Fue un espacio propicio para que los estudiantes de la Facultad de Ingeniería y la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas escucharan las historias de tres empresas, que, aunque representan industrias diferentes, simbolizan el valor y la dificultad que hay en poner todo el capital monetario y humano en una idea, que se espera prospere.

Así fue como Marcela Aranguren, propietaria de biografías personalizadas, Fernán Guzmán y Alfredo Riaño, socios fundadores de Riu y Silvia Santos dueña de Ecoworks le hablaron a los estudiantes sobre cuáles podrían ser los factores de éxito y fracaso a los que podrían enfrentarse, revelando así pequeños tips y secretos que los ayudarán en su formación académica y personal.

Hay que tener humildad, conocerse a sí mismo; es importante no solo haber aprendido los aspectos técnicos de la carrera que se eligió, sino como emprendedor también saber de marketing, finanzas, ventas, desarrollar competencias blandas tales como el liderazgo, comunicación asertiva, honestidad y compromiso; entender todo lo relacionado con el marco tributario de Colombia, pero sobre todo tener una muy buena gestión del tiempo, fueron algunos de los consejos que recibieron los estudiantes.

Las tres empresas convergen en la idea de que como emprendedor se debe tener mucha paciencia porque no todo sale siempre como uno lo planea.  Silvia contó su primera experiencia de emprendimiento, la cual fracasó, y con la cual ella creía que en poco tiempo iba a alcanzar todas sus expectativas económicas. Sin embargo, fue la oportunidad para aprender este valor, el cual representa una clave, porque el tiempo para que se desarrolle y de frutos una idea, puede ser mucho más largo del que se tenía planeado; no obstante, allí esta otro de los secretos que es siempre seguir siendo perseverante. 

Todos coinciden que otra clave, que a pesar de que se habla a voces, muchas veces se olvida, radica en la importancia de crear un producto innovador con un valor diferencial que invite a los clientes a escogerlo por encima de otros ya existentes en el mercado.

Tristemente, no todo es color rosa, por lo cual Alfredo reconoce que los problemas “vienen con cada etapa del emprendimiento”. En su caso, se le dificultó aprender a cobrar sus ideas.  No todas las cosas se cobran de la misma forma, no todo cuesta lo mismo.  Antes de iniciar una empresa es necesario aprender, o entender, cuánto cuesta un proyecto o su trabajo, porque de lo contrario, los productos se proyectan erróneamente.

El conversatorio finalizó cuando nuestros Alumni dicen que como factores de éxito se debe:  cumplir con lo que se promete a los clientes, todo hacerlo con suficiente tiempo de antelación, creer en uno mismo, aprender a escuchar solo las buenas criticas y constructivas, vencer el miedo, arriesgarse y entender que emprender siempre será una aventura de amor a las ideas.