21/11/2024
Riesgo sísmico en hospitales: un 83% podría sufrir fallas estructurales ante un gran terremoto
Imagen de Angelo_Giordano en Pixabay
Una tesis doctoral de la Universidad de La Sabana alerta sobre la necesidad de establecer alternativas de reforzamiento que permitan enfrentar el riesgo inminente que tienen los hospitales en las zonas de riesgo sísmico.
Por: Paula Sophia Martin
Históricamente Colombia ha enfrentado retos importantes cuando de desastres naturales se trata. Quizás el hecho más conocido fue la tragedia de Armenia, en 1999. El terremoto tuvo una escala de 6.1 grados en la escala de Richtese registraron unos mil fallecidos y más de 138 réplicas durante el mes siguiente. Otro caso representativo fue en 1992. Se trató del segundo en Antioquia y tuvo intensidad de 7.2 r. El diario El Tiempo publicó en aquel entonces “el hospital sufrió serias averías y los enfermos fueron evacuados y permanecen a la intemperie, donde las enfermeras y el personal paramédico trata de prestarles el servicio”.
Para Luis Caballero, estudiante doctoral, docente e investigador de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Sabana, es alarmante saber que, según el último reporte del Ministerio de Salud y Protección Social, de 368 hospitales públicos en zonas de riesgo sísmico medio o alto, casi el 83% (310) necesitan reforzamiento.
Si bien por orden del Minsalud se deben reforzar las estructuras hospitalarias y hacer adecuaciones para mejorar la situación, estas obras son costosas, suelen implicar el cierre parcial de las instalaciones y, si no se hacen a tiempo, los gastos en reparaciones posteriores a un terremoto pueden ser muy altos.
Justo esta situación fue la que motivo a Caballero a enfocar su tesis doctoral en investigar sobre la implementación de nuevas tecnologías usadas para mejorar la respuesta de las edificaciones de los hospitales a los movimientos sísmicos en zonas de riesgo.
La NSR-10, Reglamento Colombiano de Construcción Sismo Resistente, es el encargado de regular las condiciones con las que deben contar las construcciones para que la respuesta estructural a un sismo sea la adecuada. Actualmente, la norma sugiere que se hagan reparaciones y mejoras en las estructuras existentes, como la inclusión de muros de concreto o aumento de secciones –proceso en el cual se pone una especie de molde alrededor de la columna y se rellena con más concreto y acero para que al final sea más resistente–.
Sin embargo, existen nuevas alternativas de reforzamiento. De hecho, en la primera de tres entregas del experto, Evaluación del factor de modificación de respuesta (R) para estructuras de hormigón armado y acero equipadas con dispositivos TADAS, diseñados para alta amenaza sísmica en Colombia, propone que los sistemas de protección sísmica como los TADAS –dispositivos metálicos ubicados en la estructura– sean implementados para mejorar la resistencia a los sismos.
Imagen cortesía de Luis Caballero. El dispositivo TADAS en color azul aplicado a una estructura de concreto.
La propuesta encuentra una justificación en el hecho de que si se implementan estos dispositivos (TADAS), la capacidad de toda la estructura incrementa en promedio un 40% en estructuras de concreto (más rígidas) y 18% en estructuras de acero (más flexibles).
En la segunda entrega, se indagó en los costos e impacto económico a corto, mediano y largo plazo que tendría anexar este mecanismo en edificios de concreto de mediana altura –aquellos que tienen entre cuatro y diez pisos–.
Teniendo en cuenta la inversión que representan las obras de reconstrucción y reforzamiento en este tipo de edificios, la investigación encontró que “la relación coste-eficacia de la implementación de dispositivos TADAS genera importantes ahorros en los posibles costos de reparación y reconstrucción”. Además, si se tiene en cuenta que, según el Servicio Geológico Colombiano, el 80% de la población se ubica en zonas con riesgo sísmico intermedio a alto, es importante avanzar en estudios alrededor de las alternativas con mayores beneficios en edificaciones esenciales existentes, como los hospitales.
Existen casos en los que, de haberse implementado un sistema como el propuesto, se hubieran podido evitar años de reparaciones y gastos exorbitantes de dinero. Por ejemplo, el de la clínica Los Farallones que resultó afectada en el año 2004 por un sismo en Cali y que después de tres años de obras y una inversión de 17.200 millones de pesos abrió sus puertas otra vez o, el caso del hospital San Rafael, ubicado en el municipio de El Águila en el Valle del Cauca, tras un sismo de 5.6. Allí se abrieron grietas y hubo una evacuación por prevención. Por el momento, solo se está prestando el servicio de urgencias y están a la espera del balance de daños final.
Por el momento, Caballero se encuentra trabajando de la mano con entidades gubernamentales para recolectar datos y poder abordar en su tercera entrega, el estudio de hospitales en riesgo sísmico en 5 ciudades del país: Armenia, Cali, Bogotá, Bucaramanga y Medellín. Según el investigador, “lo primero que se piensa cuando uno presenta una solución de estas es ‘esto me cuesta más que la solución convencional.’ Pero, a raíz de la investigación, queremos que puedan tomarse decisiones pensando a largo plazo. Al final, el costo de implementación puede ser alrededor del 5 al 10% del costo de la construcción convencional según el caso puntual de las necesidades de cada estructura”.
Para el proyecto completo de la tesis doctoral, el experto propone el uso de un mecanismo innovador, riostra de pandeo restringido (BRB) –unas diagonales metálicas que se adhieren a la estructura existente mejorando su desempeño sísmico–. De igual manera, se evaluarán los beneficios económicos y técnicos que traería consigo la implementación de estos dispositivos.
Si bien se espera que esta tercera entrega, que está en progreso, sea como dice el experto “utilizada para futuras regulaciones y pueda aportar a generar nuestro propio conocimiento alrededor de estos temas”, como dice June Carolyn Erlick –periodista y editora de la revista the Harvard Review of Latin America–, “la verdadera gobernanza se pone todavía más a prueba durante el desastre(...) ¿Pueden los hospitales manejar los heridos, en especial si algunos de esos hospitales han sufrido daños? Si las redes eléctricas y las de telecomunicaciones han sufrido daños, ¿qué tan pronto se pueden restaurar de forma efectiva? ¿Qué respaldos hay? (...)”.
Así que la cuestión seguirá estando en la cancha de los legisladores y tomadores de decisiones, pues esta más que claro que las decisiones que se tomen hoy se verán reflejadas en las circunstancias del mañana.