Explorando nuevos caminos se fue a Portugal a hacer su maestría en Ciencias gastronómicas en la Universidad Nova de Lisboa.  Allí descubrió que pod{ia aplicar el conocimiento científico a la práctica culinaria, es decir,  transformar los sabores y las texturas de los alimentos y descubrió que la ciencia y la tradición no tienen que estar contrapuestas, por el contrario, pueden complementarse mutuamente.

Durante su proceso de formación en Portugal, Catalina aprendió técnicas  como la gelificación o la esferificación que consiste en encerrar en una cápsula, con textura gelatinosa, diversos sabores que generan una explosión de múltiples sensaciones en la boca.

En su tesis de maestría hizo un menú colombiano vegetariano, por los sentimientos de nostalgia que le generaba estar lejos de su país. Creó un menú de 10 pasos, en los que tomó platos de comida colombiana y transformó la proteína animal con técnicas de gastronomía molecular. Además, incluyó platos colombianos que por sí mismos son vegetarianos; por ejemplo, las arepas o el mango biche.

Sin embargo, allí solo nació una idea, hacer comida vegetariana en su versión colombiana.  Llegando a Colombia continuó trabajando en la investigación de comida vegetariano, donde se dio otra oportunidad y de esta nacieron los “vegetamales, los cuales son una solicitud de unos amigos que tienen una panadería donde trabajan con comida vegetariana y vegana, y queríamos como un producto que fuera muy colombiano, rico, sin necesidad de proteínas de otra manera, sino aprovechar nuestros sabores. Además, la oportunidad de probar algo distinto” le contó Catalina a Alumni Sabana.

 Ahora, la idea le ha permitido ir creciendo poco a poco, pues inició haciendo entregas con algunos de sus amigos más cercanos; después regresó a Portugal de vacaciones, mostró los vegetamales y la receta también prospero allá. Es así que, es un producto que se vende en Colombia y el país europeo en tres presentaciones: quinua, garbanzos y lentejas.

Además, hace parte del equipo de docentes del programa de gastronomía. Para la chef Catalina ser Alumni Sabana representa orgullo, pasión, felicidad “haber estudiado aquí, y trabajar como exalumna, es aún mejor. Amo mi Universidad y verla crecer me hace inmensamente feliz”, reconoce que estudiar en La Sabana fue la base de su vida profesional, y no solo a nivel de ingeniera, sino también como persona a través de diferentes áreas del conocimiento y de relacionarse con las personas de una mejor manera.