Los líderes se deben a sus seguidores en una relación en la que ambos esperan satisfacer sus intereses o necesidades. Dentro de las organizaciones, la presencia de líderes facilita la toma de decisiones y orienta los procesos hacia el logro de los objetivos.

Existen diferentes concepciones y corrientes de pensamiento respecto al liderazgo; sin embargo, diversos autores coinciden en que su esencia está dada por los seguidores y la interacción que exista entre estos y su líder. Así lo plantean Chiu, Balkundi y Weinberg (2017): “Los gerentes son nombrados por la organización, pero los líderes son ungidos por sus seguidores”. Por tanto, el líder se debe a sus seguidores en una relación en la que ambos esperan satisfacer sus intereses o necesidades, aunque puedan ser divergentes.

Guido Castro, jefe del Departamento de Administración y Organizaciones de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas (EICEA), afirma: “El liderazgo puede ser comprendido como un proceso complejo de influencia mutua entre líderes y seguidores. El seguidor espera ‘ver’ en el líder un modelo, pero además ‘sentir’ su comprensión, estímulo y apoyo. El objetivo es que el líder haga ‘vivir’ a sus seguidores el propósito de la organización. Para esto, debe influenciarlos, es decir, inducir un cambio (deseado) en ellos, con un proceso de diálogo, ejemplificación y apertura, puesto que se busca que modifiquen sus comportamientos, actitudes e, incluso, sus valores para alcanzar los objetivos de la organización. En todo caso, el liderazgo se trata de un proceso en doble vía, puesto que el líder también puede ser influenciado por sus seguidores”.

Dentro de las organizaciones, la presencia de líderes facilita la toma de decisiones y orienta los procesos y actividades hacia el logro de los objetivos. Desde un punto de vista humano, los líderes deben motivar e introducir confianza en los equipos, pero también incertidumbre, con el ánimo de retarlos e impulsar la innovación.

El profesor Gary Yukl (2012), de la Universidad de Albany (Estados Unidos), propone 15 acciones de liderazgo que propenden a que el líder motive un uso eficiente de los recursos de su organización, ayude a mejorar las habilidades de su equipo promueva la innovación y estimule una adecuada relación organización-entorno: 

• Clarificar (tareas).

• Planear (acciones de corto plazo).

• Monitorear operaciones (controlar el progreso y la calidad de las labores).

• Solucionar problemas (identificar y tomar medidas para resolver problemas).

• Brindar soporte (mostrar preocupación por las necesidades y los sentimientos de los integrantes de su equipo).

• Desarrollar (teniendo en cuenta las habilidades de los integrantes de su equipo).

• Reconocer (elogiar, recompensar o recomendar en los casos necesarios).

• Empoderar (involucrar a los miembros en decisiones importantes).

• Promover el cambio (hacer visible una oportunidad o amenaza emergente).

• Prever el cambio (comunicar una visión clara de lo que se espera).

• Fomentar la innovación (provocar el pensamiento y los espacios de innovación).

• Facilitar el aprendizaje colectivo (alentar a los miembros a compartir y sistematizar el conocimiento).

• Crear redes (participar en espacios que permitan construir y mantener relaciones favorables interna y externamente).

• Hacer monitoreo externo (analizar información sobre tendencias, cambios y oportunidades emergentes).

• Representar (promocionar, defender la reputación de la organización, negociar con diversas partes).

Referencias

• Chiu, C., Balkundi, P. y Weinberg, F. (2017). When managers become leaders: The role of manager network centralities, social power, and followers' perception of leadership. The Leadership Quarterly (28), 334-348.

• Yukl, G. (2012). Effective Leadership Behavior: What We Know and What Questions Need More Attention. Academy of Management Executive, 26 (4), 66-85