Un emprendimiento social, Fundación Gero: la guardiana de los ciclistas en las vías
Las vías, los pedales y las ruedas son el diario vivir de Emiro Romero, graduado del programa de Ingeniería Industrial en 2007 y quien desde los 10 años ha sido un apasionado por el ciclismo. Él recuerda que, con uno su hermano y uno de sus primos, solían practicar el ciclismo hasta lugares como la represa del Sisga y el embalse del Neusa.
En 2017, este Alumni decidió crear la Fundación Gero, en honor a su hermano, Gerardo Romero, quien falleció en un accidente de tránsito mientras montaba su bicicleta en el Alto de Patios. Emiro lo recuerda como “Un ciclista apasionado, emprendedor, generador de ideas y soñador”.
Segúnel Informe de Calidad deVida de Sabana Centro Cómo Vamos, en 2019, del total de muertes registradas en accidentes de tránsito para ese año, en los once municipios que integran la Provincia (Cajicá, Chía, Cogua, Cota, Gachancipá, Nemocón, Sopó, Tabio, Tenjo, Tocancipá y Zipaquirá), el 22.4 % fue en bicicleta. Además, de acuerdo con el registro histórico de víctimas de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, entre 2009 y 2019, solo en Cundinamarca, fallecieron 475 ciclistas en accidentes de tránsito.
“La Fundación Gero busca sensibilizar sobre la vida de los ciclistas y la responsabilidad que tienen los conductores, además de promover la bicicleta, el uso responsable del ciclismo inclusivo, proyectos de logística verde y apoyar escuelas de ciclismo con procesos de formación de ciclistas profesionales”, afirmó Romero.
Este emprendimiento social ofrece capacitaciones en seguridad vial y productos relacionados, con el fin de obtener los recursos suficientes para apoyar a distintas escuelas de este deporte en Tibaná, Ramiriquí, Cucaita (Boyacá) y, en Bogotá, al equipo femenino “Evolución Fem”.
“Nosotros trabajamos con la Agencia Nacional de Seguridad Vial en campañas que adelantamos en la vía, entregando chalecos reflectivos a los ciclistas para que sean visibles. En 2019, ganamos el premio a la mejor campaña de seguridad vial para ciclistas, otorgado por la revista My Bike”, agregó.
La Universidad de La Sabana le brindó a este graduado las herramientas y el aprendizaje que pone en práctica a diario: “En la Universidad aprendí a organizarme, a comprender el tema financiero y los indicadores, como el flujo de caja. Adquirí los valores propios de la Universidad e hice amigos para toda la vida. Me da mucho orgullo decir que soy Sabana”.
Emiro les recomienda a todos los que deseen emprender que analicen cuál es su pasión y vean cómo pueden crear un negocio a partir de esta. Por lo pronto, él seguirá asumiendo el papel de guardián de los ciclistas en las vías.