La inteligencia emocional: clave para el desarrollo profesional
En su familia el dinero sí era un impedimento para estudiar, pero ella y su deseo de seguir adelante, no. Con solo 13 años, le pidió a su mamá que la dejara entrar en un instituto de formación por ciclos, donde podría cursar en un año la totalidad de los niveles del bachillerato. A pesar de que su mamá se negó en un principio, el deseo por ver a su hija cumplir sus sueños, la llevo a aceptar que asistiera a esta institución, con la condición de que ella la acompañaría en todas sus clases.
Así fue como Paula logró terminar el bachillerato. No obstante, aún le faltaba un paso más, la universidad. Desde siempre supo que quería ser psicóloga y al cumplir los 14 años entró a estudiar a la Universidad de La Sabana con una beca préstamo la carrera de sus sueños. En 2010 se graduó con honores, pues estuvo entre los mejores 10 ECAES de la Facultad de Psicología.
Actualmente, trabaja en Quala S.A como consultora de gestión humana y lleva una exitosa carrera profesional; sin embargo ¿cómo lo logró? Explica que han sido dos las claves, la primera: la fe, al rosario y a la Virgen María, quienes como ella asegura han sido su base y guía en cada uno de los nuevos proyectos que inicia.
La segunda, fue entender la importancia de la inteligencia emocional, pues como ella expresa “la estrategia está en ponerle pasión y en el deseo de contribuir” y es que tener conocimiento es la base, pero ser inteligente emocionalmente llevará al éxito.
Es así como la psicóloga recomendó, durante la charla corporativa ¿te has preguntado alguna vez que es lo que nunca quisieras perder en tu vida? organizada por Alumni Sabana, cinco tips para ser inteligentes emocional mente, los cuales son: autoconomiento emocional, autocontrol emocional, automotivación, reconocimiento de emociones y relaciones interpersonales.
Estos factores guían a que sea más sencillo relacionarse con los compañeros de trabajo, lo que facilita la interacción y puede llevar obtener mejores logros dentro del entorno laboral. Se da así, debido a que se alcanzan cuatro acuerdos que permiten realizar un mejor trabajo, sin perder ese sentido humano, donde se aprende a no tomarse nada personal, no asumir ni hacer suposiciones, dar lo mejor de sí mismo y ser impecable con cada una de las palabras que se dicen.
Para Paula, en la Sabana se aprende teoría, pero también a relacionarse, por lo que “los sabaneros tenemos una ventaja frente a los demás profesionales, nos educan con humanidad y valores, y las empresas lo notan” agregó. A pesar de los obstáculos, ella entendió que todo tiene una solución, puso en práctica cómo ser más competente y actuar con inteligencia emocional.