Dos investigadoras de La Sabana se destacan en el ranking de mujeres inventoras en Colombia

La Superintendencia de Industria y Comercio publicó en agosto de 2024 el informe sobre la participación de mujeres inventoras en Colombia. Dentro del listado de mujeres investigadoras colombianas, aparecen de nuevo dos de nuestras profesoras con sello Sabana: María Ximena Quintanilla, profesora Titular de la Facultad de Ingeniería, quien, por segundo año, ocupa el primer lugar en esta lista con 20 solicitudes de patentes, una cifra considerable por encima de otras investigadoras en el país, y Claudia Lorena Garzón, profesora Asociada de la Facultad de Ingeniería, quien también se destaca y repite en el top 10 del listado.

María Ximena Quintanilla y Claudia Lorena Garzón Castro, son dos profesoras investigadoras que creen en el aporte que se puede hacer desde la investigación científica al desarrollo del país. Por eso, con pasión y compromiso, han dedicado gran parte de su carrera a investigar y proponer soluciones que impacten y beneficien a las personas.

Invertir en investigación científica en Colombia es crucial para el desarrollo del país. La ciencia nos permite abordar problemas locales y globales, generar soluciones innovadoras y contribuir a una mejor calidad de vida a través de lo que consumimos. Además, fomenta la educación y la formación de nuevas generaciones de científicos, especialmente mujeres, quienes pueden ser agentes de cambio en sus comunidades”, afirma María Ximena Quintanilla, profesora e investigadora bogotana que se ha destacado por ser  la mujer con más solicitudes de patentes y patentes concedidas  en el país en la última década.  

Y es que las profesoras Quintanilla y Garzón ocupan de nuevo una posición destacada en el top 10 de mujeres con mayor número de patentes registradas en Colombia, un logro personal y profesional que le atribuyen en gran parte al apoyo de colegas, estudiantes y sus familias, respectivamente.

“Ocupar un lugar destacado en la lista de mujeres con más inventos patentados, me hace sentir orgullosa y comprometida. A nivel personal, es un reconocimiento al esfuerzo y disciplina, pero más importante aún, es una oportunidad para visibilizar el talento femenino en la ciencia y la importancia del trabajo interdisciplinar y en equipo”, asegura Quintanilla.

A lo anterior, se une la profesora Garzón, pues considera que “todas las investigaciones y análisis de patentes han sido producto de un arduo trabajo en equipo con colegas y estudiantes. Se trata de la unión de esfuerzos, del trabajo multidisciplinar, que permite generar prototipos para dar automatizar un proceso”.

Este trabajo científico que hoy las hace merecedoras de este tipo de reconocimientos a nivel nacional, ha sido fruto del esfuerzo y el interés por ayudar a los demás. “Si todos aportamos algo, esto va a ayudar a que nuestro país tenga mejores niveles de desarrollo. En el caso de la investigación, los avances científicos con enfoque social que se logren desde cualquier tipo de disciplina permitirán que como país avancemos y podamos mejorar los procesos y la vida de las personas”, destaca la investigadora Garzón.

Mujeres científicas que le apuestan al desarrollo

Uno de los grandes retos para el desarrollo científico en nuestro país ha sido consolidar esta labor a través del ejercicio investigativo que desarrollan las mujeres en distintas disciplinas. Con el ranking realizado por la Superintendencia de Industria y Comercio, se busca mejorar esos índices de mujeres investigadoras que aportan al desarrollo de soluciones.

En ese camino, existen algunos retos para las mujeres científicas. Para la doctora y profesora Titular María Ximena Quintanilla, “Las mujeres en la ciencia enfrentan desafíos como la falta de representación en posiciones de liderazgo y un tema de acceso limitado a financiamiento, indistinto del género. Sin embargo, cada vez más, las mujeres se están uniendo para apoyarse mutuamente, creando redes que fomentan la colaboración y el empoderamiento”, destaca.

Las patentes, un reconocimiento a una labor investigativa

De acuerdo con la Superintendencia de Industria y Comercio, una patente es una forma de privilegio que le otorga el Estado a un inventor como “reconocimiento de la inversión y esfuerzos realizados por éste para lograr una solución técnica que le aporte beneficios a la humanidad”. Este privilegio otorga el derecho a explotar exclusivamente el invento por un tiempo definido.

En el camino de la investigación, cada estudio cuenta. Las patentes son un tipo de reconocimiento a una solución que aporta. Y precisamente eso es lo que han hecho durante toda su carrera estas dos profesoras con sello Sabana.

Por un lado, la doctora María Ximena Quintanilla asegura que su carrera científica nace del interés por “investigar los alimentos y diseñar productos que impacten positivamente la salud de las personas, buscando mejorar la calidad de los alimentos, su acceso y fomentar así la seguridad alimentaria ”, señala.

Precisamente, su investigación se ha centrado en el desarrollo de alimentos funcionales (es decir, aquellos que han sido elaborados añadiéndole componentes biológicamente activos que cumplen una función específica y contribuyen a mejorar la salud de las personas), a partir de la micro y nanoencapsulación.

Este trabajo que ha adelantado por años es un tema vital por el impacto que tienen los alimentos en la salud pública. “Al estudiar estos aspectos, buscamos no solo innovar, sino también garantizar un acceso equitativo a alimentos saludables, lo que beneficia a todos, especialmente a comunidades vulnerables para que a través de mejores productos democraticemos la nutrición”, afirmó Quintanilla, quien ha trabajado por aportar desde su investigación al fortalecimiento de la ciencia en nuestro país.

Por otra parte, la profesora Dra. Claudia L. Garzón le ha apostado desde su trabajo investigativo al desarrollo de prototipos automáticos que permitan ahorrar tiempo al personal que monitorea la labor, evitar que los procesos sean repetitivos y acceder de forma sencilla a los datos.

“Mi enfoque siempre ha estado en el desarrollo de prototipos automatizados que ayuden a controlar procesos, de tal manera que con el control que uno aplique se pueda mejorar y/o incrementar la producción, tener un control de las variables del proceso, disminuir el tiempo que el personal científico invierte tanto en la toma de datos como en el monitoreo del proceso, facilitando así la vida de las personas”, destaca.

En esa labor entre el diseño de prototipos ha tenido grandes aprendizajes. Uno de ellos aprender de otras disciplinas como conceptos, estructuración de sus objetos de estudio y establecer canales de diálogo que enriquezcan la investigación. Adicional a esto, señala “ha sido un gran logro y satisfacción transmitir a los estudiantes lo que uno aprende de las experiencias investigativas, encontrar la forma en la que ellos puedan vivir la ciencia y se apasionen por lo que hacen. Trabajar con ellos siempre es una oportunidad para aprender y enriquecer el proceso de la investigación”, señala la profesora Garzón.

Inspirando a otros a seguir en la carrera científica

Finalmente, frente a los aportes que consideran valiosos a través de la investigación, ambas coinciden en el poder que tiene la ciencia de inspirar e impactar con datos que se consolidan en patentes de invención y modelos de utilidad para otros. 

“Creo que uno de los mayores aportes que he logrado en mi carrera ha sido inspirar a otros a seguir sus sueños en la ciencia. Al compartir mis experiencias y logros, espero motivar a nuevas generaciones a que se atrevan a innovar y a buscar soluciones a los problemas que enfrentamos como sociedad. La diversidad en la investigación enriquece el conocimiento y promueve un enfoque más integral”, destaca Quintanilla.

A las dos las seguirá motivando impulsar proyectos que no solo innoven, sino que también inspiren a otros a creer en su capacidad para inventar y contribuir al desarrollo del país, pues el objetivo que ambas investigadoras tienen es el de aportar desde el saber que desarrollan y comparten con los demás.