El encuentro en cifras
500 asistentes150 conexiones vía streaming9 eventos en dos días
22 conferencistas invitados65 apariciones en medios nacionales13 instituciones participantes

 

En cerca de 50 países, como Nueva Zelanda y Alemania, se ha reducido de modo considerable la aceptación social del castigo físico, gracias a la implementación de leyes que lo prohíben.

En Colombia, el 52% de los niños encuestados en un estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Sabana, en colaboración con la Alianza por la Niñez Colombiana, afirmaron recibir castigos físicos y el 47% dijeron que los episodios se daban con el uso de objetos. En este contexto, es importante diferenciar el castigo físico como una práctica parental del maltrato a los niños, niñas y adolescentes.

Este fue uno de los debates del “Primer Encuentro Internacional sobre Castigo Físico: La paz empieza en casa. Aportes de la academia y la sociedad civil a la política pública y educativa”, evento realizado a finales de junio por la Facultad de Psicología de La Sabana y la Alianza por la Niñez Colombiana, en el que también se discutió acerca de las alternativas educativas, las estrategias regionales e intersectoriales que requiere el país para prevenir y mitigar el castigo físico, entre otros temas.


 

María Juliana Ruiz Sandoval, primera dama de la nación.

“En este escenario se hace una reflexión sobre las alternativas para la crianza de nuestros hijos desde la familia, que es el primer núcleo que construye la sociedad. Lo más triste es que el castigo físico se vea como un tema cultural y, sobre todo, que no se cuestione”.

 

Jorge Cuartas, investigador de la Universidad de Harvard

“Los municipios con más violencia experimentan un mayor uso del castigo físico. Igualmente, una mayor presencia de guerrillas, violencia doméstica o exposición al castigo físico favorece su uso”.

 

Juliana Pungiluppi, directora general del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar

“En el 2018 se presentaron, en promedio, 62 nuevos casos en los que una persona adulta ocasionó un daño físico o psicológico de forma deliberada a un niño o niña, mediante un acto violento. A mediano y largo plazo, un niño o niña educado en un entorno en el que se relacionó mediante el uso de la violencia será más propenso a legitimar el uso de esa violencia contra quienes estén en desventaja, como sus propios hijos o su pareja. La ecuación es simple: quien fue criado con violencia, replica la violencia. Este es el ciclo que debemos romper”.

Ángela María Trujillo, profesora investigadora de la Facultad de Psicología

“Para nuestros hijos, el castigo físico no es una experiencia agradable, no está enseñándoles nada; está teniendo un impacto emocional que puede influir en la aparición de patologías en el futuro”.

Doctora Martha Rocío González, directora de Profesores e Investigación de la Facultad de Psicología

“La Universidad de La Sabana se convierte en un espacio de encuentro entre la sociedad civil y la academia, con el propósito de reflexionar sobre el bienestar de los niños, niñas y adolescentes del país”.

 

Doctora Noemí Pereda, investigadora experta en victimología de la Universidad de Barcelona

“El uso del castigo físico puede generar en los niños afecciones permanentes neurobiológicas que incrementan el riesgo de conductas alcohólicas, adictivas, depresivas, ansiosas y agresivas. Los miembros de la familia y los cuidadores del niño o niña son los principales victimarios en los actos de violencia contra menores de cinco años. Para poder prohibir legalmente el castigo físico es necesario que una parte importante de la sociedad crea con firmeza que este no es apropiado en ninguna circunstancia”.


 

Este escenario reunió a cerca de 500 asistentes de diferentes instituciones privadas y públicas, y contó con las intervenciones de la señora María Juliana Ruiz Sandoval, primera dama de la nación; Juliana Pungiluppi, directora general del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF); la doctora Noemí Pereda, investigadora experta en victimología de la Universidad de Barcelona (España); y Jorge Cuartas, investigador de la Universidad de Harvard (Estados Unidos).

Asimismo, la jornada dio lugar a las contribuciones de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, el Instituto de La Familia y entidades como Save the Children Colombia, Red PaPaz, ICBF, World Vision, Aldeas Infantiles, Naciones Unidas (UNICEF), Asociación Afecto contra el Maltrato Infantil, Fiscalía General de la Nación, Pontificia Universidad Javeriana, Universidad del Rosario y Universidad Nacional de Colombia.

La Facultad de Psicología destaca 3 conclusiones 

  1. Se necesita una política pública que proponga estrategias que les permitan a los padres emplear alternativas distintas al castigo físico para educar a sus hijos.
  2. El castigo físico puede originar otras formas de violencia.

  3. La disminución del castigo físico en Colombia requiere un cambio cultural sobre la manera en que se concibe la educación de los hijos. Se necesitan esfuerzos intersectoriales entre la sociedad civil, la academia y el Gobierno.