es especialmente importante en los primeros años de vida –entre los cinco y los siete años- edades en las cuales los niños comienzan a formar su personalidad y donde es muy importante el ejemplo de los padres y la influencia de los miembros de la familia y personas cercanas para su estructura personal. 

Por tal motivo algunos expertos coinciden que durante los primeros años se deben reafirmar algunas habilidades que contribuyen a la autoestima saludable

Paola Andrea Uribe Marín, Magíster en Asesoría Familiar y Gestión de Programas para la Familia y profesora del Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana, explica que los niños no nacen con su autoestima desarrollada sino que la desarrollan a lo largo de su vida. “El rechazo es una de las principales causas de una autoestima baja y, cuando proviene de los padres, genera una herida profunda difícil de sanar; si una persona no es querida al interior de su familia, no espera ser querida o aceptada por nadie”.

Por tal motivo, la experta reitera que la clave es demostrar ante los hijos coherencia y consistencia. “No se puede dar de lo que no se tiene. Los padres somos los responsables de guiar a los hijos a encontrar su mejor versión, al animarlos a ir más allá y mostrarles que son seres virtuosos e inacabados”, cuenta.

En ese orden de ideas, la experta es enfática en la necesidad que desde los padres se apliquen una serie de estrategias que podrán contribuir a desarrollar la autoestima de los niños.  

Amor incondicional: es estar por encima de su buen o mal comportamiento. Se educa en el respeto y se corrige en el amor, al establecer normas y límites que ayuden a los niños a ser responsables y a entender que necesitan de otros, así los otros necesitan de ellos. Esto forma la disciplina y la confianza. “Recuérdeles todos los días que los ama”, reitera la experta.

Utilizar un lenguaje positivo: un “¡Cállate!” tiene efectos distintos a frases como “Puedes darme un momento, para escucharte”, o una respuesta estimulante como “Pero lo que sí puedes es seguirlo intentando”, cuando se le escuche decir “No puedo”. Para dar este tipo de respuestas siempre se debe pensar en positivo, contestar y hablar de la misma manera que nos gustaría escucharlo. De esta forma, los hijos adquieren el hábito de pensar, hablar y responder en positivo y con respeto, lo cual aumenta su capacidad de afrontamiento ante la adversidad y disminuye su ansiedad y tensión. 

Reconocerlos por quienes son: es necesario que los hijos puedan sentir aceptación por parte de los padres. Por eso no tener comparaciones con hermanos o personas externas es fundamental. Hacerlo solo llevará a que los hijos empiecen a crear inseguridades y que poco a poco duden de sus capacidades. La idea es que los padres puedan ayudar a formar las capacidades de los hijos y demostrarles lo capaces que son. 

Escucharlos y hablarles todos los días: la comunicación con los hijos debe ser constante y fluida, ellos deben saber que pueden acudir a sus padres en cualquier momento para comentarles lo que sienten o lo que sucede en su entorno. 

Animarlos a ver que no hay error, solo aprendizaje: ¡Todo en la vida es unaprendizaje, sea bueno o malo! Mostrar que no siempre va a ser fácil y que todos tienen la capacidad de lograr lo que se proponen es fundamental. Para ello,enseñarles que los padres también pasaron por esa etapa y que se puedan sentir acompañados en el proceso es una buena opción. 

Reconocerlos por quienes son: es necesario que los hijos puedan sentir aceptación por parte de los padres. Cuando el hijo siente que puede mostrarse tal y como es, ayuda a incrementar la autoestima y la confianza que hay hacia los padres.