Qué deben hacer las personas con comorbilidades para enfrentar la nueva normalidad
El regreso a las actividades tradicionales es un hecho que genera distintas emociones en la sociedad, aún más considerando que el virus Covid-19 no se ha ido y se debe seguir con los protocolos de seguridad, teniendo en cuenta el riesgo continuo latente en personas con comorbilidades.
Aunque para muchos la palabra comorbilidad es común, para otras resulta desconocida, pero es importante mencionar que este es un término utilizado para describir dos o más trastornos o enfermedades que ocurren en la misma persona. Pueden ocurrir al mismo tiempo o uno después del otro. La comorbilidad también implica que hay una interacción entre las dos enfermedades que puede empeorar la evolución de ambas como diabetes, hipertensión, obesidad y enfermedades asociadas al sistema inmune.
Al volver a las actividades cotidianas aquellos que sufren alguna de estas preexistencias deberán ser más conscientes del distanciamiento físico, la higiene de manos, desinfección de superficies, correcto uso del tapabocas y control frecuente de su estado de salud.
El proceso de la pandemia ha permitido descubrir que la salud mental es igual de importante que la física y no cuidar esta también puede afectar a todas las áreas de nuestra vida, como por ejemplo al área profesional, familiar o las relaciones interpersonales.
De acuerdo con la enfermera Paola Sarmiento, profesora de la Facultad de Enfermería y Rehabilitación, “es posible que persista el impacto para algunas personas afectadas por una enfermedad crónica, asociado a un sentimiento de mayor la vulnerabilidad, miedo por pensar en un mayor riesgo de contagiarse con fatales consecuencias o en un empeoramiento de su enfermedad de base. Traducido en sentimientos de ansiedad e incertidumbre”.
Más allá de las personas con alguna comorbilidad, todos debemos hacer conciencia de que en la nueva normalidad debemos mantener hábitos saludables si queremos evitar contagios y proteger de forma especial a las personas con alguna preexistencia.
Según la profesora Sarmiento, algunas recomendaciones a tener en cuenta para las personas con enfermedades crónicas son:
- Continuar y mantener un régimen estricto con los tratamientos farmacológicos, programación y asistencia a controles médicos, terapia y el reporte oportuno al servicio de salud sobre la aparición de signos o síntomas nuevos asociados a su comorbilidad o sospechosos de COVID-19.
- Se puede apuntar a lograr un bienestar físico y mental, y este afrontamiento se asocia al autocuidado de la salud mental por medio de: reconocer y expresar las emociones que le produce el retomar las actividades previas a la pandemia; tener apertura al cambio, que en ocasiones es inevitable; mantener hábitos y horarios de descanso, alimentación saludable, momentos para realizar actividad física, actividades que brinden felicidad, toma de medicamentos y controles médicos.
Finalmente, es oportuno informar a las personas que nos rodean, en nuestro lugar de estudio o trabajo de la condición médica para que tengan aún más presentes las medidas de seguridad.