Las implicaciones de una posible dolarización en Colombia

Ante las diferentes dificultades económicas del país, en parte por la pandemia mundial de COVID-19, una de las posibles soluciones que ha empezado a surgir es la opción de dolarizar el país, que es un proceso mediante el cual un país adopta la moneda de otro, en este caso el dólar. Esto significaría que, si Colombia adoptara la dolarización, la moneda circulante ya no sería el peso, sino el dólar.

De acuerdo con el profesor Juan Nicolás Garzón Acosta, de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, este proceso ocurre bajo ciertas circunstancias de crisis económica o de una inflación muy alta. “En Venezuela, por citar ese caso, en algún momento han propuesto una dolarización oficial, aunque ya hay una dolarización de facto; es decir, pese a que existe el bolívar (la moneda), muchas transacciones y operaciones se efectúan en dólares, porque es una moneda más estable”

Desde ningún punto de vista tiene sentido hablar de dolarizar la economía. Nosotros tenemos una política monetaria muy seria; el Banco de la República es quizás la institución más responsable y la más sólida de Colombia.

La dolarización ya ha sido exitosa en otros países de la región, como en Ecuador, donde desde 1999 se implementó el dólar como moneda, después de una profunda crisis económica, “En consecuencia, se estabiliza la moneda o se estabiliza un poco más la economía que es producto de ese proceso de dolarización, pero esa [la del Ecuador] era una situación, digamos, límite”, dice el profesor Garzón.

En el caso de Colombia, la dolarización no es una estrategia acertada para fortalecer la economía. “En principio, no tenemos razones para pensar que una dolarización es el camino más adecuado para generar más crecimiento. La dolarización nos quita una cosa muy importante que tiene la economía colombiana y es que limita el rol del Banco Central, el cual ha funcionado bajo un mecanismo de control inflacionario, que se llama inflación objetivo, y que ha creado un sistema de tipo de cambio flexible; así mismo, ha ideado una serie de estrategias y de mecanismos que funcionan bien y que han permitido tener una inflación relativamente controlada”, añade el profesor Garzón Ospina.

Wilson Rodríguez, profesor e investigador de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas, concuerda con que una dolarización de la economía colombiana no solo es innecesaria, sino que llegaría a ser contraproducente. “Desde ningún punto de vista tiene sentido hablar de dolarizar la economía. Nosotros tenemos una política monetaria muy seria; el Banco de la República es quizás la institución más responsable y la más sólida de Colombia. Nuestros niveles de inflación, desde que tenemos la política de inflación objetivo, son supremamente controlados”, afirma el profesor Rodríguez. Aunque la situación económica del país no es la ideal, aún estamos lejos de considerarnos en una crisis. Por eso, manejar medidas tan severas, como dolarizar al país, no es necesario. Colombia ha mostrado políticas e instituciones fuertes que permiten una constante mejora de la economía nacional.