Claudia Mora, abogada de la Universidad de La Sabana, fue nombrada recientemente como socia de la firma Pinilla, González & Prieto Abogados, donde tendrá el reto de dirigir una nueva área de Energías Renovables y No Renovables.

Hay caminos que, después de andarlos, acaban conduciendo nuevamente al inicio, a donde la aventura empezó. De eso puede dar fe Claudia Mora, graduada de Derecho de la Universidad de La Sabana, quien hizo su práctica y vivió los primeros años de su profesión en la reconocida firma Pinilla, González & Prieto Abogados (PGP). Ahora, después de 16 años de carrera, regresa como socia para crear el área de Energías Renovables y No Renovables.

“Yo creo que en nuestra vida profesional se presentan diferentes experiencias y, al final, todo te sirve para construir el futuro”, dice la abogada, quien cuenta que inició su camino en la firma en 2003, para formarse en un tema que le resultaba inédito. En ese momento se dedicó al derecho urbanístico, lo cual la retó a estudiar las reglamentaciones y a trabajar en conjunto con arquitectos e ingenieros de suelos para comprender el sector. “Para mí, esa experiencia fue indispensable para ingresar al sector energético”, continúa la graduada, quien también estudió una especialización en derecho comercial en otra institución educativa.

Empezó a soñarse trabajando en esa industria cuando, en 2005, cursó la Especialización en Derecho Internacional de la Universidad de Londres (Reino Unido). “Me parecía espectacular poder entrar en ese sector y entender cómo funciona, porque la energía está en todo: la necesita una sociedad para poder funcionar y vivir”, recuerda. Sin embargo, luego descubrió un atractivo particular de esa industria frente al ejercicio de su profesión. “Lo que a mí me encanta y me apasiona de la industria energética es que te permite ejercer diferentes ramas del derecho, así como poner en práctica lo aprendido en diferentes sectores; ejerces el derecho comercial, internacional y público, al relacionarte con las diferentes entidades públicas”, concluye.

Eso es algo que pudo aprender como gerente legal de Omega Energy, un conjunto de empresas dedicadas a la exploración y explotación de hidrocarburos en Colombia y otros países, que a su vez tenía diversas compañías dedicadas a los diferentes servicios que complementan la cadena de valor en la industria. Claudia se hizo experta en el sector energético tras 14 años de vinculación laboral con este grupo, en donde lideró el Departamento Jurídico de las empresas que lo componen.

Esa oportunidad le permitió trabajar con empresas de diversos países, las cuales son cada vez más conscientes de la importancia de la transición energética. “El derecho energético es un derecho muy globalizado. Al estar tipificado en algunos contratos internacionales, se facilita la negociación con empresas en diferentes jurisdicciones”, explica la graduada. Eso le permitió, por ejemplo, ser parte de un proyecto de exploración y explotación de hidrocarburos en Nigeria y Paraguay, y apoyar la creación de empresas canadienses que se dedican a esas actividades y que estuvieron listadas en la bolsa, como es el caso de la hoy conocida PAREX.

Para el desempeño de ese rol, Claudia considera que fue importante haber desarrollado sus habilidades de negociación y una comprensión clara del contexto que afecta la actividad del sector. “Cuando se está haciendo un contrato, siempre hay que prever qué pasaría ante un incumplimiento y ante las diferentes contingencias propias del sector o los riesgos de los países. Hay que tener un conocimiento del tema político y del momento económico de la empresa, así como la capacidad de sentarse a negociar ante las circunstancias que se presenten”, reflexiona.

La abogada manifiesta que, parte de la satisfacción que le ha implicado el desempeño profesional en este sector, está en comprender su alcance: “Es una industria muy organizada, que trae consecuencias muy positivas para el desarrollo del país. Por ejemplo, con los proyectos que se hacen en Colombia, se amplía la contratación de mano de obra local y las regalías que recoge el sector son invertidas en las regiones, teniendo influencia en zonas que no están muy desarrolladas”.

Un nuevo reto

Su trayectoria le ha permitido constatar, de primera mano, el creciente compromiso de empresas del sector energético con desarrollar proyectos basados en energías renovables, lo cual implica grandes desafíos para estas compañías. “Es un proceso que se debe revisar en el marco de una transición confiable y segura, teniendo en cuenta que todavía estas energías requieren de bastantes recursos económicos para ser desarrolladas y tienen muchos retos en sus almacenamientos y distribuciones”, explica la graduada.

De esta coyuntura, que demanda servicios de asesoría por parte de las empresas del sector, surge la oportunidad de vincular a Claudia Mora como socia en PGP, una firma de abogados que, desde los años 80, ha trabajado con más de diez mil personas y empresas nacionales y extranjeras en distintas áreas del derecho. “Esta firma tiene una experiencia muy grande en temas de derecho público, administrativo, urbanístico, ambiental, entre otros; pero no había incursionado en este sector y la idea es que desde mi liderazgo podamos asesorar a los clientes del sector energético”, señala la abogada.

“En mi corazón, siempre estuve muy agradecida por la experiencia y el aprendizaje que tuve en PGP. Fui muy consciente de que, gracias a esa oportunidad, pude desenvolverme bien en el sector petrolero, por eso es muy bonito poder volver con toda la experiencia que he adquirido en estos años”, señala. Además, afirma que su paso por La Sabana fue clave en su camino como abogada. “Estoy muy agradecida con la Universidad, porque ahí imparten una excelente formación académica. Los graduados estamos listos para asumir los retos, no solo con las aptitudes requeridas, sino también con la actitud y el compromiso que marcan la diferencia con otros profesionales, lo cual nos permite alcanzar metas inimaginables”.