Si bien han sido alrededor de 1.300 personas las que han pasado por Ad Portas, hay un equipo que, fundamentalmente, se ha encargado de pensar y poner por obra las ideas de muchos y serán los encargados de llevar el proyecto a buen puerto en diciembre del 2018.

Después de participar en el concurso abierto para la propuesta de construcción del edificio, la firma de Uribe de Bedout Arquitectos fue la seleccionada para emprender un proyecto afín con las ideas que la Universidad de La Sabana tenía en mente.

Al frente del equipo está Felipe Uribe, arquitecto urbanista de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, quien fue por años profesor titular de la misma universidad. Uribe ha sido director del Laboratorio de Urbanismo UPJ de Bogotá, y profesor en las maestrías de Arquitectura y Tecnología de la Universidad Torcuato Di Tella, y de Arquitectura de FADU-UNL, en Argentina. En 1990, fundó el estudio Uribe de Bedout Arquitectos.

Su firma ha realizado obras públicas que contribuyen a la renovación urbana y a la recuperación social de Medellín, y proyectos urbanos en El Salvador y Argentina. En Colombia, la firma ha liderado proyectos como el Parque de los Deseos y la Biblioteca de las Empresas Públicas de Medellín, entre muchos otros.

Junto al arquitecto trabajan alrededor de quince personas entre Bogotá y Medellín; todos ellos tratando de entender la lógica de la Universidad de La Sabana y, como dice el mismo Felipe, “sus aspiraciones”.

En el campus, el director general administrativo, Armando Gómez; el director de operaciones, Helbert Tarazona; el ingeniero residente, Orlando Mesa Corredor y el jefe de seguridad y salud en el trabajo, Edwin Roberto González, y del primero al último de quienes contribuyen con el levantamiento del proyecto, todos respiran cariño por el proyecto, entusiasmo por el futuro y un gran interés por los detalles, pues aquí el milímetro importa.