La magia de transform(arte)
Santiago Bedoya, graduado del programa de Administración de Negocios Internacionales, demuestra por medio de su emprendimiento cómo entender la vida a través del arte.
Bienestar, creatividad y tranquilidad en un solo lugar. La fusión entre un artista apasionado, el poder del arte y el anhelo de cumplir sueños fue la valiosa herramienta que dio paso a la creación de Artecultorio, una empresa que ofrece programas de educación artística con el fin de aumentar el bienestar de las personas, crear conexiones entre ellas y desarrollar sus habilidades blandas. “Lo que más me apasiona es la cara de satisfacción de las personas luego de asistir a los talleres, que salgan con nuevos amigos y que encuentren un valor en ellas mismas”, menciona Santiago.
La capacidad del arte es mucho más poderosa de lo que se pueda llegar a imaginar, permite que nazca la mejor versión de cada persona y brinda la facilidad de reflejarla frente a los demás. El éxito de Artecultorio se debe a los distintos programas o talleres que desarrollan allí en cuanto a su diversa gama de disciplinas, desde escritura y pintura hasta danza y teatro, todos con el propósito de elevar el potencial creativo. Uno de ellos, conocido como “Tiempo para mí”, es un espacio dirigido a aquellos que sienten desconexión interior y buscan una mayor claridad sobre su identidad, emociones y pensamientos; además, ofrece una pausa inspiradora, apoya a personas agobiadas por el estrés diario y la ansiedad con deseo de revitalizar su autoestima y encontrar un nuevo propósito.
Su camino hacia su carrera universitaria estuvo marcado por la incertidumbre y la pasión por descubrir nuevos horizontes. Al llegar a la Universidad de La Sabana, le cautivó no solo el campus, sino también la vibrante comunidad académica que lo define. Durante su tiempo allí, descubrió una carrera que no sólo encajaba con sus intereses, sino que también despertó su curiosidad y dedicación hacia el emprendimiento.
Su experiencia en La Sabana no se limitó a las aulas, desde antes de graduarse inició este sueño junto al apoyo del CEIS (Centro de Emprendimiento e Innovación Sabana), un punto de encuentro para mentes creativas y visionarias. Fue allí donde comenzó a tomar forma Artecultorio, un proyecto que inicialmente no estaba definido pero que pronto se convirtió en la pasión y motivación de Santiago.
Artecultorio nace de su profundo amor por las artes y su convicción de que pueden ser una poderosa herramienta para transformar vidas. Como músico y artista, decidió estudiar Administración no solo por su viabilidad económica, sino también por su potencial para apoyar y promover el talento creativo. Inicialmente, se enfocó en apoyar a otros artistas emergentes a navegar el complejo mundo de las finanzas y el marketing, descubriendo así la profunda intersección entre el arte y la gestión empresarial. Luego, “Llegó la pandemia y me enfrente a diferentes situaciones donde me di cuenta que las artes van más allá del entretenimiento, comprendí que tienen un poder increíble para acompañar personas y sanarlas, así fue como inicie a explorar ese camino”, aporta Santiago. Al graduarse decidió lanzarse a desarrollar esta iniciativa que hoy celebra cuatro años de compromiso y crecimiento continuo.
Dando una mirada hacia el futuro, el graduado plantea metas ambiciosas para Artecultorio. Proyecta expandir el equipo y abrir nuevos mercados corporativos y educativos. Así como también, aspira establecer sedes en otras ciudades y países, llevando los beneficios del arte a comunidades diversas en todo el mundo. A través de Artecultorio, se ha contado con el privilegio de contribuir positivamente a la sociedad. “Creemos firmemente en el poder del arte para mejorar la calidad de vida de las personas, promoviendo el bienestar físico y mental”, comenta Santiago; fomentando a su vez, la autoexpresión y construyendo conexiones significativas. Cada taller que se ofrece está diseñado no solo para enseñar técnicas artísticas, sino también para empoderar a las personas y enriquecer sus vidas de manera profunda y duradera.
Ha sido un camino de diversos retos; desde la incertidumbre financiera hasta la gestión del equipo de trabajo. Cada obstáculo ha sido una oportunidad para aprender y crecer. Sus estudios en Administración le han proporcionado las bases sólidas necesarias para dirigir esta empresa con eficacia y visión a largo plazo. Además, cuenta con el apoyo continuo del CEIS, desde su inicio en su viaje como emprendedor hasta el reconocimiento del premio Capital Semilla, logros que han sido fundamentales para el desarrollo y éxito de Artecultorio. Ganar el premio fue el resultado de una propuesta innovadora y bien estructurada. La participación activa del graduado en las actividades del centro le permitió conectarse con mentores y colegas emprendedores, creando una comunidad de apoyo que sigue siendo invaluable para su crecimiento personal y profesional.
Desde sus inicios hasta la inauguración de su sede física hace pocos meses en un exclusivo y tranquilo sector de la capital colombiana, ha sido notoria su evolución. Este espacio no solo permite ofrecer experiencias artísticas únicas, como teatro improvisado combinado con escritura creativa y pintura mural, sino que también ha fortalecido su comunidad y presencia en Bogotá. Es un lugar donde las personas pueden explorar, aprender y crecer juntas, inspirándose mutuamente y construyendo lazos duraderos a través del arte. Allí, ofrecen experiencias artísticas únicas que van más allá de la enseñanza técnica tradicional. Sus programas están diseñados para no solo mejorar habilidades como el baile o el dibujo, sino también para enriquecer el crecimiento personal de cada persona. Aquí, cualquiera puede unirse sin experiencia previa en artes, simplemente con el deseo de aventurarse, explorar y crecer.
El sello Sabana se ve reflejado en su experiencia como emprendedor. La universidad no sólo le proporcionó una educación de alta calidad en administración, sino que también cultivó en él una mentalidad emprendedora y una red de apoyo invaluable, una red de colegas que continúan apoyando su éxito y crecimiento.
Artecultorio es más que un proyecto, es una misión para promover el arte como vehículo de transformación personal y social. Con base en ese indicador de éxito y a través de su compromiso con la creatividad y bienestar se espera seguir ampliando esta bonita comunidad. Se anhela dejar un legado y convencer de que las artes pueden transformar el mundo entero. ¡Encárgate tú de inspirar a otros!