2/10/2024

Expertos alertan sobre uso indebido de cannabis para tratar la epilepsia  

Foto: Freepik

El uso de cannabis en pacientes con epilepsia hoy es motivo de investigación y en algunos casos de preocupación. ¿Qué dice la ciencia al respecto? 

Por: Paula Sophia Martin y María Alejandra Gómez

Según el estudio de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Bogotá 2022, “la marihuana es la sustancia ilícita de mayor consumo, 371.086 personas reportaron haberla consumido en ese último año. De estas, el 40 % clasificó en los grupos en situación de abuso o dependencia”. Sin embargo, ¿qué sucede con aquellos que la consumen por razones no recreativas?  

En el estudio “Use of artisanal and non-regulated cannabis-based products for the treatment of epilepsy in a low-income population” (Uso de productos basados en cannabis artesanal y no regulada para el tratamiento de la epilepsia en población de bajos recursos) publicado por investigadores de la Universidad de la Sabana y del Hospital de Kennedy en Bogotá, se encontró que al menos 1 de cada 10 pacientes con epilepsia de difícil manejo (un trastorno que se caracteriza porque el paciente se enfrenta a crisis convulsivas) ha usado productos con base de marihuana artesanal o no regulada para tratar su condición. Para llegar a esto, se consideró una muestra de 380 pacientes, de 20 a 40 años, que a partir de encuestas reporto usar productos basados en marihuana artesanal y no regulada (10,3%). Además, el estudio también encontró que el 84,6% de dichos pacientes lo hicieron por iniciativa propia.  

Según el investigador Camilo Espinosa, médico neurólogo y profesor asociado del posgrado de neurología de la Universidad de La Sabana, esto es preocupante porque, a menudo la falta de información sobre el uso de sustancias psicoactivas y su relación con diagnósticos y dolencias específicas puede nublar la perspectiva. “En parte, esto se debe al desconocimiento que existe en torno al uso de productos a base de cannabis para tratar esta enfermedad. Esto se ha masificado y ha generado un uso indiscriminado. Hay una percepción errónea en las personas y se asume que cualquier tipo de marihuana sirve para tratar la epilepsia”, explica. 

Foto: Freepik

Medicamentos a base de cannabis para tratar la epilepsia, ¿realmente funcionan? 

Algunos estudios científicos han demostrado que el cannabidiol –que es el componente que ha demostrado tener propiedades anticonvulsivas– no siempre está presente en los productos de cannabis medicinal y, mucho menos, en las cantidades que se requiere. De hecho, algunos de estos productos, en su lugar suelen tener concentraciones altas de THC (tetrahidrocannabinol), otro cannabinoide que –según Espinosa– no es bueno para tratar la epilepsia y otras enfermedades neuro psiquiátricas, pues puede exacerbar algunos síntomas neuro psiquiátricos. 

“El cannabidiol lo estamos utilizando aquí. Hay un par de laboratorios farmacéuticos que tienen el producto que cumple con todos los requerimientos regulatorios y exigencias propias del Invima. Está en el mercado hace unos 3 o 4 años. Pero no deberíamos usar productos artesanales, mucho menso si no se sabe que contienen” resalta el médico. 

Igualmente, la investigadora Angela Acosta Amaya, psicóloga de la Universidad Nacional de Colombia y magister en psicología de la salud y discapacidad de la Universidad de La Sabana, enfatiza en los riesgos para quienes hacen uso de estos productos, ya que “pueden tener componentes que detonen cambios comportamentales e incluso, en algunos casos, la reactivación de crisis convulsivas o epilépticas”. 

Acosta resalta añade que “es importante conocer las experiencias de los pacientes con epilepsia, especialmente la refractaria –aquella que no se ha logrado tratar de forma prolongada–, para así entender porqué recurren a estos productos. Además, como esta es una enfermedad neurológica crónica es importante anotar las dudas y llevarlas a la consulta con el especialista”. 

A veces, como los pacientes han recibido tratamientos sin éxito, suelen recurrir a respuestas que encuentran en otros lugares como internet. Afortunadamente, el estudio identificó la población de alto riesgo. Y, “a donde nos dirigen estos resultados es a fortalecer las estrategias educativas, en pacientes con estas características, sobre en qué consiste el uso de estos productos, los riesgos y beneficios. También, a incluir a los familiares, de esta manera se pueden tomar decisiones más informadas” asegura la investigadora. 

En conclusión, la clave está en la implementación de estrategias de comunicación en donde la cercanía y la transparencia con los profesionales de la salud y las personas que padecen la enfermedad, pueda permitir dejar a un lado los tabús alrededor de los medicamentos a base de cannabis, para así hacer las preguntas correctas y necesarias antes de tomar la decisión de recibir un tratamiento de este tipo.