Primer Encuentro de Profesores 2024

Durante el saludo de bienvenida del rector a los profesores al iniciar el año 2024, se vivió un espacio de encuentro e integración para proyectar su labor durante este nuevo periodo, teniendo presente la visión común del 2029 y las prioridades estratégicas.

Palabras del Discurso del Doctor Rolando Roncancio Rachid.
Enero 17 de 2024.

El año pasado en el acto de apertura del año académico traje a este auditorio, la historia de un sastre que deslumbraba a los turistas en Jerusalén no sólo por las confecciones que hacía, sino por las conversaciones que se desarrollaban primero, en una época, alrededor de sus costuras, pero después por las historias que tejía detrás de sus encuentros con quienes llegaban ávidos de conocimiento.

Lo he dicho en muchos escenarios: ustedes, queridos profesores son la piedra angular de la Universidad. Hoy y siempre. Pienso que como formadores -como lo decía hace un año- ayudamos a diseñar nuevos trajes para nuestros estudiantes. Trajes que, cada día, nos vemos abocados a hacer más la medida, pues cada persona es única, distinta e irrepetible y, además, ahora, con demandas derivadas de las nuevas formas de consumo de la educación y los modelos disruptivos de aprendizaje. Por eso, hoy me siento feliz de tener este primer encuentro con todos nuestros profesores, en especial con aquellos que no frecuentamos tanto, reitero: si hay algo que distingue a nuestra Universidad es que aquí cada uno es cada uno, todos cuentan. De ahí que buscamos que nuestra oferta responda a las necesidades de cada individuo y para ello, hay que escucharle, conocerle, saber de él, entenderle: porque para que nos entiendan, primero debemos entender. Y para entender, conocer.

Por eso, en esta oportunidad vine a compartir con ustedes este primer encuentro del año y a comentar algunos detalles de nuestro proceso de transformación y cómo queremos hacerlos aún más partícipes a cada uno de ustedes. Antes de empezar, quiero darles las GRACIAS. Incluso a los profesores que inician este año en la Universidad, por creer en nosotros aún sin haber tenido la experiencia de trabajar aquí y por supuesto, a quienes tienen uno, dos, diez, muchos años y a quienes a veces sentimos lejos, porque trabajan en sus empresas, en medios de comunicación, en multinacionales y quisiéramos tener más cerca.

Los profesores de planta ya tienen muy aprendida la lección (aunque no sobra un repaso) pero quiero insistir en cómo la Universidad quiere hacer partícipes a todos sus profesores del proceso de transformación institucional, iniciado ya hace varios años y que queremos seguir impulsando, en el caso de ustedes, especialmente en lo académico. Nos encontramos en un momento clave en el camino hacia nuestra visión común al 2029.

Además, de cara, en principio a los estudiantes y, ante nuestros diversos públicos de interés, todos nuestros profesores, de pregrado, de posgrado, de educación continua son nuestros embajadores, son ustedes LOS profesores (indistintamente de si son de planta, da cátedra) las personas que más deben hacer suya la universidad, deben ser las personas que encarnan la cultura que queremos impregnar en quienes pasan por nuestra institución.

Para un estudiante, uno de ustedes puede ser, incluso, su salvación: muchos los toman como modelo en lo profesional, otros como modelo en su forma de ser, pero sin duda lo más grato es cuando el estudiante, tras cuatro o cinco años en la Universidad, dice: “mi profesor es un maestro de vida”. Eso no tiene precio. Y cuando dicen eso es porque han visto a un ser humano detrás del atril, o una persona cálida que no sólo te pregunta si estudiaste para hoy, sino cómo estás o si te sientes bien cuando su semblante evidencia tristeza.

El quehacer del profesor de la Universidad de La Sabana es un reto de principio a fin. Y con la entrada de nuevas formas de aprendizaje, ya hay muchos más retos para resolver problemas reales, cuyas soluciones no sólo nacen de proyectos de investigación o trabajos de grado, sino de sesiones de clase que se convierten en materia prima para aprender haciendo. Aquí esperamos mucho de ustedes. Pero para que puedan dar, también deben recibir. Este año planeamos que en especial los profesores de cátedra tengan posibilidades de formación en cada uno de sus asuntos que demandan estudio y aprendizaje para poder alcanzar los objetivos que tenemos en cada una de las prioridades estratégicas.

También hay muy buenos resultados, como dicen los paisas: “qué antojo” de poder compartir con ustedes tantas buenas prácticas. Esperamos que al interior de las facultades y unidades se puedan dar a conocer algunas de ellas, fruto también de la formación que muchos de ustedes han recibido ya.  

Estamos en la tarea de fortalecer nuestros espacios académicos, reforzar nuestra infraestructura adaptándola a nuestras necesidades más humanas y menos instrumentales y, PERO sobre todo, de manera que también favorezcan la perspectiva sapiencial, es decir el logro del aprendizaje de una persona, logrado más allá del estudio o de la experiencia; el momento en el que se adquiere un sentido verdaderamente profundo de la vida.

Los invito a seguir soñando en grande, a generar cambios disruptivos, a asumir riesgos responsables basados en el conocimiento y la experiencia, busquemos contribuir en la construcción de soluciones con impacto real, con mirada amplia, sin olvidar un ingrediente con el quiero terminar: las humanidades. No importa si enseñas física, materiales de construcción o macroeconomía.

Cierro lo con lo que decía Toni Morrison, escritora norteamericana: "Las humanidades nos inspiran a cuestionar, a soñar, a reflexionar y a conectar con lo que significa ser verdaderamente humano en un mundo lleno de desafíos y posibilidades". Muchas gracias y bienvenidos a este nuevo año académico.