La Sabana obtiene su primera patente en Estados Unidos
Después de cinco años, la United States Patent and Trademark Office (USPTO) concedió una patente de modelo de utilidad (utility model) al dispositivo médico Laryngopharyngeal Endoscopic Esthesiometer and Rangefinder (LPEER), usado para el diagnóstico de anomalías deglutorias.
Este dispositivo fue desarrollado como producto de la tesis doctoral del doctor Luis Fernando Giraldo, profesor de la Facultad de Medicina, en conjunto con los doctores Javier Burguete y Secundino Fernández, directores de su investigación en la Universidad de Navarra (España), y con el aporte desde el campo de la ingeniería del profesor Luis Mauricio Agudelo y del doctor Mario Arbulú.
De acuerdo con el profesor Giraldo, “el dispositivo sirve para medir de manera cuantitativa y precisa la sensibilidad de la garganta, ya que detecta estados de pérdida de la sensibilidad (hipoestesia) o de aumento de la misma (hiperestesia), así como de las distintas enfermedades que se pueden cruzar con estos dos estados, tales como la disfagia o la apnea del sueño”. Así mismo el profesor Giraldo afirma que “tener la patente en Estados Unidos es muy importante porque permite entrar a un mercado muy fuerte para el dispositivo, ya que allá es donde más se han investigado los temas de la sensibilidad de la garganta y, adicionalmente, el dispositivo que existía previamente para esto fue retirado del mercado porque tenía un grado de error muy alto, que hacía que no fuera fiable”.
Este es el resultado de la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación de varios proyectos financiados por la Universidad de La Sabana y Colciencias, que han permitido tener cuatro artículos científicos publicados en revistas indexadas, así como una tecnología prototipada en el ámbito industrial, que está siendo validada con pacientes en la Fundación Neumológica Colombiana y está en proceso de comercialización. El profesor Agudelo afirma que la primera patente internacional de la Universidad representa un orgullo y demuestra el buen trabajo entre las facultades de Ingeniería y Medicina. “Las soluciones que hagamos impactan directamente a las personas a través de los médicos y llegan a contribuir a la sociedad. Esto trae un mayor beneficio para las personas que tienen diversas enfermedades, por lo cual es importante que la tecnología esté al servicio de la medicina. Tenemos muchas experiencias con la patente y eso nos ha ayudado a aprender muchas cosas para hacer otros desarrollos", asegura.
Esta primera patente internacional se convierte en un hito muy relevante para la comunidad universitaria, del cual debemos sentirnos orgullosos.