La selección de fútbol masculino, dirigida por el profesor Elkin Quito, es una oportunidad para trascender. Es un equipo siempre dispuesto a asumir nuevos retos. Para ellos el fútbol es un simulador de la vida ya que se pone a prueba la tolerancia, empatía, paciencia y el respeto para la consecución de nuevos logros. Son un equipo joven que saben que el camino no es fácil y que deben acumular los méritos suficientes para poder cumplir con los objetivos propuestos. Ven en sus entrenamientos un entorno especial para valorar, para obtener seguridad, para atreverse a hacer nuevas cosas y para construir el espíritu colectivo.
Afrontan la competencia con esperanza, desbordan con alegría, fintan con responsabilidad, se desmarcan mientras reconocen el talento del otro y celebran los goles con humildad.