Pillow: un sueño que empezó en Sillicon Valley
Diego Cuadros, graduado del programa de Psicología en 2013, participó en el programa de innovación Imagine Creativity Center en Silicon Valley, y decidió junto con sus amigos aprovecharlo y crear el emprendimiento: Pillow. “Las personas de grandes compañías, como Facebook, WhatsApp y Google, se permiten soñar, pensar diferente, conformar equipos sin tantas barreras y estructuras formales verticalizadas.Con esa idea que iba evolucionando, regresamos a Colombia y, después de algunos meses, nació Pillow, con el propósito de entregar una alternativa de formación enfocada en el desarrollo de habilidades blandas en empresas y emprendedores, para que pudiesen darle un giro a su forma de pensar y trabajar”, afirmó Diego.
Hoy, Pillow ha formado en creatividad, innovación, liderazgo y comunicación a más de 15.000 personas en distintas empresas, como Adidas, Quala, Belcorp, Bavaria, Davivienda, Education First, entre muchas otras. Sus enfoques de formación son variados, como el pensamiento creativo, design thinking y design sprints, cultura de innovación, líderes innovadores, innovación abierta y eventos de cocreación, metodologías de resolución de problemas, trabajo en equipo y confianza, feedback efectivo y resolución de conflictos.
“Ofrecemos formaciones outdoor (actividades en espacios abiertos) donde, por ejemplo, vamos todos a escalar por las rocas para aprender sobre liderazgo y trabajo en equipo. También, hay talleres concretos, programas de formación para pensar y trabajar de manera diferente, conferencias, hackathones, diseño y facilitación de eventos”, afirmó Cuadros.
Sin duda, la pandemia significó un gran reto, pero Diego asegura que entregar contenido a su comunidad le renovó las energías para seguir adelante. “Debimos priorizar nuestros programas de formación para los emprendedores y personas en general, ofreciendo talleres gratuitos en línea o intentando aportar a nuestra comunidad”, aseguró.
Este Alumni Sabana considera que, visto desde una perspectiva amplia, todas las personas son emprendedoras: "Puede emprenderse en la vida personal, creando un nuevo hábito para ser más saludable; en una empresa, implementando nuevas iniciativas con recursos no propios, pero con la oportunidad de impactar en grande en una empresa ya formada; o crear un negocio propio y empezar otra vez con una idea para resolver un problema en el mundo. En cualquiera de los casos, la base es la motivación, guiada por la convicción propia y no por una comprada por nuestra sociedad. Ser genuinos en nuestras convicciones y decisiones es una garantía de felicidad, y la gasolina para persistir en el camino del emprendimiento”.