En el ámbito deportivo, las condiciones psicológicas de los atletas son importantes e influyen en su rendimiento deportivo. Así lo demostró una investigación publicada inicialmente en el Journal of Sport and Health Research,  que bajo el nombre de “Relación entre características psicológicas asociadas al rendimiento deportivo, con variables sociodemográficas y deportivas, en una muestra de deportistas colombianos” fue desarrollada por estudiantes del semillero de investigaciones en innovaciones, en psicometría, medición y evaluación, y por el profesor y jefe del departamento de evaluación e intervención psicológica, Fernando Riveros.

Para llegar a esto, los investigadores recurrieron a la literatura académica y partiendo de la premisa de que los aspectos psicológicos en los deportistas pueden ser igual de importantes, o incluso más cruciales, que la preparación físico-técnica, (capacidad de un atleta para realizar movimientos específicos, ejecutar pases con precisión en deportes de equipo como el fútbol o el baloncesto, y mantener la técnica adecuada durante la competencia) diseñaron una encuesta.

“La literatura ha señalado que hasta el 50% del rendimiento deportivo puede atribuirse a factores psicológicos. Esto sugiere que la fortaleza mental, la concentración, la gestión del estrés y la motivación pueden ser tan determinantes, o más, que el estado físico de un atleta” indica Fernando Riveros, uno de los investigadores principales. 

Tras reunir a 317 deportistas colombianos que practican diferentes disciplinas, se aplicó el Cuestionario de Características Psicológicas Relacionadas con el Rendimiento Deportivo (CPRD), una herramienta que mide aspectos como el control del estrés, la cohesión de equipo, la motivación y otras cualidades importantes para el rendimiento en el deporte. 

Los resultados mostraron que, en términos de control del estrés, los hombres tienen un mejor manejo  y las mujeres demostraron tener mayor cohesión de equipo, sugiriendo que tienen mejor capacidad para trabajar con otras personas sin conflictos. 

Lo anterior permite indicar que en deportes como el rugby y las porras existe mayor cohesión de trabajo en equipo, lo que hace que a nivel psicológico el bienestar y el rendimiento sea mayor si se les compara con deportes como el fútbol, voleibol o el baloncesto en donde, si bien es necesario jugar en equipo, los jugadores desempeñan un rol individual.

En cuando a un factor como la motivación, los científicos pudieron establecer que esta es mayor en deportistas profesionales comparado a los semi profesionales. Esta diferencia puede deberse a dos razones concretas. Por un lado a la intensidad y dedicación que se espera en niveles más altos de competencia, donde la presión y la necesidad de un rendimiento constante son mayores. Por otro lado, también puede estar vinculada a la naturaleza del deporte y las demandas psicológicas particulares que cada uno impone.

Para Fernando Riveros, un aspecto como la motivación es imprescindible pues “ha demostrado ser un factor determinante en la calidad del rendimiento. A mayor nivel de motivación, los deportistas tienden a comprometerse más con sus entrenamientos y a adoptar sistemas de mejora continua en su práctica deportiva. Este compromiso se traduce en un mejor desempeño general en las competencias”.

La identificación de los anteriores aspectos, sumados a diferencias significativas según el sexo, el deporte y el nivel de competición, puede ayudar a diseñar programas de entrenamiento psicológico personalizados y efectivos con el fin de desarrollar intervenciones específicas para mejorar el control del estrés en deportistas femeninas o programas de cohesión de equipo para atletas masculinos.

Estrategias de rendimiento basadas en la investigación

Es común que en los grandes eventos deportivos se observe cómo deportistas que están aparentemente en excelente forma física logran verse afectados por la presión y que al final, esto afecte su rendimiento. Incluso equipos que parecen ser los más fuertes de la competencia pueden desmoronarse cuando se enfrentan a desafíos.

La historia de Simone Biles, gimnasta artística estadounidense, quien durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 habló por primera vez sobre su salud mental y cómo esto desempeñaba un papel fundamental para su desarrollo como deportista de alto nivel, es un buen ejemplo. Aunque a lo largo de su carrera deportiva, se ha consolidado como una de las gimnastas más condecoradas de la historia –con 37 medallas olímpicas–,  durante los Juegos Olímpicos de Tokio, Biles experimentó una desconexión entre su mente y su cuerpo durante los giros, lo que la llevó a retirarse de la competición para priorizar su salud mental. Este retiro temporal le permitió concentrarse en su bienestar psicológico, lo que fue fundamental para su eventual regreso al deporte y su reingreso. La historia de Biles subraya la importancia de esta investigación, al reiterar la premisa de que trabajar en factores como la motivación, la cohesión del equipo y el manejo del estrés es vital para el éxito de los deportistas. 

De acuerdo con Riveros, los hallazgos del estudio destacan la necesidad de una evaluación integral de las condiciones psicológicas de los deportistas y la implementación de intervenciones para fortalecer el rendimiento. Es decir, que para mejorar el desempeño deportivo, es esencial priorizar el trabajo en los aspectos psicológicos que pueden ser indicadores clave del éxito en la competición. 

Christopher Quintero, integrante del semillero, y también autor del estudio resalta que “al trabajar en estos aspectos, los deportistas podrían experimentar mejoras significativas en su desempeño, lo que a su vez podría impulsar el nivel general del deporte en el país. El reconocimiento de la importancia de la psicología del deporte y su aplicación práctica en el ámbito deportivo colombiano podría tener un impacto positivo en el desarrollo personal y deportivo, así como en el éxito global del deporte en la región.”

En conclusión, los hallazgos obtenidos proporcionan una base sólida para diseñar programas de intervención personalizados que aborden las necesidades específicas de cada atleta, potenciando así su rendimiento deportivo. Al reconocer que factores como la motivación, la cohesión de equipo y el manejo del estrés pueden ser determinantes para el éxito, se abre la posibilidad de implementar estrategias más efectivas que contribuyan al bienestar integral y al desarrollo óptimo de los deportistas. En última instancia, esta investigación no solo destaca la relevancia de la psicología del deporte, sino que también ofrece una hoja de ruta para mejorar el desempeño y la competitividad en el ámbito deportivo.